Todos somos héroes de nuestras propias historias
Todos somos héroes en el relato de nuestras vidas.
Cada uno de nosotros hemos pasado por experiencias únicas, por momentos de gloria, por días de angustia e instantes de gran complejidad que definen lo que somos.
Toda medalla y toda cicatriz constituye parte de nuestra historia y, por cada una de esas cosas, tenemos pleno derecho a sentirnos orgullosos de lo que somos.
Todos somos héroes de nuestras propias historias
Todos somos héroes en el relato de nuestras vidas.
A menudo, suele decirse que las personas necesitamos héroes, modelos en los que fijarnos, en los que encontrar un aliento de inspiración en el día a día.
Hacerlo es sin duda adecuado, siempre viene bien tener unas referencias a las que recurrir, personalidades que por su carácter, proezas o habilidades nos sirven para aprender e incluso, por qué no,… para ser un poco mejores.
El viaje del héroe, según Joseph Campbell es una aventura. Un viaje que podríamos hacer cada uno de nosotros, pasando por diferentes dificultades para conseguir un objetivo.
Ahora, ¿en qué consiste exactamente?
¿Escribimos siempre la misma historia?
¿Qué determina nuestro camino de evolución?
Hay distintas teorías y una de ellas es la propuesta por Joseph Campbell que describe un camino de desarrollo personal.
El viaje del héroe que vivimos cada uno de nosotros en diferentes momentos de nuestras vidas.
La elección de un camino dependería mucho de la resonancia energética de la persona, su coraje y su valentía ante los desafíos que asume.
En este sentido, de manera consciente o no, todos nos podemos ver reflejados en un mismo modelo básico de historia.
¿Quién es Joseph Campbell?
Joseph John Campbell fue un mitólogo, escritor y profesor estadounidense, más conocido por su trabajo sobre mitología y religión comparada
En 1924 Campbell viajó a Europa con su familia. En el barco, durante su viaje de regreso, se encontró con Jiddu Krishnamurti; disertaron sobre filosofía asiática, generando en él un largo interés de por vida por la filosofía hindú y el pensamiento de la India.
A raíz de este viaje, dejó de ser un católico practicante
Los estudios independientes de Campbell le condujeron a su exploración mayor de las ideas del psiquiatra suizo Carl Jung, un colega contemporáneo y alejado de Sigmund Freud.
Campbell mantuvo una larga correspondencia con Jung. Sin embargo, tan solo llegarían a reunirse personalmente en una ocasión. Sería en el verano de 1953, después de la guerra, una tarde memorable en el retiro de este último en la torre de Bollingen a orillas del lago favorito de Jung.
La cita de Joseph Campbell
“El privilegio de toda una vida es ser quién eres” expresa la idea profunda de que nuestra mayor bendición y responsabilidad es ser auténticos y genuinos en todo momento.
Tienes la posibilidad de ser el héroe de tu propia historia. Incluso en situaciones tan complicadas, tienes la posibilidad de elegir entre mirar o hacer, entre tender puentes o colocar obstáculos, entre acompañar la ilusión o tirarla por tierra.
Pues hoy, el título del programa comparte título con un libro fantástico que me encantó “EL HEROE INTERIOR”
y que estoy releyendo hoy en día, porque de verdad que merece la pena una relectura para su asimilación. es de la doctora Carol S Pearson, autora del “el héroe interior”.
Se publicó en 1992 y la autora trabajó en él durante veinte largos años.
La Doctora Pearson ha estudiado e investigado sobre los Arquetipos Jungianos, por más de treinta años, descubriendo otros (Neo-Jungianos);
El caso, es que en este libro, Carol recopila las teorías de los psicólogos Carl Jung, Joshep Campbell y Robert Bly y otros tantos más, con ideas brillantes, herramientas prácticas, conceptos, estudios verídicos y arquetipos.
Arquetipos Neo-Jungianos
Cada persona desea y necesita encontrar, por lo menos, sentido a su propia vida individual, de modo que pueda hallar formas de ser y vivir que sean ricas, potentes y auténticas; también, en términos de desarrollo humano, se atraviesan etapas, y que la culminación exitosa de una etapa permite desplazarse hacia la siguiente, aunque es muy probable que hombres y mujeres experimenten dichas fases en orden diferente.
