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CLAVES PARA ENCONTRAR LA PAZ INTERIOR MENTE SANA

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CLAVES PARA ENCONTRAR LA PAZ INTERIOR

La paz interior, como su propio nombre indica, no depende de las circunstancias externas, de lo que nos sucede, si no de la perspectiva con la que decidimos mirar la vida.

En palabras de Epicteto

“No nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede”.

Quien cultiva su paz interior transmite tranquilidad al resto del mundo.

¿Por qué? …..Porque la mente es como el agua.

Cuando está calmada puede reflejar la belleza de lo que le rodea. Sin embargo, cuando está agitada, da igual lo que tenga de frente, que será incapaz de reflejarlo.

Lo mismo pasa con nosotros. No será posible llevar una vida en paz  y saludable o relacionarnos bien, si en nuestra mente hay una gran tempestad.

Por eso es importante que tengamos en cuenta que la paz interior es una de las riquezas más grandes que puede poseer una persona.

¿Qué es la paz interior?

Tranquilidad no es lo mismo que paz. Algunos piensan que es lo mismo

El mundo actual nos vende una paz tranquila, artificial y anestesiada a la que podemos acceder simplemente colocando un cartel de “no molestar”.

Ese espacio de tranquilidad es importante, no cabe dudas, ya que nos permite descansar, pero no es la paz que necesitamos.

La paz interior es una sensación subjetiva de bienestar, es impalpable pero muy real ya que nos llena de una profunda tranquilidad y sosiego.

Se trata de un estado en el que nos liberamos de nuestras principales preocupaciones, miedos, estrés y sufrimiento.

La paz interior implica mucho más que liberarse de las emociones y sentimientos negativos, también significa ser conscientes de las maravillas de la vida y sentirse plenamente conectados con el universo y con nosotros mismos.

La paz interior es una sensación de calma en la que dejamos de luchar contra los pensamientos y las emociones negativas y perturbadoras.

Aunque eso no significa que no existan, sino que dejan de dominarnos y causarnos daño porque no les damos una importancia excesiva ni permitimos que se conviertan en preocupaciones recurrentes.

Es un estado en el que nos apartamos mental y emocionalmente de los problemas y conflictos cotidianos,

asumimos una distancia psicológica para disfrutar de la serenidad.

¿Se puede desarrollar la paz interior?

Muchas personas piensan que es imposible alcanzar la paz interior. Afirman que la vida cotidiana es tan incierta y a veces tan caprichosa, que no es posible encontrar la serenidad porque los problemas siempre están agazapados a la vuelta de la esquina, esperando para atacarnos en cualquier momento.

Es cierto. No se puede negar que la vida acarrea una gran dosis de incertidumbre.

La clave está en el Locus de control como se llama en psicología ya que es el grado de control que tenemos sobre lo que nos pasa, lo llamaré  “mando de nuestro destino” como el mando de tv pero de nuestro destino

Cuando tenemos un mando de control externo y cualquier situación tiene el poder de incidir negativamente sobre nosotros y hacernos perder la calma, es imposible encontrar la paz interior.

Las personas con un mando de control externo son como hojas movidas por el viento que no hallarán la paz ni siquiera en los mejores momentos porque estarán pensando en todas las desgracias que pueden perfilarse en el horizonte.

Sin embargo, eso no implica que sea imposible alcanzar la paz interior. Cuando tenemos un mando de control interno podemos decidir qué guerras vale la pena luchar.

Si en vez de limitarnos a reaccionar, tomamos el control y decidimos con qué actitud enfrentar los problemas tomando las riendas de nuestra vida, podemos aspirar a desarrollar una paz interior duradera.

Por tanto, la paz interior no es algo que se encuentra a lo largo del camino por casualidad, Es CAUSALIDAD porque es un efecto causa

Es una decisión personal, es algo que construimos de manera consciente poniendo en práctica comportamientos y pensamientos que nos conducen a la serenidad.

¿Dónde encontrar la paz interior?

Con palabras de Virginia Woolf: «no puedes encontrar la paz evitando la vida«, nos brinda una gran lección: la paz interior es algo que encontramos en nosotros mismos.

La paz que se consigue evadiéndonos de la realidad y de los problemas es una paz artificial que se hará añicos apenas la adversidad llame a nuestra puerta.

Eso significa que la paz interior no se construye únicamente en medio de la serenidad y la tranquilidad sino también en medio de la tormenta. La paz interior se templa en la adversidad.

Claves para alcanzar la paz interior

Dedica tiempo a la introspección

Dedica menos horas a los telediarios  y los noticieros  y más tiempo a explorar tu interior.

Cuando permites que tu mente absorba la negatividad que transmiten la mayoría de los medios, es muy difícil limpiarla.

