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¿PORQUÉ SER FELIZ?

¿Por qué ser feliz?

 Para muchos la felicidad es un mito. Para otros, un sentimiento que no puede alcanzarse plenamente. Hay quienes piensan que está en los pequeños momentos, también los que creen que solo es posible cuando se acompaña de optimismo.

La felicidad es una de las emociones más reclamadas. Por desgracia, es una de las peor comprendidas, ya que muchas veces se asocia con lugares o momentos específicos, objetos, personas o estados.

Si crees que has perdido el sendero que te lleva a ella hoy te invitamos a conocerla y valorarla.

“No nos reímos porque somos felices, somo felices porque nos reímos”. (William James)

¿Cuándo fue la última vez que reíste de forma plena? Ahora responde a lo siguiente: ¿fuiste feliz? De seguro que sí. Has encontrado parte de la clave entonces.

¿Qué es lo que debemos ignorar para ser felices?

Las situaciones a partir de las que conviene comenzar a regalar nuestra ausencia son variopintas.

Normalmente podemos reconocer con facilidad lo que nos turba pero es posible que nos lleve un tiempo en otras ocasiones.

Conocerlas nos ayudará a tomar conciencia de la realidad e incluso puede ayudarnos a anticipar estas cuestiones, de manera que podamos impedir que nos hagan más daño que el inevitable.

Dicho esto, veamos algo más detenidamente lo que debemos aprender a ignorar:

1. Las críticas de los demás

Nadie nos puede afectar sin nuestro consentimiento. O sea, somos nosotros lo que damos validez a las opiniones de los demás.

Lo que otros piensen sobre las decisiones que tomamos no debería importarnos, ya que es tan probable que nosotros nos equivoquemos como que ellos lo hagan.

2. La creación de inseguridades

Hay personas que se piensan que son expertos en la vida de todo. Estos acaban consciente o inconscientemente, creando inseguridades y pequeñas frustraciones en la gente que les rodea. Procura ignorar este tipo de actitudes, pues solo te conducen a la frustración.

3. Preocuparnos por lo que no podemos controlar

Si nos preocupa cómo va a actuar esa persona o qué va a hacer o a decir, es que algo va mal.

Es decir, la gente no va haciendo daño deliberadamente y no debería de tenernos en vilo que nos respeten o no.

Si esto ocurre, es mejor de que alejes de esa persona, no te hace ningún bien.

4. Las comparaciones obsesivas

Está muy bien que la gente triunfe y tenga éxito, pero no que hagan sentir a los demás poca cosa.

No hay persona más insignificante que aquella que usa sus logros para menospreciar a los demás.

Sigue centrándote en lo que tú puedes hacer para seguir creciendo y recuerda que lo que consigas depende en gran parte de que te lo creas.

5. Los intereses y egoísmos

No todo el mundo te está ayudando cuando intentan aparentar estar haciéndolo.

Empieza a desactivar la realidad y analiza hacia qué lado se inclina la balanza siempre.

Si hay un equilibrio, significa que hay armonía en vuestra relación; si por el contrario no lo hay, algo va mal.

Regala tu ausencia a esas personas que no valoran tu presencia

Tenemos que darnos cuenta de que con el tiempo la imagen que tenemos de las personas puede cambiar, lo que implica que desconoceremos a aquellos que creíamos conocer.

Regala tu ausencia y tu indiferencia a quien no te valore; pero no de cualquier forma, auséntate emocionalmente.

No lo hagas como una forma de venganza, sino como una manera de protegerte.

A veces nos percatamos demasiado tarde de que todo lo que hemos hecho por alguien ha sido ignorado o menospreciado en el terreno emocional.

Es posible que entonces nos sintamos decepcionados y que nos demos cuenta de que no han movido ni un dedo por nosotros.

Conseguir que lo que alguien haga o no haga no nos afecte actúa como un bálsamo.

Puede que resulte costoso al principio, pero los resultados comienzan a notarse bien pronto en nuestra salud emocional.

De hecho, cuando somos capaces de hacerlo, nos damos cuenta de que es un verdadero placer poder escucharnos sin nada que enturbie nuestro diálogo interior.