Lo que la vida de cada cual llega a ser depende en gran medida del guion que consciente o inconscientemente se adopte.
“Las personas viven historias, cuentos, guiones y muchos de estos cuentos son arquetípicos.
Los Arquetipos, según Jung, son modelos profundos y dominantes en la psique humana, que continúan siendo potentes y permanentes con el paso del tiempo.
Los arquetipos se pueden hallar en el “inconsciente colectivo”, la “psique objetiva”, o inclusive pueden encontrarse codificados en la estructura del cerebro humano.
Estos arquetipos se perciben claramente en los sueños, el arte, la literatura y en los mitos que nos parecen profundos, conmovedores, universales y, aún en ocasiones, aterradores.
También podemos reconocerlos cuando observamos nuestras propias vidas y las de nuestros amigos.
Al observar lo que hacemos y el modo en que interpretamos lo que hacemos, podemos identificar los arquetipos que informan nuestras vidas.
Incluso a veces podemos reconocer los arquetipos dominantes en la vida de alguien mediante su lenguaje corporal”,
Existen numerosos arquetipos, pero los que aquí vamos a exponer, son los más relevantes y de mayor significación para el desarrollo personal y la travesía (viaje) del héroe, que es la travesía de individuación.
“Estos son los arquetipos manifiestos en nuestros mundos diurnos, los que nos ayudan a definir un yo fuerte, y más tarde expandir los límites del yo, para permitir un florecimiento completo del Sí Mismo y su apertura a la experiencia de unicidad con los demás y con el mundo natural y espiritual
Como me parece que nunca está de más conocernos mejor a nosotros mismos y despertar a esos héroes que llevamos dentro, he decidido compartir estas ideas.
En la introducción comienza suscribiendo que decimos que algunas personas tienen “alma”, han amado, sufrido, tienen un sentido profundo del significado de la vida y algo muy importante, que saben quiénes son exactamente.
De otras, sin embargo, decimos que no la tienen, que se sienten vacíos pese a tener de todo, que viven sin sentido.
Y otros, que puede que, aunque estén en contacto con sus almas, están separados del mundo, no terminan de integrar realmente sus vidas en un TODO.
Dice, que todos somos capaces de hallar sentido y propósito a nuestras vidas y en la vida de la comunidad humana y estoy totalmente de acuerdo con ella.
No penséis que este libro es únicamente para aquellas personas que se sienten perdidas, que no se identifican,
Este libro desde luego puede ayudar a cualquiera que lo decida leer,l indistintamente de su edad, el momento que pase, su sexo, raza o religión, eso no tendrá importancia.
Abre tu mente como si fuera un paracaídas para poder absorber todo de lo que vamos a contar
Dostoyeski dijo: “El secreto de la existencia humana esta no solo en vivir sino también en saber para que se vive”
Todos llevamos dentro de nosotros mismos un héroe, entendiendo por héroe a aquel personaje de cuento que lucha por ponerse a sí mismo, al reino o a su damisela, dependiendo del tipo de cuento y de héroe claro está, a salvo y conseguir un final feliz.
Defiende porque tiene coraje, conquista, supera obstáculos y desafíos temibles y acaba con los villanos.
Y todos llevamos un héroe en nuestro interior, aunque no tengamos una vida de cuento, ni salgamos en ninguno, nuestra vida en si es una aventura y todos estamos destinados a buscar nuestro tesoro, a salvar nuestros reinos de los maléficos monstruos, a encontrar la victoria, a fin de cuentas.
¿Pero realmente el héroe de nuestro cuento llamado vida, obtiene un final feliz? ¡Ni mucho menos!
El héroe vive en una travesía, donde el patrón no es lineal, ni tampoco circular, sino espiral.
Nunca llegamos verdaderamente al fin de nuestro periplo, pero si llegamos a adquirir las experiencias y conocimientos necesarios para comenzar una nueva travesía, en un nuevo nivel, con un nuevo tesoro y habilidades transformadoras recién descubiertas.
Esta travesía consta de 3 partes diferenciadas, todas ellas igualmente importantes, son preparación, travesía o periplo y retorno.
