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PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES P.A.S.

PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES

Las personas altamente sensibles destacan por su intuición, empatía y amor por la reflexión, cualidades que los diferencian en una sociedad que suele valorar la rapidez y la dureza.

Ser una persona altamente sensible no es una enfermedad, ni es una característica que tenga que resultar limitante. De hecho, si lo miras en perspectiva, ¡es casi un superpoder!

Cómo es una persona altamente sensible o persona PAS

Las personas altamente sensibles tienen un desarrollo del sistema nervioso que les permite percibir sutilezas que el resto de los humanos no perciben. Su desarrollo sensorial es extraordinario, siendo especialmente receptivos y perceptivos a las estimulaciones externas.

Las personas PAS sienten con mucha más intensidad que los demás e incluso pueden llegar a enfermar por ello, padeciendo síntomas y/o trastornos ansiosos, depresivos y relacionados con el sistema inmunitario.

El desconocimiento de la alta sensibilidad, debido a la falta de conocimiento, se puede confundir con susceptibilidad e inestabilidad emocional.

Según investigaciones realizadas, dos de cada diez personas, son personas altamente sensibles o personas PAS y es importante su conocimiento para aprender a gestionar sus emociones y lidiar con esta sensibilidad tan especial en tu día a día.

No se trata de reprimir tus emociones, sino de aprender a canalizar su torrente de sensaciones y sentimientos.

La doctora Elaine Aron describió cuatro pilares de la persona altamente sensible o persona PAS, como características esenciales de las mismas:

Reflexionar de manera profunda sobre la información recibida

La tendencia de sobre-estimularse o de saturarse

Una fuerte emocionalidad ligada a una gran capacidad empática

Una elevada sensibilidad sensorial especialmente en cuanto a “sutilezas”

Cualquier persona que se reconozca en estas cuatro características, es una persona altamente sensible.

Este tipo de personas sensibles y emocionales nacen con esta cualidad, de hecho, se cree que tienen una importante carga genética, por eso es muy probable que desde el nacimiento sean muy sensibles a los cambios y necesiten mucho contacto físico.

Sabemos que desde pequeños para desarrollar un apego sano y sentirnos seguros necesitamos contacto físico.

Ellos/as demandarán más en este sentido, porque lo necesitan y les ayuda a su estabilidad emocional cuando son adultos.

A medida que crece y se socializa, por ejemplo, en el colegio, y empieza a desarrollar su propia personalidad, irá siendo consciente de sus cualidades.

Sin embargo, habitualmente no lo verá así, principalmente por el entorno, porque recibirá críticas como:

“No te lo tomes así, no es tan importante”,..“Tampoco hay tanto ruido, no entiendo que te afecte tanto”,… “No te preocupes tanto por lo que le ocurra a los demás, que cada uno solucione sus problemas”,… “Eres un bicho raro”, etc.

Todos estos comentarios podrán ocasionar que la persona se encierre en sí misma y se convierta en una persona muy introvertida, algo que erróneamente está directamente relacionado con ser personas PAS.

Una persona puede ser PAS y ser extrovertida, lo que suele ocurrir es que los mensajes negativos del entorno son lo que hacen que la persona desarrolle la introversión.

Las personas altamente sensibles viven las experiencias de forma diferente a las personas que no lo son, la intensidad en ellos es diferente.

Características únicas y particularidades:

Intuición y empatía: suele predominar la intuición y empatía, lo que les permite conectarse profundamente con los demás, a pesar de su timidez.

Preferencia por la soledad: A menudo prefieren la soledad como un refugio para procesar sus emociones y recargar energías.:

Intensidad en la vida: Viven la vida de forma intensa, manteniéndose alerta ante todo lo que sucede a su alrededor, lo que puede resultar agotador.

Hipersensibilidad sensorial: Tienen dificultades para tolerar estímulos sensoriales intensos, como ruidos fuertes y olores desagradables, así como situaciones que implican cambios o atención pública.

Frustración con la falta de sensibilidad: Suelen interpretar a la mayoría de las personas a su alrededor como carentes de sensibilidad, superficiales e indiferentes, lo que puede afectar sus sentidos y su bienestar emocional.

Percepción de sutilezas: Destacan por su aguda percepción de sutilezas, como la detección de mentiras, cambios emocionales y pequeños detalles de comportamiento que pasan desapercibidos para otros.

Alta reactividad: Altos ideales éticos de justicia, honestidad, creatividad y sensibilidad.

Sobreestimulación: En ambientes de gran afluencia publica, tienden a sentirse sobre estimulados.

Pilares del rasgo de una persona PAS

Las características previamente mencionadas, puede agruparse en cuatro pilares, según el Modelo D.O.E.S. de la Dra. Aron. Estos se pueden resumir de la siguiente manera:

1. Profundidad en el procesamiento

Se refiere a la tendencia, consciente o inconsciente, de procesar la información de manera exhaustiva. Presenta una tendencia a analizar la información de manera intensa y reflexiva.

