Blog

DISFRUTAR DEL MOMENTO

Publicado el

DISFRUTAR DEL MOMENTO

¿Alguna vez has pensado cuántos días realmente disfrutas de principio a fin?

¿Quisieras poder “suprimir” ese mal día y que la felicidad nunca falte en tu vida?

Muchas veces, nuestros días se vuelven rutinarios.

Nos despertamos, duchamos, desayunamos, vamos al trabajo, volvemos, cenamos y dormimos. Todo en piloto automático.

Por consiguiente, es muy común terminar el día con una sensación de vacío.

No disponemos de tiempo para pensar, y en el momento de dormir, nos abordan todo tipo de pensamientos.

Ocasionalmente, podemos sentirnos disconformes con nuestra vida.

Si piensas que este es solo un día más en tu vida, te equivocas.

No es solo otro día, es el único día que se te ha otorgado, el hoy.

La vida te lo ha permitido, es un regalo, es todo lo que tienes aquí y ahora. Y la única respuesta apropiada a ese regalo es disfrutarlo, agradecerlo.

En una palabra, vivir el presente.

Vivir el momento presente implica afrontar con una actitud de apertura todo lo bueno y malo que nos ocurre; nos permite disfrutar de cada situación, ser conscientes y coherentes con nosotros mismos y con nuestro alrededor.

La importancia de vivir en el momento presente.

¿Sabes que hay muchas personas que invierten alrededor de un 70% de su tiempo recordando sucesos pasados, o creando situaciones con “momentos perfectos”?

Dicen que dedicamos únicamente un 30% de nuestro tiempo a vivir de forma plena el momento presente.

Siempre les digo a las personas que acompaño en consulta que no es malo recordar aquellos momentos que nos hicieron felices, ni tampoco visualizar situaciones ideales para nosotros.

Sin embargo, el problema principal ocurre cuando nunca logramos ser felices con el momento presente.

Es habitual que las personas pasen tiempo imaginando que serán felices cuando logren tener una vida estable; cuando tengan dinero suficiente para viajar; cuando encuentren pareja; cuando tengan un hijo; cuando consigan un buen trabajo o un ascenso en el suyo.

Te repito, no es negativo o malo tener objetivos que sabemos que al conseguirlos nos van a dar un chute de energía positiva; el problema es pensar equivocadamente que nuestra felicidad solo depende de la consecución de estos objetivos.

¿Por qué es importante vivir en el momento presente?

El presente es la única realidad que tenemos a nuestro alcance; mientras que el pasado ya ha quedado atrás y el futuro aún está por llegar.

Muchas veces me preguntan                                                             “¿Qué es vivir el momento presente?”.

La respuesta siempre es la misma: se trataría de aprender a reconocer nuestras emociones y sentimientos, y aceptarlos tal y cómo son.

Siendo capaces de evitar que la tristeza por sucesos pasados o la ansiedad e incertidumbre por el futuro nos paralicen.

Repito…Vivir el momento presente implica afrontar con una actitud de apertura todo lo bueno y malo que nos ocurre; nos permite disfrutar de cada situación, ser conscientes y coherentes con nosotros mismos y con nuestro alrededor.

Y, ¿por qué es tan difícil vivir en el aquí y ahora?

Es habitual que nuestros horarios estén llenos de responsabilidades y deberes que nos exige la sociedad en la que vivimos                                  y que nos animan a vivir de forma totalmente inconsciente con el piloto automático activado.

Dedicamos mucho tiempo a preocuparnos por situaciones que han ocurrido y/o que van a ocurrir.

Toda esta circunstancia nos lleva a focalizarnos en esas circunstancias o a evitar el dolor emocional, sin darnos cuentas que esto nos impide vivir con plenitud y disfrutar del aquí y ahora.

Para vivir el momento presente tenemos que estar dispuestos también a experimentar y sentir ese dolor emocional, a enfrentarnos a el y a aprender a gestionarlo.

Desde pequeños se nos enseña a que dedicarnos tiempo a una mismo y al autocuidado es signo de profundo egoísmo.