La verdad es que intentarlo no solo merece la pena, merece la alegría.

“Solo hay una causa de la infelicidad: las creencias falsas que tienes en la cabeza, creencias tan extendidas, tan sostenidas que nunca se te ocurre cuestionarlas”. (Anthony de Mello)

Entre otras cosas, asociar la felicidad con dinero, lugares, momentos, personas, objetos y demás.

“De vez en cuando es bueno hacer una pausa en nuestra búsqueda de la felicidad y simplemente ser felices”. (Guillaume Apollinaire)

¿Y si en vez se iniciar una persecución inútil solo te detienes y eres feliz?

«Ukeireru», el arte japonés para ser feliz

¿Te gustaría ser más feliz? La filosofía japonesa dispone de un concepto inspirador que te guía en ese viaje transformador.

El primer paso es la aceptación.

¿Qué es para ti ser feliz? ¿Tener un trabajo perfecto, una pareja ideal y una existencia sin un ápice de sufrimiento?

Aspirar a tales metas no solo puede ser infructuoso, sino que eleva la propia frustración.

En su lugar, te sugerimos practicar desde hoy mismo el ukeireru o el sencillo arte japonés de la aceptación.

Te aseguramos que esta enigmática palabra puede cambiar tu vida.

El término procede de la cultura asiática y se popularizó hace poco. Es un tipo de filosofía y una forma de existencia que promueve el bienestar.

Se trata de una invitación a la calma, se alza, además, como una propuesta para que te aceptes a ti y a lo que te rodea sin resistencias. Si te cautiva la propuesta, te invitamos a profundizar en ella.

«No siempre pienso en el futuro o en el pasado. Ukeireru crea una especie de estado esencial de inmediatez, de estar presente».

Al mundo occidental siempre le han apasionado los conceptos filosóficos orientales.

Y si vienen del país del sol naciente, más aún. Ukeireru significa saber practicar una aceptación holística e integral hacia todo lo que te envuelve.

Eso incluye a los demás, a tu comunidad, la realidad del mundo y, cómo no, a ti mismo.

Pero cuidado, aceptación no es igual a rendición o servilismo.

Este concepto se popularizó hace tres años gracias al psicólogo clínico Scott Haas.

Su libro ¿Por qué ser feliz?: El camino japonés de la aceptación (2020) fue todo un éxito.

Viajero incansable y como profesional que también ejerce en Japón, quiso transmitir al mundo un enfoque enriquecedor capaz de mediar en la salud mental.

A continuación, te detallamos las pautas

1. Aceptar, el ejercicio que promueve la calma mental

Una vez que aceptas lo que te rodea tal y como es, tu mente aprende a mirar el mundo con mayor calma. ´

Sabemos que es fácil decirlo y muy complicado llevarlo a cabo. Pero ukeireru es una filosofía de vida que vale la pena integrar en tu universo psicológico, para reducir el estrés y el peso de la ansiedad. De hecho, esta idea ya la enfatizaba el psicólogo Albert Ellis.

Algo que comentaba el célebre especialista cognitivo es que la aceptación psicológica es el mejor ejercicio para el bienestar y la recuperación.

Al respecto, un estudio divulgado en Behavior Analysis in Practice señala que este concepto tiene un fuerte apoyo empírico dentro de la literatura psicológica; es más, son muchas las terapias que lo integran.

2. Respetar a los demás desde el sosiego

Las relaciones interpersonales nunca son fáciles.

Es posible que muchas veces te angusties porque tu pareja no actúa o reacciona como a ti te gustaría.

También, porque tus hijos, amigos o compañeros de trabajo manifiestan, en ocasiones, un carácter complicado.

Este arte japonés propone aceptar a los demás tal y como son, sin desear cambiar nada en ellos.

Es más, esta filosofía es una herramienta de transformación social que invita a relacionarte desde el silencio y no tanto desde el ruido. Lo que sugiere, en realidad, es aprender a escuchar, a entender a quienes tienes en frente a través del sosiego.

Algo así implica dejar que la calma habite en tu mente para abrirte al otro por completo. Esto favorece el respeto y la sintonía.