No se trata de crear una burbuja feliz y artificial a tu alrededor, pero es conveniente que programes hábitos mentales menos tóxicos y que te asegures de pasar tiempo a solas contigo mismo.

No se trata de dar vueltas a los problemas sino de hacer las paces contigo mismo.

La paz interior proviene de sentirte cómodo con tus decisiones, pensamientos y emociones, y para ello necesitas actualizar constantemente tu autoimagen.

Acepta los pensamientos y emociones “negativas”

Encontrar la paz interior significa, ante todo, equilibrio.

Por tanto, no podrás hallar la serenidad si continúas batallando contra los pensamientos y emociones “negativos” o si pretendes ocultarlos en el lugar más recóndito de tu mente.

Para alcanzar la paz interior es necesario que practiques la aceptación, que aceptes estos pensamientos y emociones.

De hecho, cuando aprendes a vivirlos, perderán su poder sobre ti y lograrás liberarte de su carga.

Recuerda que los pensamientos y emociones “negativos” no te hacen daño, lo que te daña y arrebata la paz es aferrarte a ellos.

Evita la crítica destructiva

Todos tenemos la tendencia a comparar, sacar conclusiones y luego criticar.

Sin embargo, la crítica negativa es el peor enemigo de la paz interior.

La crítica no solo hace daño a quien es criticado sino también a quien emite ese juicio de valor.

Suele ser expresión de rigidez mental y rechazo a la realidad.

El problema es que la crítica negativa te sumirá en un estado de insatisfacción permanente que te aleja de la serenidad que pretendes alcanzar.

Eso no significa que debes aceptarlo todo, pero tienes que aprender la diferencia entre la crítica constructiva que da pie a un cambio positivo y la crítica destructiva cuyas consecuencias siempre son negativas.

Se trata de aprender a no juzgar y ser más tolerantes y flexibles.

Simplifica tu vida

¿A veces te gustaría que el día tuviese más de 24 horas?

No puedes alargar el día, pero puedes simplificar tu vida, de manera que aproveches mejor cada minuto.

Cada cierto tiempo, es conveniente que te detengas y te preguntes si estás haciendo lo que realmente te gusta o si estás perdiendo el tiempo inútilmente.

Piensa en cómo puedes simplificar tu vida para que puedas dedicar más tiempo a las cosas que realmente te importan y te brindan felicidad y satisfacción.

Recuerda que la madurez no está en añadir cada vez más, sino en restar y necesitar cada vez menos para ser feliz.

El hogar y la amistad como santuarios

El hogar es el lugar más importante del mundo porque es el espacio íntimo y primario de una persona.

Por lo mismo, ningún esfuerzo es demasiado para convertirlo en un lugar de paz y armonía, a través de la disposición de los objetos, de la atmósfera que se construye por medio de los aromas, los sonidos y la luz, y de los simbolismos que están presentes.

El hogar debe propiciar la paz interior. Ser nuestro templo

Ir a la naturaleza, una vía para encontrar la paz interior

El ser humano tiene un vínculo intrínseco con la naturaleza.

Ir a la naturaleza es una vía para encontrar la paz interior, precisamente porque propicia un reencuentro con una zona profunda de nosotros mismos.

El sol, el agua, las plantas, el cielo y todo lo que conforma el entorno natural son realidades que nutren el cuerpo y la mente, pero que además tranquilizan y equilibran.

Practica la gratitud

No dejes que pase un solo día sin sentirte agradecido por algo. Siempre hay algo por lo cual dar gracias, solo hay que aprender a valorar las cosas que damos por descontado, como el simple hecho de vivir o de tener a nuestro lado a personas que nos aman y a las que amamos.

Cuando empezamos a sentirnos agradecidos por lo que tenemos, en vez de quejarnos por lo que no tenemos, reencontramos un nuevo equilibrio interior.

La gratitud es una de las llaves que abre la puerta a la serenidad y la felicidad.

Habitualmente, cuando nos agradecen por algo, respondemos mecánicamente; “de nada”,

“no hay de qué”, sin tener consciencia de lo que ocurre ahí.

Una de las energías más luminosas y potentes que existen, es precisamente la de la GRATITUD, tanto es así, que abre todas las puertas en niveles superiores.

De manera que cuando nos digan “GRACIAS”, debemos decir “tomo tu agradecimiento”, mejor aún, “agradezco tu agradecimiento”, o fue un placer ayudarte o servirte, de esta forma se produce un efecto multiplicador hasta el infinito de esa energía luminosa, lo mismo que ocurre al poner dos espejos frente a frente, la imagen llega al infinito.

Al decir “de nada”, estamos desconociendo el real valor de esa energía, y también desperdiciándola.

Por esto no es conveniente que digas “de nada” mejor agradezco tu agradecimiento

Da sin esperar recibir a cambio

Muchas personas dan esperando recibir algo a cambio, convierten las relaciones interpersonales en relaciones comerciales.

Cuando no reciben la recompensa esperada, se enfadan.

Por eso, si quieres lograr la paz interior, debes despojarte del egoísmo y reencontrar el placer que implica el acto de dar, por el simple hecho de ayudar o hacer una buena acción.

Dar debe ser lo suficientemente gratificante de por sí.                              Siéntete bien contigo mismo por lo que has hecho.

Escuchar sin apropiarte de los problemas ajenos

La habilidad de escucha es compleja e involucra matices muy sutiles.

No es lo mismo que oír, porque implica un nivel de atención más elevado.

Tampoco es dejarse absorber por el interlocutor al punto de terminar fusionando la neurosis propia con la del otro.

Escuchar no es fácil; para hacerlo bien se requiere de madurez y sensibilidad.

La escucha ideal responde al otro con preguntas que le ayuden a que él mismo encuentre sus propias verdades.

Esto es lo que hacemos en psicoterapia.

No son muchos los que alcanzan este nivel, pero siempre se puede trabajar para acrecentar esa capacidad.

Aprende a estar plenamente presente

“Si te sientes deprimido, estás viviendo en el pasado, si te sientes ansioso, estás viviendo en el futuro.

“Si te sientes en paz, estás viviendo en el presente”, dice una frase sobre la paz interior de Lao Tzu.

Muchas veces vivimos agobiados porque estamos a caballo entre las culpas del pasado y las preocupaciones del futuro.

Aprender a estar plenamente presente, en lo que los budistas llaman “el instante eterno”, te permitirá encontrar la paz en lo que estás haciendo, sea lo que sea.

De hecho, puedes practicar diferentes ejercicios de meditación o mindfulness cotidiano, ni siquiera es necesario que te sientes a meditar.

No te aferres, deja ir

A lo largo de nuestra vida vamos acumulando mucho resentimiento y rencor, sentimientos que terminan haciéndonos daño y nos impiden lograr esa paz interior que tanto ansiamos.

Por eso, es fundamental que aprendas a dejar ir esos sentimientos y pensamientos que te afectan y mantienen atado al pasado.

También es fundamental que aprendas a practicar la ley del desapego, incluso con las metas que te has propuesto.

La vida fluye, si te aferras te quedarás estancado luchando contra la corriente, lo cual te agotará emocional y físicamente.

La técnica de visualización las “hojas del río” te ayudará a comprender que todo cambia.

Cierra los ojos e imagina un río cuya agua fluye rápidamente y se extiende a lo lejos, arrastrando consigo diferentes hojas.

Visualízate al lado de ese río.

No pases a la siguiente fase hasta que no hayas visualizado bien el río y su entorno, hasta que no sientas que estás allí.

Puedes recrear todos los detalles que necesites para hacer que la experiencia sea lo más real posible.

Ahora imagina ese pensamiento o emoción del cual deseas liberarte.

Por ejemplo, si quieres deshacerte de la tristeza, puedes imaginar cómo sale de tu interior y adquiere una forma.

Puedes darle la forma y el color que desees. Puedes imaginarla como una esfera negra pero recuerda que mientras más detalles le des, más eficaz será el ejercicio.

Imagina su textura, tamaño y peso. 

Ahora tómala entre tus manos y deposítala en una de las hojas que están flotando en el río.

Déjala allí y observa cómo la corriente la arrastra, cada vez más lejos de ti, hasta que la veas desaparecer por completo.

Mientras se pierde de tu vista, siente cómo la tristeza (o el pensamiento u emoción que hayas elegido) te va abandonando.

Resumiendo en 5 consejos para conseguir la paz interior

Presta atención solamente a aquellas cosas que te dan energía positiva.

Vive solo el momento presente.

Aprende a mantenerte en tu centro.

Vence tus miedos.

Deja ir lo que no es bueno para ti.

Aprende a ser tu mismo/a.

Recuerda, si deseas encontrar la Paz interior tan solo has de seguir estos sencillos pasos:

Encontrar la paz interior en un mundo ansioso es posible siempre y cuando nos lo propongamos decididamente.

Aquieta tu mente

Belleza para vivir

Una mañana llegó a las puertas de la ciudad un mercader árabe y allí se encontró con un pordiosero medio muerto de hambre.

Sintió pena por él y le socorrió dándole dos monedas de cobre.

Horas más tarde, los dos hombres volvieron a coincidir cerca del mercado:

– “¿Qué has hecho con las monedas que te he dado?”, preguntó el mercader.

– “Con una de ellas me he comprado pan, para tener de qué vivir; con la otra me he comprado una rosa, para tener por qué vivir…”

Cuento ZEN

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