Éstas se encuentran en total sincronía con las etapas de desarrollo psíquico, el alma, el ego y el self (Ser uno mismo,consciente de uno mismo).
Estas a su vez, constan de 4 arquetipos identificados con diferentes cualidades y defectos, metas y temores, virtudes y adicciones… completando así los 12 arquetipos que existen.
Bien, pues según lo describe la autora Carol S. Pearson, son una especie de guías internos, que ejemplifican una manera de ser distinta en la travesía.
Tenemos estos 12 que son: el inocente, el huérfano, el guerrero, el bienhechor, el buscador, el destructor, el amante, el creador, el gobernante, el mago, el sabio y el bufón.
Cada uno de ellos, tiene una misión, una lección para enseñarnos y cada uno preside en una etapa del camino dentro de la travesía cuantas veces sea necesaria en la vida.
Estos arquetipos nos han acompañado desde el principio de los tiempos, prueba de ello es el arte, la literatura, los mitos y las religiones encontradas en todas partes del mundo y en todas las épocas.
Asegura que viven dentro de cada uno de nosotros y lo que es aún más importante, que nosotros vivimos en ellos.
Durante una travesía, en la etapa de preparación, enfrentamos el desafío de probar que somos competentes, valientes y poseemos humanidad y fidelidad a ideales nobles.
Durante la travesía o el periplo, abandonamos la seguridad de la familia o la tribu y nos embarcamos en una misión en la que hallaremos muerte, sufrimiento y amor y nuestro self, nuestro yo más interno, se transforma.
Cuando entramos en el retorno de la misión, nos convertimos en Gobernantes de nuestros reinos, que se han transformado con nosotros también.
Esto hay que pasarlo cada vez que perdemos el sentido de integridad o totalidad, o nos sentimos incómodos con los desafíos que presenta nuestra vida actual, así que hay que volverse a embarcarse en una travesía una y otra vez en nuestras vidas o nos convertiremos en ogros tiránicos, aferrados dogmáticamente a nuestras viejas verdades en detrimento de nuestros reinos.
Todos, absolutamente todos nosotros, tenemos un reino, un héroe dentro y la travesía es quien nos hace autodescubrirnos cada vez más y más.
El autoconocimiento es algo que a menudo pasamos por alto en nuestras vidas.
Nos centramos en nuestras obligaciones y responsabilidades, en la búsqueda de la posesión material, del status social, pero rara vez en el autoconocimiento siendo algo tan importante y significativo para nuestro bienestar.
Y en cada etapa de nuestras vidas, se revelan unos u otros arquetipos de los doce existentes con la intención de traer consigo una enseñanza.
Contaré brevemente de qué va cada uno de estos ARQUETIPOS
El inocente, ¿su meta? permanecer a salvo, ¿su temor? el abandono, ¿su dragón o problema? Negarlo o buscar ser rescatado, ¿su respuesta a la tarea? fidelidad, discernimiento, ¿su don o virtud? la confianza, el optimismo.
El huérfano, ¿su meta? recuperar la seguridad, ¿su temor? la explotación, ¿su dragón o problema? es una víctima de él,
¿su respuesta a la tarea? procesa y siente el dolor, ¿su don o virtud? la interdependencia y el realismo.
El guerrero, ¿su meta? triunfar, ¿su temor? la debilidad, ¿su dragón o problema? matarlo o enfrentarse a él, ¿su respuesta a la tarea? luchar sólo por lo importante, ¿su don o virtud? el coraje, la disciplina.
El bienhechor, ¿su meta? ayudar a los demás, ¿su temor? el egoísmo, ¿su dragón o problema? cuidar de él y de las víctimas, ¿su respuesta a la tarea? dar sin dañar a otros o a si mismo, ¿su don o virtud? la compasión y generosidad.
El buscador, ¿su meta? buscar una vida mejor, ¿su temor? el conformismo, ¿su dragón o problema? huir de él mismo, ¿su respuesta a la tarea? ser fiel a su self más profundo, ¿su don o virtud? autonomía, ambición.
El amante, ¿su meta? la bienaventuranza, ¿su temor? la pérdida del amor, ¿su problema o dragón? amarlo, ¿su respuesta a la tarea? seguir el amor, ¿y su don o virtud? la pasión, el compromiso.
