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Wu Wei El poder de la acción sin esfuerzo

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Wu wei El poder de la acción sin esfuerzo,  Wu wei significa, literalmente, la ‘no acción’ y el ‘no hacer’. Es un concepto chino del confucionismo y el taoísmo que te invita a ver la vida de otra manera.

Wu wei no es pereza. Significa aprender a dejar soltar y priorizar lo que en verdad importa en tu vida. Su traducción más reciente sería

”Acción sin esfuerzo”

El wu wey termina siendo un estado receptivo, una especie de experiencia psicológica que termina siendo intuitiva, cuyo valor es determinante para resolver cualquier situación.

Wu Wei es un término de origen chino proveniente del Tao te Ching de Lao Tsé que describe un importante aspecto de la filosofía taoísta en el cual la forma más adecuada de enfrentarse a una situación es «no actuar», aunque se hace mucho énfasis en la literatura taoísta en que no es lo mismo no actuar que no hacer nada.

¿QUÉ ES EL WU WEI?

El Wu Wei proviene del Tao, que es aquello que aún estando en reposo e inalterable, produce el cambio y el movimiento. Wu literalmente significa “no”, “negativo”, “no” o “ninguno” y Wei significa “acción”, “hacer”, “lucha”, o “esfuerzo”.

El Tao no es una religión es una filosofía de vida y no se puede definir con palabras, porque en ese momento le aplicaríamos adjetivos o conceptos previos, por lo cual ya no estaríamos hablando del Tao, por lo que entender el concepto puede variar de una persona a otra, sin embargo para aclarar la idea lo haremos a través de una imagen mental.

Imagina un río que corre por su cauce como eternamente lo ha hecho. Sigues la corriente que marca el rumbo que la barca debe navegar cuando desciende por el río.

De pronto una gran piedra obstruye el cauce del rio en la dirección que pretendías seguir. ¿Qué hacer a continuación? ¿Empujar la piedra? ¿sacarla de su posición? ¿Moverla? ¿Destruirla?

¿Y si en lugar de hacer tremendos esfuerzos permites a la barca seguir el rumbo por la dirección que guía la corriente?

Esa es la filosofía del Tao y el Wu Wei, no luchar contra lo que no se puede cambiar y continuar el Camino marcado.

El río es el Tao , un camino que lleva a cumplir el destino marcado y la piedra o un tronco o el obstáculo que sea, sencillamente está puesto porque tiene una función que debemos respetar, y aceptar que forma parte del camino tanto como nosotros.

¿Por qué luchar contra ello en lugar de tratar de conformar el obstáculo como una situación favorable?

¿CÓMO PRACTICAR EL WU WEI?

Una de las cosas más difíciles de hacer en la vida es decir “No”. A las invitaciones, a las solicitudes, a las obligaciones, a las cosas que todos los demás hacen.

Aún más difícil es decir no a ciertas emociones que consumen tiempo: ira, excitación, distracción, preocupación e incluso obsesión.

Ninguno de estos impulsos se siente como un gran problema por sí mismo, pero se desbocan, se convierten en un compromiso como cualquier otra cosa.

Si no se tiene cuidado, estas son precisamente las imposiciones que abrumarán y consumirán tu vida.

La práctica del Wu Wei en la vida diaria es posible, e incluso sencilla. No hay más que tomar conciencia de determinados principios, a continuación distintos ejemplos de la filosofía Wu Wei:

Céntrate en el presente y acepta el flujo y el curso de la naturaleza.

La clave del Wu Wei es la aceptación, de la misma forma que los estoicos, entender que todo lo que sucede está sucediendo conforme a un plan mayor que la propia inteligencia.

Se consciente del valor de la “no acción” en todas las situaciones.

Aunque actúes debes tener presente que también existe la opción de no hacerlo.

Desarrolla tu creatividad para decidir la variedad de formas en las que se puede intervenir en un asunto o conflicto y observa siempre el proceso del cambio.

Siempre hay que reflexionar antes de emprender cada acción.

Hay que reflexionar antes de actuar. No hay que olvidar que el universo está en un cambio continuo y todas las situaciones pasan de la inestabilidad a la estabilidad y viceversa. 