Se nos enseña a que debemos controlar nuestras emociones y que las emociones malas hay que eliminarlas.

Atención: las emociones no se pueden ni se deben controlar, si las sentimos es por algún motivo.

Nos quieren decir algo, nos proporcionan información y si intentas controlarlas van a acabar por intensificarse.

Por ello, intentar esconderlas o evitarlas no va a ser la solución ya que vas a esconder los problemas que hay detrás de estas emociones, y estoy plenamente seguro de que cuando menos te lo esperes van a llamar a tu puerta y probablemente de forma mucho más intensa.

Vale y ahora qué, si no puedo esconder o controlar mis emociones ¿qué puedo hacer?

Puedes elegir sentirlas y experimentarlas, tanto aquellas positivas como las negativas.

Si te permites sentir aquello que sientes, pensar aquello que piensas y actuar de acuerdo con todo esto, vas a vivir la vida que quieres vivir, la que hayas elegido y la que merece la pena vivir.

Pensar en el futuro nos puede hacer olvidar que hay un presente, un ahora.

De ti depende hacer tuya esa famosa cita de John Lennon que dice que la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes o, por el contrario, empezar a vivir el momento presente.

Hacer planes está bien, tener objetivos y metas es necesario, tener un plan para el futuro es fundamental para crecer y avanzar.

Pero no puedes olvidarte que tu corazón late ahora también.

No puedes descuidar el día de hoy, el momento presente.

-André Gide- Premio Nobel de Literatura en 1947 dijo…

“Si de verdad quieres ser feliz, no caigas en la tentación de comparar este momento con otros momentos del pasado, los cuales no supiste disfrutar porque los comparabas con los momentos por venir”

No pienses tanto en el mañana: Solo tienes garantizado el hoy

El momento presente es donde se forja el porvenir.

Las decisiones que tomes ahora, las experiencias que vivas hoy serán algún día pasado cuando el futuro se convierta en presente.

Pero quién sabe lo que ocurrirá mañana.

Ama hoy, vive hoy, agradece hoy, cuídate hoy.

Tal vez luego sea demasiado tarde.

Tal vez el mañana no llegue nunca.

No dejes que los sueños te arrastres mientras te olvidas de vivir.

“No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja”.

Edmond Gouncourt-

No te olvides de acariciar a tus seres queridos, de decirles que les quieres, de dedicarles algo de tu tiempo de forma consciente, de besarles, de recordarles lo mucho que significan para ti, de dedicarles una sonrisa sincera. No esperes a que sea tarde.

Habla, escucha, toca, observa.

“Cuando no hablas hay un montón de cosas que terminan sin ser dichas”

-Catalina Gilbert-

Deja de tomar todo tan en serio

Todos los días hay problemas que gestionar y desafíos que enfrentar. Pero no todos tienen la misma importancia.

Sin embargo, por inercia, nos dejamos absorber por todos ellos en un afán por tener una vida perfecta, una vida controlada completamente.

¿Qué consigues con esto?

Lo que consigues es perder mucho tiempo.

Si todo lo valoras usando la misma escala dejarás de prestar suficiente atención a lo verdaderamente importante.

Simplificando y dejando de tomarte en serio algunas cosas podrás dedicarte a lo verdaderamente importante, esas que realmente merecen la pena.

“La vida es muy simple pero insistimos en hacerla complicada”

-Confucio-

Da prioridad a tu salud

Vive hoy pensando en tu salud física y mental, actúa respetando tu cuerpo y tu espíritu.

Sé consciente del valor que eso tiene para ti y para los que te quieren. Cuidándote alimentas tu autoestima y te sientes agradecido y vivo.

Agradece lo que tienes hoy

La dura realidad es que la vida es demasiado corta.

La buena noticia es que es suficiente si lo haces bien.

Y para hacerlo bien tienes vivir en el presente, sintiéndote agradecido por lo que tienes ahora, disfrútalo ahora, sin malgastarlo, respetándolo.

Lo que tienes es suficiente para ser feliz, tú “yo actual” es suficiente si eres capaz de encontrar el verdadero valor que tienes ahora.