Si te fijas, en cualquier escenario domina el ruido y esas interacciones en las que es más común detectar antes lo que nos distancia y no tanto en lo que nos une.

Apenas se deja espacio a esa serenidad desde la cual atender más que hablar, conectar más que criticar.

3. Situar la mente en el «aquí y ahora» para vivir mejor

Párate por un momento y toma conciencia de tus pensamientos en este mismo instante.

¿Estás pensando en algo del pasado, en alguna experiencia del ayer? ¿O quizá estás situando tu foco en el futuro? ¿Sientes ansiedad por realidades que aún no suceden?

La mente tiene una tendencia innata por ubicarse en el ayer y en lo que está por venir.

Cuando esa dinámica se intensifica aparece el sufrimiento. Este término filosófico insta a la persona a que sitúe su mirada en el aquí y ahora.

A fin y al cabo, el ayer ya no existe y el mañana aún ocurre. Lo que de verdad importa habita en el presente.

Como bien se deduce, esta idea aparece en la práctica de la atención plena.

La revista Mindfulness describe los beneficios que existen en la capacidad de saborear el momento y el impacto positivo que tiene para tu bienestar psicológico.

Las emociones se regulan y el estrés se reduce, al igual que la sintomatología depresiva.

Un cerebro más presente da forma a una mente más relajada y feliz.

En cuanto eres más consciente de ti y te aceptas, logras una autoconciencia más tranquila y centrada.

Este enfoque es el que te permitirá cambiar las cosas que sí están bajo tu control para conseguir la felicidad.

4. No puedes controlarlo todo… y eso está bien

Hay una fuente innegable de malestar que conoces.

Es frustrante ver cómo, por mucho que te esfuerces y hagas bien las cosas, a veces todo sale mal.

El destino te trae adversidades inesperadas, esas que llaman a tu puerta sin saber por qué.

Entender que no puedes controlar cada cosa que te pasa es un ejercicio de bienestar.

No todo está bajo tu dominio. La vida tiene siempre un componente caótico imposible de predecir.

Por ello, practicar la aceptación incondicional que promueve el arte del ukeireru te permitirá retirar resistencias y sufrimientos.

Solo cuando asumes la realidad tal y como llega, tu mente es capaz de prepararse para manejarla mejor. Sin negarla y con valentía.

La aceptación implica dejar espacio a tus emociones difíciles. Aceptarlas sin reprimirlas, para comprenderlas, es una pieza más de esta filosofía de la que se desprenden adecuados beneficios para tu salud psicológica.

5. La felicidad no es una búsqueda, es un estado mental

La industria de los libros de autoayuda que te enseñan cómo ser feliz llevan décadas llenando las estanterías de millones de hogares.

Pero no todos los postulados, teorías e ideas que transmiten son útiles.

La felicidad no es una dimensión estable, es un estado mental fugaz que, como una mariposa, se posa en ti y al instante desaparece.

Para el mundo nipón ser feliz significa estar en calma, aceptar lo que uno es y a quien tiene consigo.

Algo así te puede parecer muy elemental, pero en esa idea se inscribe una gran verdad.

A veces, la auténtica realización personal llega cuando se tiene una vida tranquila, asumiendo los días felices y las épocas adversas.

¿Cómo practicar esta forma de filosofía?

Este enfoque de la filosofía tradicional japonesa se integra poco a poco en la cultura occidental.

En realidad, tal corriente no es nueva, porque hay muchas prácticas orientales que sustentan en sus bases estas mismas ideas.

Pero sus beneficios son innegables y vale la pena hacerlos tuyos, usarlos a tu favor. Enseguida te explicamos cómo:

Aprecia el valor del silencio en tu día a día.

Agradece lo que tienes y las personas que te rodean.

Reduce la autocrítica y valora tu esencia y forma de ser.

Aprende a mirar el mundo desde la serenidad y el sosiego.

Acepta a los demás tal y como son, no intentes cambiarlos.

Toma mayor conciencia de tus emociones y pensamientos.

Recuerda que la auténtica felicidad reside en una mente en calma.

