La rosa y el sapo,
Este es uno de los cuentos cortos para reflexionar que nos habla acerca del equilibrio y la compañía
Cuenta que esta era una rosa roja y todo el mundo comentaba que no había flor más bella que esa en el jardín.
La rosa se emocionaba cuando la halagaban.
Sin embargo, quería que la vieran más de cerca y no entendía por qué todos la observaban a distancia.
Un día notó que a sus pies siempre estaba un enorme, gordo y oscuro sapo.
En verdad no tenía nada de guapo, con su color opaco y sus feas manchas.
Además, sus ojos eran demasiado saltones y asustaba a cualquiera. La rosa comprendió que la gente no se acercaba debido a ese animal.
De inmediato, le ordenó al sapo que se marchara.
¿No se daba cuenta de que le daba mala imagen? Ella tan presumida de su belleza como iba a consentir que un sapo gordo y feo espantara a los que tanto la alagaban por su belleza.
El sapo enamorado de la rosa pero humilde y obediente, aceptó de inmediato.
No quería incomodarla y entonces se marchó lejos.
A los pocos días, la rosa comenzó a deteriorarse.
Sus hojas y sus pétalos empezaron a caerse.
Ya nadie de sus aduladores quería mirarla.
Pasaba una lagartija cerca y vio a la rosa llorando.
Le preguntó qué le pasaba y ella contestó que las hormigas los parásitos y los gusanos estaban acabando con ella.
Entonces la lagartija dijo lo que la rosa ya sabía:
“Era el sapo quien se comía las hormigas y te mantenía bella”.
Como todo cuento sirve para despertar a los adultos y tiene moraleja para reflexionar
Existen rosas indecisas que cuando aparece su príncipe azul aunque sea disfrazado de sapo dudan si ese azul es el que adorna su belleza o es un azul que no hace juego con su entorno aunque al final pierdan sus pétalos y raíces que la mantenían bella para todos menos para las que envidiaban por su belleza.