El destructor, ¿su meta? la metamorfosis, ¿su temor? la aniquilación, ¿su dragón o problema? permitir que el dragón lo destruya, ¿respuesta a la tarea? el desapego, ¿su don o virtud? la humildad.
El creador, ¿su meta? la identidad, ¿su temor? la falta de autenticidad, ¿su dragón o su problema? afirmar que es parte de uno mismo, ¿su respuesta a la tarea? la autoaceptación, ¿su don o virtud? la individualidad, la vocación.
El gobernante, su meta será el orden, su temor, el caos, su dragón o problema será hallar usos constructivos, su respuesta, asumir total responsabilidad por la propia vida y su don o virtud final, la responsabilidad y el control.
El mago, que su meta es la transformación, su mayor temor, la magia malévola, su dragón o su problema, el transformarlo, su respuesta, alinearse con el cosmos y su virtud, el poder personal.
El sabio, que tiene la verdad como su meta, el engaño, como temor, trascenderlo como problema, alcanzar la iluminación como respuesta y la sabiduría como virtud o don.
Y por último,
El bufón, ¿su meta? el disfrute, ¿su temor? la no vitalidad, ¿su dragón o problema? jugar con él, ¿su respuesta? confiar en el proceso y como virtud o don, el júbilo y la libertad.
Los cambios son efectivos cuando se producen en uno mismo de forma consciente, y este libro abarca al detalle la forma de encontrarnos a nosotros mismos y transformar el mundo de forma sencilla, con ejemplos y comparaciones muy familiares y que nos ayudan a verlo todo más claro.
La travesía del héroe es en primer lugar un viaje para encontrar el tesoro de nuestro verdadero Self o Sí Mismo y luego retornar a casa (nuestro reino) para entregar nuestro don para transformarnos junto a los demás.
Aunque todo ser humano es potencialmente capaz de hallarle sentido y propósito a su vida, no todos logran hacerlo.
La misión en sí misma está llena de obstáculos y peligros que, al final, ofrece grandes logros y recompensas como:
el conocerse más y mejor como persona,
reconocer el porqué de estar aquí y ahora, la capacidad de tener éxito en el mundo,
tener experiencias significativas para toda la vida,
el conocimiento de los misterios del alma humana, adquirir sabiduría,
la oportunidad de hallar y expresar nuestros dones únicos en el mundo y de vivir en una comunidad de amor con los demás.
“Cuando creemos que nuestros periplos no son importantes y no enfrentamos nuestros dragones ni buscamos nuestros tesoros, nos sentimos vacíos por dentro y dejamos un hueco que nos lastima a todos.
Si bien es verdad que ninguno de nosotros tiene mayor importancia que los demás, todos tenemos un don importante para dar –
un don que somos incapaces de entregar si no emprendemos nuestra travesía -.
Muchos de nosotros tratamos de vivir una vida grande amasando posesiones materiales, o logros, o propiedades, o experiencias, pero estos métodos no funcionan.
Sólo podemos vivir grandes vidas si nosotros mismos estamos dispuestos a hacernos grandes y, en el proceso, abandonar la ilusión de impotencia y hacernos responsables por nuestras vidas.
Existe una profunda falta de respeto por los seres humanos en la vida moderna.
Los negocios nos hacen pensar en nosotros mismos como capital humano.
La publicidad apela a nuestros miedos e inseguridades para hacernos comprar productos que no necesitamos.
Demasiadas instituciones religiosas enseñan a las personas a ser buenas, pero no les ayudan a averiguar quiénes son.
Demasiados psicólogos ven su trabajo como un método para ayudar a las personas a adaptarse a lo que son, no a que emprendan sus travesías y descubran lo que podrían ser.
Que para mí es lo más importante hacer descubrir a la persona lo que podría llegar a ser sin limitarse, muchos se limitan a lo que son
Demasiadas instituciones educativas entrenan a las personas para ser engranajes en la maquinaria económica en lugar de educarlos en el arte de ser humanos completos.
Somos percibidos, básicamente, como productos o bienes, sea para ser vendidos al mejor postor, o mejorados de modo que eventualmente lleguemos a ser más valiosos.