Todavía puedes llegar a ser más, no hay duda.

Pero no podrás llegar a ningún sitio si no sabes dónde estás.

Vivir el presente sin condiciones

Siempre se ha dicho: “seré feliz cuando consiga jubilarme del trabajo”, “cuando logre llegar a la meta seré feliz” o “cuando tenga un día para descansar podré ser feliz”.

Muchas personas ponen condiciones a su felicidad. Esto es un gran error.

Nunca debemos pensar en la felicidad como una meta, cuando puede perfectamente estar en todo el camino.

La felicidad como meta dura solo un momento o unos pocos minutos.

Pero la felicidad en el camino durará toda tu vida.

El secreto de la felicidad consiste en abrir los ojos a todas esas cosas que suceden en nuestro presente, en el ahora

¿Crees que nunca pasa nada bueno o interesante?

No es que nunca pase nada, es que no hay momentos iguales.

Observa bien y te darás cuenta de que todos los días son únicos, nuevos y especiales.

Nada en esta vida se repite, de tal suerte que sin importar tu pasado o cuan incierto es el futuro, no debería importarte porque no existe, de lo único que estamos seguros es de nuestro ahora.

Decía -Jean de La Bruyère-

“Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.”

No existe ni el pasado ni el futuro, solo el presente

Este momento es lo único que tenemos seguro.

Aprende a poner atención plena a todo lo que hagas en este momento.

Disfrútalo, vive tu día consiente, despierto y atento.

Dedícate a cultivar esa reacción al gran regalo que es este día único y aprende a vivirlo como si fuera el primero y el último de tu vida.

¿Cómo puedo aprender a vivir el momento presente?

El presente es un momento que nos proporciona muchas situaciones de paz, aprendizaje, bienestar y alegría.

Sin embargo, es habitual que no sepamos cómo experimentar esa plenitud.

A continuación, voy a compartir contigo algunas herramientas que te van a ayudar a vivir el momento presente:

Suelta las mochilas del pasado: las situaciones pasadas en numerosas ocasiones ocupan gran parte de nuestra atención.

Existen personas que ocupan gran parte de su tiempo en añorar aquellos momentos que les hicieron felices o lamentándose por fallos cometidos en el pasado.

Esto es una carga muy muy pesada para llevarla toda tu vida.

Es fundamental aprender a ver las situaciones del pasado de una forma positiva, focalizándote en el aprendizaje de esas situaciones.

No puedes controlar todo aquello que te sucede: nuestro instinto de supervivencia nos lleva a intentar controlar todo lo que nos sucede.

Sin embargo, no todo lo podemos controlar y cuando anticipamos cada cosa que “nos podría ocurrir” estás dejando de vivir el presente y te muestras agobiado y estresado.

Esto lleva a pensar de forma obsesiva en tu futuro.

Meditación o Mindfulnes: (no hay mejor manera de aprender a vivir en el presente que la meditación.

Es un ejercicio a través del cual vas a practicar la atención plena. Vas a aprender a poner atención total a aquello que sientes y piensas en el momento presente.

El momento presente es lo único que tienes y el presente es lo único que hay (esta frase maravillosa es de una canción de Julieta Venegas “El presente”).

Te invito a que trates de poner atención plena a cada cosa que hagas. Vas a aprender a disfrutar cada día de forma consciente, despierto y atent.

Beneficios de la práctica de la atención plena:

Con la práctica de la atención plena vas a conseguir lo siguiente:

Vas a ser consciente de qué cosas son importantes para ti.

Vas a hablarte de forma más compasiva.

Vas a dedicar tiempo de calidad y presencia en todo aquello que realices.

Vas a vivir con propósito y sentido, realizando actividades que te llenan y que te conducen a metas importantes para ti.

Vas a aceptar tus experiencias interiores.

Espero que te ayude a iniciarte en este proceso de vivir el presente.

Y que poco a poco empieces a vivir de forma más consciente, aceptando tus sentimientos, emociones y pensamientos.

