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PREOCUPACIÓN- ANTICIPACIÓN

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Preocupación – Anticipación
No sé si vosotros, pero yo he perdido cantidad de tiempo preocupándome de muchas cosas. Me he preocupado por mis hijos, por mi vida sentimental, por quedar bien con los demás, de comportarme responsablemente en mi trabajo y me he preocupado por sucesos que no sucedieron NUNCA y mientras me preocupaba, me perdía el presente, el único tiempo que es real y eso sí que es una pérdida de tiempo. Eso sí, no me preocupaba de mí y de lo que realmente me interesaba a mí, sin vivir mi presente, postergando para el futuro lo que realmente me gustaría haber hecho en mi presente.
Es positivo pensar en el futuro para soñar despiertos o hacer planes, pero no para preocuparnos. Cuando vives el presente, no desperdicias tu energía y disfrutas de la vida.
La preocupación es una emoción que nos desgasta y paraliza. De entrada, no hay que creerse al pie de la letra el mensaje que surge desde la preocupación, dado que probablemente se trata de una información distorsionada que es preciso contrastar con la realidad.
Pre-ocupacion = antes de ocuparme, antes de actuar, antes de que surja el problema, me preocupo por algo que puede suceder en el futuro y además no estoy seguro de que realmente pueda ocurrir. Si pensamos en el futuro, en una situación sobre la que no tenemos mucho control o capacidad de solucionar, nos angustiamos.
La preocupación es innecesaria e incluso un error muy desgastante, cuando:
-La situación no tiene solución o no está en mis manos dicha solución,
-Cuando tenemos un problema, la solución no está en preocuparnos, sino en actuar y la preocupación con frecuencia nos atrapa y nos impide hacerlo. Creemos, equivocadamente, que es parte de nuestra forma de ser o que no podemos hacer nada al respecto.
Esta forma de pensar, no solo es errónea, sino que es la causa por la que muchísima gente no busca ayuda o se niega a cambiar y mantiene sus problemas y su sufrimiento a lo largo de toda la vida. Está relacionada con nuestra manera de percibir y evaluar las situaciones y nuestra capacidad para enfrentarnos y solucionarlas. Mientras más inseguros nos sentimos respecto al futuro, mayor es el stress, la angustia, produciendo temor y desasosiego.
La preocupación es útil cuando me ayuda a actuar para solucionar un problema. Cuando nos sirve para evitar una situación, anticipándonos a ella o para encontrar la mejor solución.
Cuando estamos preocupado por el futuro, preguntémonos ¿Que pruebas tenemos que nos garantice que lo que nos preocupa va a suceder?.¿Cuántas veces nos hemos preocupado por algo que creemos que va a pasar y nunca pasa? Seguramente muchas y a todos nos ha sucedido alguna vez.
¿Está en nuestras manos evitarlo? Lo que si está en nuestras manos es no permitir que la preocupación nos cause ansiedad, miedo y stress. Sufrir por anticipado no varía la probabilidad real de que algo suceda. Es más, vivir con el alma en vilo conlleva un alto coste
Winston Churchill trabajaba 18 horas diarias durante la segunda guerra mundial. Cuando se le preguntó si no le preocupaban sus tremendas responsabilidades, contestó: “Estoy demasiado ocupado. No tengo tiempo de preocuparme”.
“Mantener la mente ocupada alivia la inquietud del …no saber”. El dicho. “Si tiene solución ¿para qué te preocupas? Y si no la tiene ¿para qué te preocupas?, es cierto. No te desgastes inútilmente. Si el problema no tiene solución, no ganamos nada con preocuparnos y si la tiene, actúa, no le des vueltas innecesarias en tu mente. Aprende a vivir el presente. Vale la pena pensar en el pasado, si es para: recordar momentos agradables y disfrutarlos, para aprender de nuestros errores y corregirlos, pero sin regañarnos con sentimientos de culpabilidad.
Eso te ayuda a estar en mejor condición, para enfrentar lo que te traiga el futuro. Cuando te preocupas demasiado por algo, sin ocuparte, te desgastas tanto que aun si se presenta esa situación, no estás en tu mejor momento para resolverla. Disfruta del momento. Descubre todas las pequeñas cosas que te rodean y que te pueden dar bienestar.
El primer paso para vencer el hábito de preocuparse, es reconocer que nos preocupamos mucho. El segundo es aceptar, que el preocuparme constantemente no es la mejor solución. En cualquier caso, para poner fin a la preocupación crónica y a la ansiedad generada por ella hay que renunciar a la creencia de que la preocupación tiene un propósito positivo. Una vez que se descubre que preocuparse es el problema y no la solución, se puede recuperar el control de la mente preocupada. La ocupación deriva del positivo, es abordar la resolución de algún problema o la materialización de algún proyecto.
“La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación”.
Wayne W. Dyer

Dentro de la ocupación se mezclan los sueños, deseos, e intenciones que se convierten en el motor impulsor que dirige al éxito. Quien se ocupa, fluye, porque la mente esta puesta en la meta, en el éxito, en solucionar, no hay bloqueos, porque no hay miedos, estrés, ansiedad o depresiones que detengan el proyecto porque la ocupación es también la certeza de que se está procediendo de manera correcta. Al ocuparnos construimos, ya sea una solución o un proyecto, pero construimos.
“De los problemas hay que ocuparse, no preocuparse”
“La dicha humana reside en dos cosas: Estar libre de enfermedades del cuerpo y libre de preocupaciones del espíritu” (Lin Yutang)

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