En lugar de buscar aquello que es genuinamente nuestro, que verdaderamente está en nosotros mismos”.
“Es posible que al principio sintamos la llamada a la misión movidos por un deseo de lograr una cierta imagen de perfección.
Sin embargo, en última instancia necesitamos desprendernos de cualquier ideal predeterminado que nos tenga cautivos y simplemente permitirnos llevar a cabo nuestra misión singular.
El periplo del héroe no es otro proyecto de auto-mejoramiento.
Es un auxiliar para encontrar y honrar todo aquello que es verdadero respecto a uno mismo.
Saber que uno es un héroe significa que uno no está equivocado. Tiene la mente adecuada. Tiene el cuerpo adecuado. Tiene los instintos adecuados.
La cuestión no es convertirse en otro, sino descubrir para qué existimos. Esto supone hacerse algunas preguntas:
¿Qué quiero hacer? ¿Qué quiere aprender mi mente? ¿Cómo quiere moverse mi cuerpo? ¿Qué es lo que mi corazón ama?
Carl Jung encontró que en los sueños de sus pacientes se presentaban imágenes arquetípicas recurrentes, similares a las encontradas en los mitos, leyendas, cuentos y arte de las culturas antiguas de todos los continentes y más aún, también se encontraban en la literatura, la religión y el arte contemporáneos.
Se sabe que son arquetípicos por que dejan una huella o una traza similar a través del tiempo y del espacio, en todas las culturas humanas.
Los guías interiores son arquetipos que nos han acompañado desde el principio y a través de todos los tiempos.
Los vemos reflejados en imágenes recurrentes en el arte, la literatura, el mito y la religión y sabemos que son arquetípicos por que se los encuentra en todas partes y en todos los tiempos, además de encontrarlos en nuestros sueños.
En la actualidad muchas de las películas de cine nos muestran con claridad el Mito del Héroe, un ejemplo: la trilogía del Señor de los Anillos, la Brújula Dorada, la Historia sin Fin,
la Guerra de las Galaxias, Rey Arturo, Narnia, Harry Potter, Hormiguitas, Fantasía, entre otras muchas.
Conocemos el lenguaje de los arquetipos por que viven dentro nuestro.
La gente de antaño también conocía este lenguaje. Para ellos, los arquetipos eran las diosas y dioses que se ocupaban de todo en sus vidas, desde lo más cotidiano a lo más profundo.
La psicología arquetípica en cierto sentido, nos devuelve las percepciones de las antiguas teologías politeístas, que nos enseñan acerca de la maravillosa naturaleza múltiple de la psique humana.
Cuando negamos estas deidades o arquetipos, no hacemos que desaparezcan. Por el contrario, nos poseen, y lo que experimentamos es una esclavitud, no la liberación que en definitiva guardan para nosotros. Los arquetipos son fundamentalmente amistosos.
Existen para ayudarnos a evolucionar, individual y colectivamente. Y crecemos al honrarlos”.
Los doce arquetipos heroicos ayudan al desarrollo de nuestro psiquismo y ellos se vivencian a través de toda nuestra vida, es decir, ellos están todo el tiempo con nosotros, en nuestra psique, sólo que no los conocemos y si lo llegamos a lograr, a veces permanecen desactivados (como dormidos) o expresándose más en la sombra (forma negativa de expresión) que en la luz (forma positiva de expresión).
“Las personas interesadas en los procesos de crecimiento y desarrollo humano, pueden entender los arquetipos como verdaderos guías en nuestras travesías.
Cada arquetipo que ingresa a nuestra vida trae consigo una tarea, una lección y esencialmente un don.
Todos los arquetipos en conjunto nos enseñan cómo vivir.
Y lo mejor de todo es que todos los arquetipos se encuentran en el interior de todos nosotros.
Lo que significa que todos tenemos el potencial humano total como parte nuestra”.
¨Qué es lo que te hace feliz. Tómalo, no importa lo que diga la gente.
Eso es lo que yo llamo seguir el camino del corazón”.
-Joseph Campbell-
Vivir es un viaje, nuestra vida, es una gran historia por escribir
y de nosotros depende cómo queremos que sea.