Te proponemos algunas actividades para comenzar a vivir el presente. No dudes en ponerlas en práctica.

1. Empieza abriendo tus ojos para vivir el presente

Maravíllate de todo lo que puedes ver, de todos esos hermosos colores que están ahí solo para que los aprecies.

Observa el cielo y admira cómo cambia momento a momento.

Generalmente pensamos en el clima como “malo” o “bueno”. No obstante, incluso hoy tenemos un clima único que nunca volverá a estar de esa forma.

La formación de las nubes nunca volverá a estar como ahora. Maravíllate con el paisaje, la flora y la fauna que te rodea.

Es un momento único.

2. Ve a un parque o a algún otro lugar al aire libre que te guste

Te recomendamos apagar el móvil un instante.

Siéntate cómodamente y nota cómo es el aire ¿frío, caliente o templado?

Pon atención a todos los olores que percibes.

Escucha todos los sonidos que llamen tu atención.

Observa todo lo que te rodea y piensa cómo es y cómo te sientes.

3. Date un baño y pon atención en ello

Imagina que acabas de llegar al mundo y es la primera vez que tomas un baño.

Siente el agua en tu piel, el olor del jabón, la temperatura del agua, el ruido que hace al caer, todo.

Aprovecha para relajarte, desconecta de todo menos de ti.

4. Mira a los ojos a las personas que conozcas

Cada una de las personas que te rodean es única.

Abre tu corazón y muestra tu aprecio con una sonrisa y un saludo amable.

Valora qué hay más allá del físico de esa persona; en su interior. Valora todos los momentos que has compartido con ella.

Piensa en qué inquietudes tendrá, en sus valores, en sus actos, sus pensamientos y temores.

Una persona es un universo único.

Valóralo como se merece.

5. Deja atrás la necesidad de control

Controlar todo lo que sucede en nuestras vidas es un imposible y eso está bien.

De hecho, una de las cosas más bellas de la vida es su capacidad para sorprendernos cada día.

Así que deja de lado la pretensión de que todo lo puedes controlar y haz las paces con la incertidumbre.

¿Las cosas no salieron como esperabas?

Acepta lo sucedido, vive la experiencia y aprende de los errores.

Sin embargo, eso no significa que adoptes una actitud pasiva y sumisa ante la vida.

Al contrario, lo ideal es que empieces a identificar aquellas cosas que están bajo tu control y qué no.

Te damos una pista: no podemos controlar los sucesos externos, solo cómo reaccionamos ante ellos.

Recuerda la regla del 90/10

El principio 90-10 cuyo autor es Stephen Covey, explica que el 90% de las cosas que nos pasan en el día a día dependen de nosotros mismos y que tan solo un 10% no dependen de nosotros.

6. Sé agradecido

La gratitud es pieza fundamental para evitar las preocupaciones y enfocarnos en el presente.

Pues, con esta actitud, realmente valoramos lo que tenemos y nos sentimos satisfechos con ello, por más pequeño que sea.

Así que, en lugar de pasarte la vida angustiándote por  lo que te falta, empieza agradeciendo por lo que ya tienes:

salud, un espacio al que llamas hogar, amigos y familiares que te aprecian, un trabajo estable, etc.

Una vez que empieces a darte cuenta de todas aquellas por las cuales sentirte agradecido, valorarás mucho más el momento presente.

7. Vivir el presente y trabajar la actitud

No te preocupes, solo piensa en ello y vuelve a fijar tu atención en tu respiración, en lo que te rodea y en cómo estás.

Mantén tu actitud positiva, disfrútala y, lo más importante, sonríe.

“A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa puede ser la fuente de tu alegría.”

-Thích Nhất Hạnh-

Recuerda, en algun lugar del mundo alguien está luchando por conseguir lo que tu tienes.

Agradece disfrutando de esa enorme cantidad de regalos que te ha dado la vida hoy.

Abre tu corazón a todas esas bendiciones y deja que la felicidad fluya en tu vida, simplemente por que puedes ver, sonreír, tocar, simplemente porque estás vivo y entonces, realmente será el mejor día de tu vida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *