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ESTE DOLOR NO ES MÍO Psicogenealogía

ESTE DOLOR NO ES MÍO

Psicogenealogía

ESTE DOLOR NO ES MÍO IDENTIFICA Y RESUELVE LOS TRAUMAS FAMILIARES HEREDADOS POR MARK WOLYNN 2017 (IT DIDN’T START WITH YOU

Este dolor no es mío explica cómo nuestra historia familiar, puede ser la fuente de nuestros problemas emocionales o mentales.

¿Nos sentíamos incómodos cuando íbamos a ver a los abuelos u otros parientes?

O tal vez teníamos una relación tensa con nuestros padres. Los traumas ocultos de nuestra familia son probablemente los culpables.

Los eventos traumáticos pueden tener un impacto en cómo nos sentimos y nos comportamos, y cuando son graves, pueden seguir afectándonos años después.

Los traumas, como los genes, pueden transmitirse de generación en generación si no se resuelven.

En este libro descubrimos cómo se transmite el trauma de generación en generación y qué podemos hacer para romper el ciclo.

Si tenemos problemas de depresión, ansiedad o fobias este libro puede resultarnos útil.

¿Quién es Mark Wolynn?

Mark Wolynn es el fundador y director del Family Constellation Institute en San Francisco, y una autoridad mundial en Trauma Familiar Heredado.

Es un graduado Summa Cum Laude de la Universidad de Pittsburgh

Este libro aparece en unos de los capítulos de la serie “Mi otra yo en” Netflix.

La descubrí por casualidad, pero…

¡Cómo no me va a enganchar una serie que empieza así…!

“El pasado, aunque nosotros no lo recordemos, queda almacenado.

¿Sabes que la caja negra de un avión retiene todos los datos, aunque se dañe?

Así es el pasado. Sabores, olores, momentos… esperan el instante adecuado para que los recuerdes. Y el pasado, aunque lo olvidemos, sigue afectándonos”.

Aunque solo fuese por curiosidad por el tema que trata y que tanto tiempo llevo trabajando, tenía que verla.

Su estreno ha disparado la búsqueda de información sobre “constelaciones familiares” en Google.

Puedes estar o no de acuerdo con lo que se dice en la serie o con la forma de abordar el tema de la herencia transgeneracional.

Cada opinión es válida y respetable

Lo que está claro es que ha dado visibilidad a este tema, todavía desconocido para muchos, y al abordaje de las situaciones del presente desde la mirada sistémica y transgeneracional.

No voy a dar muchos datos sobre la serie ni voy a contar demasiado sobre el argumento. Eso sería hacer spoiler.

Solo diré que “Mi otra yo” muestra algunos de los aspectos que aparecen con más frecuencia cuando se inicia un proceso para descubrir, comprender y amar las raíces.

Patrones que se repiten en las relaciones de pareja. ¡Otra vez la misma historia!

“¿Cómo elegimos de quién nos enamoramos? ¿La adrenalina, serotonina y oxitocina pueden ser suficiente o lo que percibimos está influenciado por algo del pasado?”

Miedos o fobias que, en apariencia, carecen de explicación.

“Si hay algo estancado en nuestra conexión con el pasado, se manifiesta hoy en día en nuestras vidas”.

Relaciones entre familiares deterioradas durante años.

“Los lazos más fuertes los tenemos con quienes nos trajeron al mundo.

Los años pasan, las traiciones que perdonamos y las discusiones familiares y peleas tontas no importan, nuestros lazos con ellos siguen intactos queramos o no”.

Sucesos que llevan a alguien a ocupar el lugar que no le corresponde.

Una frase de “Mi otra yo” de esas que llevan a reflexionar…

“Aceptar el pasado cambia nuestro presente. Pero cuando cambia nuestro presente, también cambia nuestro futuro.

Y VOLVIENDO AL TEMA DEL LIBRO ESTE DOLOR NO ES MIO

¿Cómo nos afectan los traumas de la infancia?

Muchos de nosotros sufrimos problemas emocionales. Algunos tenemos miedos irracionales, hábitos destructivos o estamos atrapados en relaciones poco saludables.

Cuando nos enfrentamos a problemas como estos, podemos creer que tenemos la culpa, que somos la causa de nuestra agitación emocional.

Pero este comportamiento también puede tener otras causas, en concreto, el doctor Wolynn defiende que suelen ser el resultado de algún trauma que hemos experimentado, ya sea directa o indirectamente, a través de nuestra familia.

Los eventos traumáticos, como una separación temprana de una madre o un acto de violencia, pueden tener un impacto profundo.

Estos sucesos no solo causan miedo, sino que también pueden alterar nuestro comportamiento.

Si una persona no puede resolver los síntomas del trauma, solo los acaba escondiendo, lo que a corto plazo puede funcionar, pero a la larga puede convertirse en un gran problema.

Peor aún, si no tenemos cuidado y limpiamos nuestro propio trastero, podemos acabar transmitiendo nuestros problemas a nuestros hijos, y estos a los suyos.

Algunos ejemplos de a lo que se refiere el autor con esto, sería experimentar sentimientos y comportamientos recurrentes que no están relacionados con ningún evento específico en nuestras vidas.

Uno de los pacientes del autor, por ejemplo, estaba aterrorizado de morir. Tenía claustrofobia y le preocupaba quedar atrapada en una situación de vida o muerte.

“No puedo respirar, no puedo salir; me voy a morir”, dijo sobre la sensación.

La paciente estaba reaccionando a la experiencia de su madre y parientes, quienes más tarde supo que fueron asesinados en una cámara de gas durante la Segunda Guerra Mundial

¿Por qué nos afectan los traumas de nuestra familia?

Incluso si no sabemos nada sobre la vida de nuestros padres o abuelos, las vidas que llevaron y los traumas que soportaron pueden tener un impacto en nosotros.

Los traumas pasados pueden conducir a patrones de comportamiento que tienen un impacto duradero en la dinámica familiar.

Sabemos que las personas frecuentemente ocultan los efectos del dolor o de los acontecimientos.

Sin embargo, es fundamental que encontremos una forma de lidiar con las secuelas del trauma.

Si no lo hacemos, las familias pueden quedar atrapadas en un círculo vicioso de emociones heredadas.

Por ejemplo, la muerte de un hijo es una tragedia para una pareja, y si la pareja se niega a lidiar con la realidad de la situación, reprimiendo sus emociones, lo más probable es que transmita este trauma a un segundo hijo.

Los eventos también pueden tener un impacto en nuestra biología. Los pensamientos negativos según la investigación, alteran el código genético o ADN de una persona.

Una persona que ha experimentado un trauma puede transmitir genes “traumatizados” a sus hijos.

Emociones como el miedo o la ira, según Bruce Lipton, biólogo celular de la Universidad de Stanford, pueden “alterar bioquímicamente la expresión genética de nuestra descendencia”.

El trauma altera las hormonas del estrés y los padres transmiten estos cambios a sus hijos.

Rachel Yehuda, investigadora de la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York, estudió a supervivientes del Holocausto que sufrían trastorno de estrés postraumático o PTSD.

Descubrió que la hormona cortisol estaba anormalmente baja en los cuerpos de los supervivientes del Holocausto y los veteranos de guerra.

Después de un evento, el cuerpo eleva los niveles de cortisol en un intento de “normalizar” los sistemas del cuerpo.

Las personas con estrés postraumático PTSD, en cambio, con frecuencia tienen niveles de cortisol crónicamente bajos y, como resultado, pueden transmitir este rasgo a su descendencia.

En general, el trauma afecta no solo a una persona, sino a toda una familia.

Entonces, para identificar y superar el trauma, también debemos examinar a la familia.

La epigenética y los traumas

Hasta hace poco se creía que lo único que controlaba nuestra salud, comportamiento y otros factores biológicos eran los genes y que estos los obtenemos al nacer y no cambiaban a lo largo de la vida.

Pero este punto de vista no podría estar más equivocado.

El campo de la epigenética estudia cómo nuestro entorno afecta al comportamiento de nuestros genes, y cómo funcionan.

Por ejemplo, se sabe que si nuestra madre pasó por periodos de estrés o hambruna mientras estábamos en gestación, tendemos a tener un cerebro más pequeño, mayores niveles de estrés y una menor tolerancia a la ansiedad y estrés.

Uno de los ejemplos más conocidos de esto, es el de la hambruna holandesa que se dio a finales de la segunda guerra mundial, cuando el bando alemán vio que no podían ganar empezaron a retirarse, y los holandeses aprovecharon la oportunidad para aumentar sus intentos de resistencia.