Antes de actuar en el exterior, de acuerdo al Wu Wei, es mejor actuar en nuestro interior, actuar en nosotros, tenemos que analizar nuestra situación frente al conflicto y evaluar si éste supone realmente un conflicto para nosotros o realmente no lo es.

Este trabajo interior siempre es necesario de realizar antes de cualquier tipo de intervención, para luego actuar de acuerdo al Tao.

Uno de los consejos del Tao que llevo años aplicándome es:

“Aprende a confiar en lo que está ocurriendo.

Si hay silencio, déjalo aumentar algo surgirá.

Si hay tormenta déjala rugir, se calmará.”

Actúa de acuerdo al Tao, para el bien común.

Actúa de acuerdo al Tao, para el bien común, sin que el motivo de tu actuación sea de tipo egoísta.

Nunca actúes en el fragor de la situación, hay que dejarla enfriar y observar hacia donde se dirige.

Nunca actúes cuando las emociones estén al “rojo”, hay que esperar a que se acerque la calma.

Busca la ley del mínimo esfuerzo en la actuación, lo que no tiene nada que ver con la pereza.

Y lo explico, si observamos la situación en la que queremos intervenir, veremos que hay distintas formas de actuar.

De todas ellas, el ataque directo y demoledor es el por lo general, el que mayor gasto requiere y si observamos el desarrollo de la situación, seguro que encontramos otra forma de actuar que no sea tan directa ni tan costosa y además siempre sabiendo elegir el mejor momento para actuar.

Para una acción realizada con sabiduría, las intervenciones deben ser mínimas y las estrictamente necesarias y deben estar realizadas sin violencia, es decir con la potencia mínima posible y la mayor suavidad.

Esto lo explica muy bien “ El arte de la guerra” del general Sun Tzu

La obra en si misma, es un canto a la sensatez del ser humano, no se trata de una obra pro-belica que impulse a luchar y a exterminar al enemigo a toda costa, sino más bien todo lo contrario, en palabras de Sun Tzu:

“El experto en el arte de la guerra, es aquel que no entra en guerra. El que obtiene la victoria sin entrar en batalla” Todo un ejemplo de la filosofía de Wu Wey.

Buscando la mejor forma de actuar de acuerdo al Wu Wei.

Hay que observar el funcionamiento del sistema sobre cual queremos intervenir y tener en cuenta que muchas veces, es mucho más fácil quitar los impedimentos para que el cambio se produzca, que luchar tratando de “empujar” ese cambio.

Para ello es necesario conocer a fondo la naturaleza humana que es la que por lo general opera por debajo del funcionamiento de ese sistema y de sus impedimentos.

Por lo tanto las acciones restrictivas suelen ser más eficaces que las impulsoras.

Ser agua

“El agua es suave y sin embargo puede con todo”. El aspecto Yin (lo femenino, lo suave), debe imperar sobre el aspecto Yang (lo masculino, lo fuerte) en nuestras acciones de acuerdo al Wu Wei.

Bruce Lee y el “Be water my friend”

Bruce Lee practicaba la mentalidad wu-wei. En un momento dado de su vida, no lograba hallar la calma interna, todo el mundo lo enfadaba, siempre andaba metido en líos y rara vez lo abandonaba su carácter reactivo.

Hasta que en un momento dado, algo cambió, la historia cuenta que un día salió a navegar y, en un momento dado, llevado por sus emociones y sus pensamientos cargados de frustraciones, Bruce terminó dando un golpe al mar.

A pesar de volcar toda su rabia sobre la superficie del agua, no se lastimó. Solo sintió la frescura del océano.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que el problema de su ira era él, dejó a un lado su enfado y su necesidad de tener el control sobre todas las cosas.

Sé cómo el agua. Amigo mío, sé cómo el agua que corre y nunca se estanca, sigue fluyendo”.

Este conocido comentario de Bruce Lee sobre el proceso de su autorrealización resume en realidad una de las tres cualidades del agua según el Tao,

Lao-Tse (literalmente ‘viejo maestro’) es uno de los filósofos más relevantes de la civilización china.