Asume que no todo lo que te sucede en la vida está bajo tu control.

Focaliza tu mente en el aquí y ahora, en lo que ocurre en este instante.

Ukeireru, un ejercicio transformador a tu alcance

Incertidumbres, prisas, estrés, cambios, multitareas, preocupaciones…

Tu realidad tiene a menudo estos sabores incómodos tan difíciles de digerir.

El mundo no es un escenario sencillo, pero es ese plano en el que debes aprender a sobrevivir del mejor modo posible.

Y, aunque te cueste creerlo, hasta se puede ser feliz.

Ukeireru es un marco filosófico y psicológico al que vale la pena asomarse para ganar en bienestar.

Requiere reformular tu enfoque mental y hasta tu estilo de vida. Pero esos cambios son sutiles y tienen un efecto poderoso.

La aceptación es ese sendero de baldosas amarillas que puede conducir a una vida más plácida y satisfactoria.

Consejos para ser feliz según Eckhart Tolle Autor del famoso libro ”El Poder del Ahora”

¿Como ser feliz? Esta pregunta acechó a Eckhart Tolle durante mucho tiempo.

El ruido de su mente fue en aumento hasta que atrapado entre tanta angustia y ansiedad su mente colapsó.

La voz mental que tanto lo amedrentaba se silenció y sus pensamientos dejaron de hacerle sufrir.

Los espacios de silencio entre pensamientos aumentaron y la paz y la quietud se instalaron en su vida trayéndole un nuevo concepto de gozo.

Sus herramientas para llegar a ese estado de bienestar son una correcta aceptación de nosotros mismos y de la vida, sin llegar al conformismo.

Una adecuada interpretación del gozo, desde donde debe nacer toda felicidad y un entusiasmo que nos haga entender que estar vivos es el mayor regalo.

Ser feliz según Eckhart Tolle no es otra cosa que entender que estar vivos es el mayor regalo.

Por último, no podemos olvidar que lo más importante para recorrer estos tres caminos hacia el despertar de la felicidad es el hilo conductor del presente.

Porque siempre podemos hacer frente al momento presente, pero no a aquello que tan solo es una proyección de la mente.

Por esta razón, no se puede hacer frente ni al pasado ni al futuro, esos terrenos son el caldo de cultivo de la infelicidad.

¡Atrévete a caminar por el terreno del hoy!

La vida te dará la experiencia más útil para la evolución de tu conciencia.

¿Cómo sabrás que esta es la experiencia que necesitas? Debido a que esta es la experiencia que estás teniendo en estos momentos

Consejos de Aristóteles sobre cómo ser feliz

Aristóteles no solo dedicó su obra a la ciencia, sino también al estudio de las virtudes humanas, como la educación, e incluso elaboró una serie de nociones sobre cómo ser feliz.

Aristóteles es uno de los pensadores griegos más reconocidos de su época.

Sus reflexiones sobre la vida y el mundo siguen generando curiosidad.

En este sentido, uno de los temas que abordó este filósofo fue la felicidad y, de manera más concreta, cómo ser feliz.

Se trata de un estilo de vida que plantea una forma de vivir que le permite al individuo sentirse pleno. Pero, sin dañar a otros o a sí mismo.

Si te has planteado la meta de ser feliz, es posible que te interese conocer la visión aristotélica.

En su obra Ética a Nicómaco, el filósofo explica que la felicidad se obtiene al desarrollar una serie de virtudes. Dicho de otra forma, la plenitud pasa por la actitud.

De acuerdo con el autor, la clave está en el equilibrio, saber encontrar un punto intermedio entre extremos. No se puede caer en el hedonismo o el placer desenfrenado, pero tampoco se debe reprimir el deseo.

A continuación, hablaremos de las 10 virtudes que Aristóteles recomendaba cultivar para ser felices.

1. Modestia

Para Aristóteles, la modestia era el punto de equilibrio entre tener un ego inflado y el autodesprecio.

Una persona modesta reconoce sus debilidades, pero también es capaz de ver sus fortalezas y aprovecharlas.

En otras palabras, para ser felices es importante procurar una buena autoestima.