Para evitar que siguieran decidieron dejarles sin alimentos, lo que acabó causando una hambruna repentina que duró alrededor de tres meses, el tiempo que tardaron los aliados en obtener la victoria final.

Se ha visto que los bebés que estaban en cierta parte de su periodo de gestación tenían una mayor tendencia a la obesidad y la diabetes, y menor tolerancia al estrés así como un mayor porcentaje de enfermedades mentales.

Esto se debe a que como fetos se vieron obligados a desarrollar técnicas para almacenar más energía de cada comida, en forma de grasa y aumento de la producción de insulina, que, al unirlos con una dieta normal, resultaron en una combinación casi letal.

¿Cómo afectan los padres al desarrollo de sus hijos?

Incluso si tuviéramos un mentor, un amigo cercano o alguien en nuestras vidas a quien consideráramos nuestro héroe, es poco probable que estas personas tengan el mismo impacto en quiénes somos y cómo nos sentimos sobre nosotros mismos como nuestros padres. 

Los padres tienen la mayor influencia en la vida de sus hijos, y quiénes somos está formado por nuestra relación con nuestros padres.

Nuestros padres nos traen a este mundo, y según el autor su efecto sobre nosotros esta controlado por lo que él llama los Cuatro Temas Inconscientes.

Los cuatro temas inconscientes son básicamente cuatro formas en que se puede romper una relación padre-hijo.

Estos incluyen una relación padre-hijo excesivamente dependiente, rechazo de los padres, ruptura con la madre y trauma heredado de un miembro de la familia.

Si sufrimos un trauma o problemas emocionales, debemos investigar nuestro historial familiar y los eventos de nuestra infancia.

Esto puede ayudarnos a entender lo que está pasando en nuestra vida emocional hoy.

El autor nos recomienda una serie de preguntas que podemos usar para determinar si nuestra experiencia corresponde a uno o más de los Cuatro Temas Inconscientes.

Si queremos saber si tuvimos alguna ruptura que nos sigue afectando a nivel emocional, podemos preguntar sobre la situación durante el embarazo de nuestra madre, si fuimos adoptados, o si nos separaron de nuestra madre antes de los tres años.

El enfoque del lenguaje del cuidado creado por el autor, es un método terapéutico para resolver problemas psicológicos a través del lenguaje, que puede ayudarnos a descubrir el trauma reprimido.

se basa en gran medida en las descripciones básicas.

Podemos identificarlos a través de ejercicios como describir a nuestra madre o padre para entender mejor cómo nos sentimos sobre ellos.

Si decimos algo como “Mi madre fue abusiva”, podemos continuar con el siguiente paso, que es describir un evento por el cual la culpamos.

Este tipo de ejercicios pueden identificar problemas específicos en nuestras relaciones para que podamos empezar a abordarlos y, eventualmente, resolverlos.

Psicogenealogía  podría definirse como el estudio del árbol genealógico, que permite tomar conciencia de la profundidad de los vínculos que nos relacionan con nuestro sistema familiar.

Ello propicia una mejora y un bienestar en todas las áreas de nuestra vida.

La Psicogenealogía hace aflorar a la  superficie las dinámicas inconscientes de nuestro árbol genealógico que aun influyen sobre nuestras ideas, sentimientos y acciones en el transcurso de nuestra vida.

Al trabajar con los pilares más fundamentales de la personalidad, es importante cuidar y respetar el ritmo del proceso interno del que vivencia esta experiencia.

Al aproximarnos a estos pilares de la personalidad tan profundos, accedemos a la piedra angular que los sostiene: la familia.

Y es con esta fuerza mayor que nos sustenta, que renovaremos nuestras informaciones internas, potenciando nuestra salud, creatividad, flexibilidad y conocimiento personal.

Acceder en armonía entre la persona y su árbol genealógico sin interferir con juicios o condenas es lo que permite la obtención de nuevos recursos y potencialidades con una mayor conciencia.

Muchos terapeutas se encuentran confrontados a casos difíciles que las teorías clásicas no explican o explican mal.

Permitir un enraizamiento de la persona en su propia historia forma parte de las soluciones.

Arbol genealógico, Con el paso de los años todos experimentamos el descubrimiento de vernos reflejados en nuestros padres, abuelos o bisabuelos.

Siendo niños o adolescentes creemos ser muy diferentes a ellos, sin embargo, posteriormente y sobre todo si realizamos un trabajo personal—

Observamos que muchas de nuestras actitudes, forma de pensar, actuar, etc. provienen de nuestros progenitores, y a veces son ¡idénticas!