Se le atribuye haber escrito el Tao Te Ching, obra de referencia del taoísmo.

De acuerdo con este libro, el tao (o ‘camino’) puede verse como el cambio permanente.

Cierra tus ojos y verás claramente.

Cesa de escuchar y oirás la verdad.

Permanece en silencio y tu corazón cantará.

No anheles ningún contacto y encontrarás la unión.

Permanece quieto y te mecerá la marea del universo.

Relájate y no necesitarás ninguna fuerza.

Sé paciente y alcanzarás todas las cosas.

Sé humilde y permanecerás entero.

Cuando las cosas anheladas ya no se desean, llegan.

Cuando las cosas temidas ya no se temen, se alejan.

Poema de Lao Tse

La sabiduría contenida en este texto es toda una inspiración en estos tiempos actuales.

Dentro de este marco, se nos enseña a mantener la calma en medio del caos.

A obtener templanza y seguridad en medio de esta incertidumbre líquida.

Cualidades del agua según el Tao:

1 La primera de las cualidades del agua según el Tao es la humildad.

Es posible que en un primer momento nos resulte un poco complicado establecer alguna relación entre esta dimensión psicológica y cualquier escenario acuático.

Sin embargo, la tiene y es realmente inspirador.

El agua que fluye por un río en calma, en placidez y en armonía nutre la naturaleza.

Cuando su nivel es normal llega a las orillas, alimenta a los animales y favorece ese equilibrio idóneo para que todo funcione.

Ahora bien, cuando el río se vuelve arrogante y trae mayor caudal todo cambia.

La fuerza de su torrente provoca estragos. Arrastra la tierra, destruye entornos y afecta a todos los seres vivos.

Debemos integrar esa cualidad del agua caracterizada por la tranquilidad y la humildad.

Porque el que sabe bien lo que es y no desea aparentar algo que no es, siempre preferirá la calma a la violencia.

Y aunque en ocasiones derive en ella por causas externas, al final vuelve a su cauce.

Asimismo, optará en cada momento por esa serenidad donde promover el equilibrio natural.

2. El agua está atenta a la oportunidad

Entre cualquier dificultad, siempre existe un rinconcito donde se abre la luz de la oportunidad.

No importa lo agitado de nuestro entorno, no importan los cambios, las presiones o ese muro que de improviso se alza ante nosotros para quitarnos el paso.

Seamos como el agua. Hallemos esa grieta, esa debilidad ante nuestro oponente o esa dificultad por donde se abre un nuevo camino, una nueva oportunidad.

Entre las cualidades del agua según el Tao está esa, donde se nos recuerda lo hábil que puede llegar a ser esta sustancia vital.

Cuando algo está restringido o ante ella surge un obstáculo que le impide el paso, no dudará en dos cosas: aplicar una fuerza implacable para recuperar su libertad y hallar el punto más débil de ese muro para vencerlo.

No olvidemos que en cierto modo, el agua es una gran oportunista.

Ella nunca duda en cambiar de forma, escenario o posición para seguir avanzando, y siempre que atisba la más mínima opción de abrirse paso por donde desea, lo hará.

3. El cambio, una opción que realizar sin miedo

Pocos elementos son tan inspiradores y tendentes al cambio como el agua.

Pensemos en ello: cuando la temperatura es extrema puede convertirse en hielo o en vapor.

No dudará tampoco en cambiar de forma dependiendo de donde se halle.

Será un vaso si está en su interior, será insignificante si queda contenida en la grieta de una roca, recuperará su inmensidad si vuelve al océano y se convertirá en alimento si un ser vivo está sediento y la necesita.

El agua tiene poder y tiene carácter.

Sabe y entiende que nada es tan importante como proceder al cambio si es necesario.

Porque el medio ambiente y la naturaleza son hostiles en muchas ocasiones y quien no se adapta, no sobrevive.

Asumir estos principios que nos transmite las cualidades del agua según el Tao no solo nos puede inspirar, sino que también nos ayudará de muchos modos.

Seamos como el agua. Ya nos lo dijo Bruce Lee, pero no nos limitemos a ver estas cualidades del agua según el Tao como una mera y bonita metáfora.