Las personas altamente sensibles utilizan áreas del cerebro relacionadas con un procesamiento profundo, como la ínsula, que está vinculada a la percepción y la conciencia.

2. Sobreestimulación

Consiste en la propensión a experimentar estados de saturación sensorial debido a la gran cantidad de estímulos que procesan y a la presencia de un sistema neurosensorial más sensible de lo común.

3. Reactividad Emocional

Implica una vivencia intensa de las emociones, tanto positivas como negativas. Esta reactividad emocional está estrechamente relacionada con niveles elevados de empatía.

4. Percepción de las Sutilezas

Hace referencia a la gran sensibilidad para detectar las sutilezas y los cambios en el entorno, ya sean físicos, conductuales o emocionales, tanto en uno mismo como en las personas que les rodean.

Estas pautas son fundamentales y deben estar presentes en una persona para poder confirmar que es una PAS.

Desmitificando las personas con alta sensibilidad (PAS)

Es esencial aclarar estas confusiones y mantener el concepto de PAS definido por la Dra. Elaine Aron.

La comprensión precisa de este rasgo beneficia a todos y evita estigmatizaciones o malentendidos innecesarios.

No es igual a ser hipersensible.

No es un trastorno, sino un rasgo.

No es necesariamente ser susceptible.

No implica ser introvertido por defecto.

No se relaciona con alergias o intolerancias.

No es lo mismo que tener altas capacidades.

No es sinónimo de espiritualidad o videncia.

No está vinculada a enfermedades autoinmunes.

No es sinónimo de gran capacidad intuitiva.                                       

Aunque pueden tener alguno de estos rasgos

Consejos prácticos

Entonces, si te identificas como Persona Altamente Sensible (PAS), considera estos consejos prácticos para vivir de manera más equilibrada y satisfactoria:

Claves de supervivencia para personas altamente sensibles

Después de haber explorado las características principales que distinguen a las personas altamente sensibles,

¿te identificas con alguna de ellas? De ser así, las siguientes ideas pueden ayudarte a cuidar de tu salud mental y tu bienestar físico y emocional.

1. Descansar

En primer lugar, reserva momentos en el día para el descanso. Dormir una cantidad adecuada de horas, destinar tiempo durante el día y valerte de las pausas activas es importante para controlar la sobrecarga sensorial.

Recuerda que la falta de sueño produce irritabilidad, disminución de la atención y agotamiento durante el día y puede aumentar la hipersensibilidad a los estímulos cotidianos.

2. Mantener una dieta saludable

De manera adicional, seguir una dieta completa es fundamental para mantener el funcionamiento de nuestros sentidos. Por ejemplo, recuerda mantener un nivel óptimo de azúcar y evita comer alimentos ultraprocesados.

Una buena idea es hacer al menos cinco comidas al día. Puedes también optar por tomar varios refrigerios pequeños durante el día para evitar las molestias asociadas a la sensación de hambre.

3. Reducir el consumo de bebidas estimulantes

Así mismo, intenta reducir o, si es posible, eliminar el consumo de bebidas estimulantes como el café, el té o los energizantes. Este tipo de bebidas tiene como finalidad ponernos alerta y mejorar nuestra concentración por lo que es fácil intuir que, si eres una persona muy sensible, esto no generará una respuesta positiva en tu organismo. Aunque hay personas que no les afecta

4. Rutinas apropiadas y flexibles

Sumado a lo anterior, procura establecer rutinas amables contigo mismo. Estas deben ser lo suficientemente estrictas para que te permitan poner en orden tus actividades, pero al mismo tiempo no producirte la sensación de que eres prisionero de tu propia programación.

Por supuesto, tu rutina debe también tener tiempos para relajarte en caso de que estés expuesto a alguna sobrecarga sensorial.

5. Un espacio en casa para relajarte

Intenta tener en casa un espacio para ti, en el que puedas estar en silencio y donde difícilmente puedas ser interrumpido.                            Esto te permitirá tener un refugio sensorial en el que puedas descansar y recargarte.

6. Aislamiento auditivo

Teniendo en cuenta que el ruido puede generar una profunda sobrecarga auditiva en las personas altamente sensibles, el uso de tapones puede ayudar a la concentración y a evitar la sobreestimulación.                                                                                   Del mismo modo, evita frecuentar lugares ruidosos y opta por espacios tranquilos donde sean protagonistas los sonidos naturales.

7. Evitar estímulos lumínicos excesivos

Otro consejo que puede resultarte muy útil es que mantengas en casa un esquema de luces suaves que te ayuden a permanecer relajado.                                                                                                Por otro lado, evitar los lugares con mucha luz y, cuando sea posible, utiliza lentes oscuros para exponerte al sol o a luces demasiado deslumbrantes. En caso de que sientas molestia.

8. Evita las multitudes

Las situaciones que implican encuentros multitudinarios suelen convertirse en una causa de hiperestimulación en general para las personas altamente sensibles.

Por lo tanto, es importante evitar las multitudes y, de ser posible, optar por eventos pensados para pocos asistentes.