¿Cómo somos? ¿En qué grado nos parecemos a nuestros predecesores y antepasados?

¿Qué arrastramos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos?

La Psicogenealogía es la ciencia que investiga la influencia del árbol genealógico en los individuos de la familia.

Conocer tu familia (cómo eran tus abuelos, qué miedos tenían, qué hicieron a lo largo de su vida, etc) es conocerte más a ti mismo.

Por tanto, en el proceso de Ser Más Yo debemos incluir, sí o sí, el acercamiento a nuestros familiares. Todos pertenecemos a una misma raíz  De hecho llevamos sus apellidos.

La familia crea los individuos, pero a su vez el individuo contiene la familia. El todo y la parte.

Saber de la persona nos da pistas de cómo es la familia; saber de la familia nos indica rasgos fundamentales y comprensión acerca del individuo.

Profundizar en la Psicogenealogía en terapia personal es entrar en un complejo puzzle pero que nos aporta claves luminosas.

Es común que una persona actúe de manera inconsciente como hizo un antepasado suyo, simplemente por fidelidad.

El poder del inconsciente es enorme, ¡y lo solemos desconocer!

“Desde la óptica genealógica, el proceso de individuación consistiría en diferenciarse del árbol, realizar o acercarse a la plenitud personal para al final volver a lo colectivo y dejar una nueva luz para las futuras generaciones, volverse pues un ancestro protector o irradiador de luz.

Así pues sería un viaje de lo colectivo a lo individual y un retorno con una nueva luz, de lo individual a lo colectivo.

El uno se funde en el todo para hacer su aporte evolutivo al alma colectiva o todo lo contrario, y allí está el libre albedrío.”

Convertir nuestro árbol en leyenda heroica es descubrir y vivenciar que, a lo largo de varias generaciones, se ha ido perfilando un proceso de evolución compuesto por los procesos de individuación de diferentes ancestros y el nuestro. Todas las experiencias encierran un aprendizaje.

ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Nacida en Moscú y nacionalizada en Francia.

Teórica y, a la vez, investigadora sobre el terreno, profesora universitaria, abierta a todas las innovaciones, psicoterapeuta de formación psicoanalítica, terapeuta de grupo (una de las primeras terapeutas en aplicar el psicodrama de Moreno en Francia) y profesora emérita de psicología de la universidad de Niza, donde ha dirigido durante más de veinte años el laboratorio de psicología social y clínica,

Se hizo famosa cuando, ya en la segunda mitad de su vida, publicó un libro que se convirtió en un éxito de ventas: Aïe mes aïeux! ¡AY, MIS ANCESTROS!  y posterormente

PSICOGENEALOGÍA. SANAR LAS HERIDAS DEL ALMA Y ENCONTRARSE A UNO MISMO entre otros

Para muchos universitarios y psicoterapeutas, es la persona que introdujo la dimensión transgeneracional (que algunos llaman trans o psicogenealógica) en sus trabajos por un asunto concreto: el síndrome del aniversario.

La psicogenealogía abarca muchas teorías, prácticas y escuelas de pensamiento. Pero también se ha convertido en una palabra popular, un termino común aplicable a casi todo. Y eso es,

indudablemente, gracias a la popularización que Anne Ancelin Schützenberger hizo de ella,

principalmente en Francia, en la década de los ochenta.

Después de trabajar durante muchos años

con enfermos de cáncer, entre otras cosas con la ayuda de la versión clínica del método Simonton

que, apoyándose a la vez en la medicina tradicional y en un seguimiento psicoterapéutico,

permite reforzar las ganas de vivir y el sistema inmunológico mediante visualizaciones positivas,

empezó a descubrir en sus biografías unos sorprendentes fenómenos de repetición, idénticos a los que sufrieron seres queridos ya desaparecidos.

Y así invento el método del genosociograma, una especie de árbol genealógico muy particular, priorizando sobretodo los acontecimientos sorprendentes o chocantes, tanto para bien como para mal: enfermedades, nacimientos, accidentes, muertes precoces e injustas, matrimonios, viajes lejanos, etc.; mostrando, con una presentación gráfica de toda la familia , en el sentido amplio de la palabra, a lo largo de media docena de generaciones, los principales lazos afectivos, positivos, negativos u olvidados, acabando en el momento en que se produjeron las sorpresas genealógicas.

Psicogenealogía  Mis antepasados me duelen

Patrice Van Eersel y Catherine Maillard

La idea de que nuestros destinos puedan estar determinados por la historia psicológica de las generaciones anteriores es muy antigua. Las primeras terapias inventadas por el hombre lo atestiguan.

La medicina china o la africana, por ejemplo, a diferencia de la medicina occidental, contemplan la enfermedad dentro de un contexto familiar genealógico.

Alejandro Jodorowsky:

La psicogenealogía parte de la premisa de que determinados comportamientos inconscientes se transmiten de generación en generación e impiden al sujeto autorrealizarse,  por lo que para que un individuo tome conciencia de ellos y se pueda desvincular de los mismos es necesario que estudie su árbol genealógico. Podría decirse que en ocasiones estamos “poseídos” por nuestras familias

El árbol genealógico es a la vez nuestra mayor trampa y nuestro tesoro más preciado. Trampa que lleva a traicionarnos a nosotros mismos por quedarnos apegados fielmente a contratos inconscientes. Tesoro que nos engendra y nos da la posibilidad de vivir desarrollando la conciencia

Sanamos el árbol realizando lo que somos auténticamente. Haciendo nuestro destino personal. Echando luz en nuestras raíces, conociendo nuestro árbol familiar, para eso es la psicogenealogía. Y luego hay que resolver: para eso es la psicomagia.

La «Terapia transgeneracional psicogenealógica contextual», cuya misión primera es estrechar el cerco de nuestras «lealtades invisibles» que nos obligan a «pagar las deudas» por nuestros ancestros, lo queramos o no, lo sepamos o no.

Como escribe en “¡Ay mis ancestros!”: La vida de cada uno de nosotros es una novela. Vosotros, yo, vivimos prisioneros de una invisible tela de araña de la que también somos uno de los directores.

Si enseñáramos a nuestro tercer oído, a nuestro tercer ojo, a comprender mejor, a oír, a ver estas repeticiones y estas coincidencias, la existencia de cada uno de nosotros sería más clara, más sensible a lo que somos, a lo que deberíamos ser.

El genosociograma, podemos decir, es una representación del inconsciente familiar. A través de éste, se puede descubrir por ejemplo que todos los hijos mayores fallecen en diferentes generaciones a los veinte años, o que la edad en que le dan el diagnóstico de una enfermedad grave a una persona coincide con la edad en la que un ancestro tuvo un accidente grave

La psicogenealogia se apoya, entre otras herramientas, en la construcción de un árbol genealógico junto con el paciente a partir de datos que recuerda de la historia familiar.

Este trabajo terapéutico permite que emerjan sentimientos durante este proceso. La tarea incluye la descodificación de los lazos que unen a la persona con sus ancestros, para comprender las escenas que se jugaron y los escenarios donde los sucesos tuvieron lugar, con el objetivo de poner luz y encontrar posibles orígenes y explicaciones a sucesos del aquí y ahora de la persona.

Podemos decir que quien inaugura el enfoque transgeneracional es Sigmund Freud, en “Tótem y tabú” cuando se refiere a la transmisión de generación en generación a través del inconsciente.

Conceptos como cripta y fantasma para describir el fenómeno que descubrieron en la práctica clínica, diciendo que algunos pacientes se expresan a veces como ventrílocuos y a veces cargan con síntomas vinculados a un miembro de la familia que no pudo “ser bien enterrado”, ya sea porque murió en circunstancias vergonzosas o dramáticas que provocan miedo, y queda atado a la familia en forma de fantasma, encriptado “en el corazón de un descendiente”.

El traumatismo, vinculado a duelos difíciles de ser elaborados, de hechos dolorosos o avergonzantes guardados como secretos, como no-dichos, crea una cripta sobre el psiquismo de un descendiente.

El fantasma pasa del inconsciente de un padre al de un hijo. Lealtades invisibles entre los miembros de un sistema, que hace que solidariamente un descendiente se haga cargo de cuentas impagadas de otras generaciones. Nagy habla del Gran Libro de Cómputos de la Familia, contabilidad inconsciente que cada miembro dentro de un sistema recibe y a la vez transmite.

Lo que no se ha podido poner en lágrimas ni en palabras se expresa después en dolores, por falta de palabras para decirlo, “los silencios”.

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