Wani y Dar (2017) publicaron un trabajo sobre la relación entre autoestima, optimismo y felicidad en estudiantes universitarios. Los resultados revelan una fuerte correlación entre el grado de autoestima, la felicidad y el optimismo.

Así, se puede afirmar que desarrollar una percepción realista y amable del propio ser es esencial para el bienestar.

2. Honestidad

Otra parte importante de cómo ser feliz es la autenticidad. Un individuo pleno debe expresarse siempre con la verdad, sin dejar de lado la amabilidad al expresarse. De nuevo, Aristóteles define un punto medio: ni la mentira ni la agresión.

3. Sociabilidad

Para los seres humanos, socializar es tan natural y necesario como comer o dormir. Desde que nacemos necesitamos un círculo de apoyo social sólido a nuestro alrededor.

No obstante, esto no quiere decir que todas las relaciones que alguien tiene son beneficiosas, se sabe que los vínculos también pueden dañar. En este caso, el equilibrio se encuentra en saber elegir con quien establecer lazos y cultivarlos con empatía y amabilidad.

4. Decoro

Por una parte, están las personas que dejan que la timidez los domine y se cohíben de hacer cualquier cosa por miedo. En el otro extremo se hallan los individuos que no tienen consideración por los demás y actúan con insolencia.

Luego, en el punto medio se encuentra el decoro, donde la persona persigue sus objetivos sin pisotear a nadie. Esta capacidad la poseen personas que demandan respeto y a su vez lo otorgan a los demás.

5. Justicia

Aquel que desea saber cómo ser feliz necesita desarrollar un sentido de la justicia equilibrado. Siguiendo esta línea, no puede perder el interés hacia los demás por completo, pero tampoco olvidarse de sí mismo.

6. Autocontrol

Las emociones son una parte esencial de la humanidad y aprender a procesarlas es un modo de alcanzar la plenitud.

Entonces, no es positivo reprimir ningún sentimiento, aunque es igual de negativo que estos tomen el control de la persona.

Para ilustrarlo, imagina que alguien te hace daño a nivel emocional. En esta situación, lo normal es que te enfades. Que la emoción aparezca. Ahora, lo importante es lo que haces con ella.

En este mismo sentido, realizaron una investigación sobre el autocontrol y la felicidad. Como resultado, obtuvieron que altos niveles de autocontrol están asociados a una mayor felicidad. Los autores sugieren que existiría en el medio una variable moduladora: el enfoque al logro.

7. Tolerancia

Hay un punto medio entre ser indulgente e intransigente: la tolerancia. Según Aristóteles, descubrir cómo perdonar ayuda. No obstante, eso no implica dejar que los demás nos hieran. En síntesis, se pueden tolerar las equivocaciones de otro sin olvidar el autorrespeto.

8. Generosidad

Si deseas aprender cómo ser feliz, intenta encontrar el equilibrio entre el egoísmo y la abnegación.

Para Aristóteles, esta virtud era la generosidad y consistía en ayudar a los demás teniendo en cuenta el yo. En términos simples, se trata de ser caritativos, pero no hasta el punto de entregar todo sin recibir nada a cambio.

9. Gracia o participación de la vida

Una personalidad feliz entiende cómo divertirse, sabe emplear el sentido del humor para enfrentar lo trágico. Al mismo tiempo, comprende que existen circunstancias en las que no hay lugar para la risa y actúa con seriedad. De esta manera, la gracia tiene que ver con ser una compañía agradable para otros.

10. Fortaleza

Permitir que el miedo te paralice puede volverse un obstáculo para avanzar en tu camino a la plenitud.

Siguiendo este hilo, alguien fuerte en recursos va a poder asumir más riesgos, lo que no quita para que existan determinadas situaciones que puedan hacerle vulnerable.

Para concluir,

(Dale Carnegie) dijo:

“No es lo que tienes, o quién eres, o dónde estás, o qué estás haciendo lo que te hace feliz o infeliz. Es lo que piensas al respecto”.

Tu percepción frente a las situaciones es lo que determina el grado de felicidad, no las situaciones en sí mismas.

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