Al fin y al cabo también nosotros somos naturaleza. Y la naturaleza, es la expresión misma del Tao.

Consulta el “I CHING”

Para tomar las decisiones adecuadas es muy conveniente consultar el “I Ching” o el libro de los cambios, donde se describen los arquetipos de múltiples situaciones que suelen tener su correspondencia con la situación que nos afecta. Su lectura y consulta, nos ayudará y tranquilizará mucho, además de sorprendernos.

Equilibra tu energía.

Tenemos que restablecer el equilibrio perdido entre el Yin y el Yang en nuestra vida diaria, donde realizamos un exceso de actividades de tipo Yang.

El calor (Yang) interno de nuestro cuerpo es excesivo, por lo cual nos movemos en la búsqueda externa continua de acciones, experiencias y además pensamos demasiado las cosas.

Necesitamos del Yin, del frío, del descanso, de la relajación y del “no hacer”, Y la mejor forma para empezar a hacerlo es disminuyendo nuestra autodisciplina diaria, poniéndola a examen y variándola.

Céntrate en tus asuntos propios.

 En lugar de darle vueltas y más vueltas a la situación o al problema. Es decir concentra tu atención en un solo aspecto, en lo que estés haciendo en ese momento.

Si estás caminando, céntrate y concéntrate en caminar tan solo. Si estás comiendo, céntrate y concéntrate solo en comer, de esta forma mantienes ocupada a tu mente y empiezas a darle un descanso, para que más adelante te plantee una solución al problema.

Entonces, con la mente más descansada, te podrás centrar en “no hacer nada? y avanzar en el descanso antes de decidir cuando y como actuar.

Primero descansa, toma distancia y aliento y luego evalúa la situación, ve como te afecta y si merece la pena tu actuación y cual será ésta.

Estas son algunas prácticas concretas que pueden ayudarte.

La práctica de meditación.

Respiración.

Recuperar horas de sueño.

Alejarse de pantallas.

Tomar el Sol.

Cuántas veces te has quedado mirando el deslizar de las gotas de lluvia tras el cristal? O las olas rítmicas en el mar? Siempre he sentido un influjo especial por el agua.

Cuando observo el agua en todas sus formas, siento que guarda algo de mí, como si en cada gota estuviera contenida una parte de mi historia. 

Es un espejo silencioso, que en su incesante movimiento, transporta la huella del pasado: las historias de los paisajes que ha surcado, las vidas que ha nutrido y las formas que ha moldeado. 

Cada gota de agua es un archivo de memoria, una conexión entre lo que fue y lo que será. 

Del mismo modo, somos el resultado de nuestras experiencias, moldeados por los desafíos y encuentros que marcan nuestro camino. 

Como el agua acaricia rocas, se adapta a fisuras y transforma el paisaje, nosotros también tenemos la capacidad de adaptarnos y evolucionar, fluyendo con la vida en perfecta armonía. 

Esta armonía no es una simple ausencia de conflicto, sino la capacidad de integrar cambio y continuidad, de abrazar tanto lo que conservamos como lo que dejamos atrás.

El agua nos enseña que su poder radica en su flexibilidad: puede ser torrente impetuoso, río sereno o vapor etéreo, y en cada estado conserva su capacidad de nutrir, moldear y transformar.

De igual manera, podemos superar barreras, transformar desafíos en oportunidades y dejar una huella significativa en todo aquello que tocamos.

Fluir como el agua significa abrazar la vida con confianza y apertura, reconociendo que la transformación no es una pérdida, sino una expansión. 

La esencia del agua nos recuerda que en la adaptabilidad reside la verdadera fuerza y que nuestra capacidad para fluir, crecer y transformar nos permite ser agentes de cambio en el gran río de la existencia.

 Y para terminar este pequeño poema que en su día guardé y que viene muy bien con la filosofía del Wu Wey

“Un día dejé de pelear contra lo inevitable.

Lo que duele, que duela;

lo que quiera nacer, que nazca;

y lo que tenga que ser, que sea.

La vida no es un campo de batalla constante, a veces es aceptar la tormenta y aprender a caminar bajo la lluvia sin perderte a ti mismo.”

Desconozco su autor

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