Programar las compras fuera de las horas punta o de las temporadas de alta afluencia de clientes puede aportar considerablemente a tu bienestar.

9. Busca la naturaleza

Por supuesto, en la naturaleza encontrarás un espacio en el que podrás relajarte y alejarte de los fuertes estímulos sensoriales de las ciudades.

Cada vez que te sea posible planea una salida al campo y reconéctate con el entorno natural.

10. Haz amistades que no te juzguen

Una importante fuente de estrés de las personas altamente sensibles es la preocupación de ser señalado por sus amigos y seres queridos como alguien rao, caprichoso o tiquismiquis.

Por lo tanto, es fundamental rodearte de personas que comprendan tu situación y que te permitan sentirte escuchado y valorado en esos momentos en los que el mundo te desborda.

11. Explora tus talentos artísticos

Una excelente forma de aprovechar tu sensibilidad es explorando tus talentos artísticos. Puede que tengas un músico o un fotógrafo escondido en tu interior y que aún no lo sepas.

El acercamiento a tu creatividad te permitirá tener un campo en el que puedas descargarte de la sobrecarga sensorial e incluso convertirla en arte.

12. Aprende a decir “no”

Fortalecer tu asertividad y aprender a decir “no” cuando no te sientas con tiempo o disposición de asumir algún compromiso será fundamental para incrementar tu bienestar físico y emocional.

En muchas ocasiones, la sobrecarga sensorial puede aparecer por no saber ordenar las prioridades del día a día o por asumir demasiadas responsabilidades.

13. Acéptate

Aprender a aceptarte es un paso importante para llevar una vida más feliz y plena.

Otros consejos

1. Identifica tus desencadenantes

Reconoce tus desencadenantes personales de sobreestimulación y busca formas prácticas de reducir su impacto en tu vida diaria.

Por ejemplo, reconocer cuándo necesitas tomar un descanso y retirarte a un lugar tranquilo cuando te sientas abrumado por los estímulos o las emociones.

Este simple ajuste hará una gran diferencia en tu vida diaria y te permitirá lidiar mejor con la sobre estimulación y la ansiedad que genera la alta sensibilidad.

2. Reconoce tus cualidades positivas

Dedica tiempo a cuidar de ti mismo, encuentra tu equilibrio y celebra tus cualidades como PAS, como la creatividad, la lealtad y tu aprecio por las artes.

Asimismo, practica el autocuidado. Realiza breves retiros y actividades de relajación para gestionar tus emociones y reestructurar tu pensamiento

3. Afronta el estrés de manera positiva

En lugar de evitar situaciones estresantes y ansiosas, busca técnicas para afrontar el estrés y la ansiedad que estas te despiertan. Por ejemplo, puedes aplicar técnicas como la respiración profunda y la meditación.

Cuando te enfrentas a una situación estresante que despierta tu sensibilidad, tomarte unos minutos para centrarte en tu respiración, inhalar y exhalar profundamente te puede ayudar a calmar.

También, puedes incorporar a tu rutina diaria ejercicios suaves, como yoga, taichí o caminatas, en tu rutina para mantener la calma y el bienestar físico y emocional.

4. Comunicación abierta

Comunicar tus necesidades a las personas que te rodean es fundamental, no solo para evitar estímulos molestos, sino también para construir relaciones más sólidas.

Es importante que aquellos que te rodean comprendan la naturaleza de experimentar emociones intensas y estén dispuestos a colaborar contigo para encontrar soluciones juntos.

Al promover un ambiente de apoyo y comunicación abierta, podrás navegar de manera más efectiva a través de los altibajos emocionales, fortaleciendo tus relaciones y tu bienestar emocional.

5. Y si con estos consejos no terminas de encontrarte mejor… Busca ayuda profesional

Si consideras la terapia, elige a un profesional que esté familiarizado con las PAS y esté dispuesto a aprender sobre este rasgo para brindarte el apoyo adecuado.

Vivimos en un mundo complicado para las personas altamente sensibles.

Lo es porque son muchos, y en ocasiones muy intensos, los estímulos que nos rodean.

A pesar de los desafíos que puede presentar en una sociedad que valora la dureza y la extroversión, las PAS tienen dones únicos que incluyen la empatía, la creatividad y la apreciación de la belleza.

Con prácticas de cuidado personal y autoconciencia, las personas altamente sensibles pueden vivir una vida plena y enriquecedora que celebra su singularidad y contribuye positivamente al mundo que las rodea.

En resumen, ser una persona altamente sensible (PAS) es un rasgo de personalidad que conlleva profundidad en el procesamiento, una tendencia a la sobreestimulación, intensidad emocional y una gran sensibilidad a las sutilezas del entorno.

Así, en este programa hemos querido recoger algunas ideas que pueden ayudarte en determinados momentos, a no sentirnos abrumados por el entorno.

Recuerda que ser una persona altamente sensible no es una enfermedad, ni es una característica que tenga que resultar limitante. De hecho, si lo miras en perspectiva, ¡es casi un superpoder!

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