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RECOMENZAR

RECOMENZAR

Cada uno de nosotros necesitamos darnos la oportunidad de volver a comenzar en algunas áreas de nuestra vida.

Tal vez necesitemos un nuevo comienzo con nosotros mismos, tal vez la frustración o el desánimo nos abruman por causa que lo que un día nos propusimos y no se logró.

Pero los comienzos no son fáciles, antes habrá que terminar los ciclos, recordemos que sin un final apropiado no puede haber un nuevo comienzo, todos vamos viviendo experiencias que nos marcan,

situaciones que implican sufrimiento, dolor, rabia, incluso hasta rencor por algo, ya sea este grande o pequeño.

Lo aceptemos o no, nos guste o no, vivimos cambiando continuamente y esto llega a ser parte de nuestro crecimiento, del aumento de nuestra fortaleza y nuestra madurez.

Son infinitas las situaciones que se pueden presentar en nuestra vida que impliquen perdidas, desapego y dolor.

En esas situaciones es necesario cerrar ciclos, no debemos mantener heridas latentes o quedar atascados en situaciones,

ni mantener conexiones enfermizas con lo que nos sucede ya que ello nos impedirá avanzar a otras etapas de nuestra vida.

Fue Charles Darwin quien lo dijo: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”.

Es parte de nuestra evolución y crecimiento pasar por experiencias difíciles, por ellos es de suma importancia cerrar los ciclos.

Hay que aprender a soltar, ya que si permanecemos aferrados a lo que ya no está, a lo que se fue, entonces no podremos ver las oportunidades que se nos presentan en el camino.

Esto nos lleva a un desequilibrio que nos roba la energía vital.

Supone dejar de lado quién hemos sido hasta ahora y afrontar cambios radicales como reinventarse. Y no solo eso.

En el camino también habrá que superar miedos, replantear ideas, conceptos, transformar objetivos, estructuras, comportamientos… Es ciertamente, un reto complicado pero no imposible.

Mario Alonso Puig médico, cirujano y, por encima de todo, experto en reinvención. En su libro «Reinventarse. Tu segunda oportunidad», el doctor Puig ofrece una serie de consejos para que las personas que quieren reinventarse afronten este proceso largo y difícil con mayor seguridad.

— Una crisis, del tipo que sea, es un punto de inflexión y uno nunca puede quedarse como estaba. Por eso, nos hundimos o nos elevamos, nos bloqueamos o nos superamos.

Reinventarse no significa cambiar quién se es, sino cambiar la forma de ser y de estar en el mundo.

Para ello, uno ha de salir de su zona de confort, de su ámbito conocido y familiar.

Esto genera en las personas un intenso miedo y con frecuencia una gran angustia.

— Lo más importante que deben hacer es cambiar su mentalidad. Hace falta grandes dosis de humildad y de coraje para empezar de nuevo. Por eso, en mi experiencia, la reinvención va unida a un gran crecimiento interior.

— Hay personas que tienen lo que se denomina una homeostasis del riesgo más alta y, por eso, les es menos difícil atreverse más en la vida.

La homeostasis es la capacidad de un organismo para mantener un ambiente interno estable y relativamente constante, a pesar de las fluctuaciones del entorno externo. 

Es un proceso esencial para la supervivencia y el funcionamiento adecuado del cuerpo, ya que permite que los sistemas corporales operen dentro de rangos óptimos

También hay personas que encuentran una motivación más profunda para ese paso en medio de la incertidumbre.

— Volver a empezar ocasiona un cambio muy importante en la propia mentalidad.

El impacto psicológico es muy positivo porque se es mucho más consciente de los verdaderos talentos y capacidades que se tienen.

Esto se traduce en un gran aumento de la confianza en uno mismo, que es uno de los elementos clave de cualquier éxito.

el ‘click’ en reinventarse

— Me gusta llamar a ese ‘click’ el punto de insatisfacción inspiradora.

Es decir, ese punto donde alguien descubre la absoluta necesidad de cambiar porque ya no se puede seguir como antes, o ese punto donde alguien siente la inspiración de llevar su vida a otro nivel.

Si no se llega a ese punto, es raro que se produzca la reinvención.

Podríamos decir que es como la salida de “la noche oscura del alma”

El reto de recomenzar y más exactamente reinventarse

Para reinventarse es imprescindible tener las emociones negativas bajo control.

Y el primer reto será vencer al miedo, porque este miedo paraliza. 

El temor al fracaso, a cambiar de rutina al esfuerzo, es un importante bloqueador del cambio.

Pero… el miedo se puede superar. Es eficaz centrarse en resultados y en los medios.

También hacer trabajar a la mente; imponerse deberes: salir todos los días a buscar oportunidades, aprender de los que han tenido éxito…  

Pero….. el camino puede ser arduo y deberá vencer el desaliento, el pesimismo y la negatividad.

Este tipo de sentimientos genera falta de activación. Además son peligrosos.

Hoy sabemos que el pesimismo se contagia fácilmente.

Y no solo eso; también que nuestras expectativas pueden llevarnos a tomar decisiones que nos hagan cumplir los malos augurios.

Es el efecto de la “profecía autocumplida”. Así que si comprueba que la información le afecta, aléjese de ella.

Evita lo que le transmita negatividad. Disciplínate. Eres un ser único.

Aunque a otros le vaya mal, si luchas podrás lograr tus objetivos.

Así que dedica tus energías a cultivar el optimismo. Hay muchas razones para hacerlo.

Los optimistas poseen una fisiología de utilidad biológica para luchar contra la adversidad.

Para reinventarse debes enfocarte en lo que deseas y desarrollar mensajes de aliento que den fuerza y confianza.

Repetirlos frecuentemente: “necesito cambiar; voy a esforzarme por hacerlo y si insisto lo más seguro es que acabe teniendo éxito”. Sí. En el fondo es algo parecido al “Yes I can”.

Una vez con fuerza, es necesario evaluarse internamente. Pero lo malo es que dedicamos poco tiempo a ello; un error.

Para cambiar es imprescindible analizar nuestros puntos débiles. Pero sobre todo, analizar de qué recursos y fortalezas disponemos. Clave de la psicología positiva.:

¿Tienes claros tus puntos fuertes, las capacidades que tienes, lo qué estarías dispuesto a hacer…?

Haz tormentas de ideas. Seguramente tengas talentos en los que nunca ha reparado.

Dedica esfuerzo a esa tarea. Escribe.

Seguidamente analiza el exterior: ¿dónde pueden hallarse las oportunidades para reinventarse?

Es muy importante trabajar la persistencia. La eficacia de imponer rutinas para buscar ideas.

Disciplínate, trabaja a diario en ello, infórmate de la experiencia de quienes lo lograron.

Personas optimistas no ingenuos o pesimistas mal informados, son personas que se levantan a trabajar a currar por sus metas

Pero si deseas reinventarte, sobre todo deberás favorecer la creatividad. Dedicar tiempo diario a pensar ideas novedosas

Retar a hacerlo, Hacer lluvia de ideas , raras

Buscar personas ajenas con otras perspectivas

Y si crees que pierde el tiempo, debe saber que Google dedica parte de la jornada laboral de sus trabajadores únicamente a “pensar”. Esto aún no es frecuente. Una pena. Parece rentable.

Y cuando tengas clara la estrategia, lánzate a ese cambio. Impónte un plan: Las claves más eficaces se encuentran:

Programar objetivos a corto plazo

Secuenciar acciones

Una vez emprendido el camino, procura no dejar días “de descanso”: dedica un tiempo fijo diario a tu plan de cambio

Ser riguroso en el cumplimiento y seguimiento

Revisa tus logros regularmente

Si no hay cambios a corto plazo cambia acciones u objetivos como Edison, a la primera no consiguió que funcionara pero aprendió 1879 maneras de no hacerla

Lo más importante para impulsar el cambio son las personas.

Las que lograron transformarse, potenciaron la motivación, creación de ideas y el compromiso de los trabajadores.

Todos nuestros actos y decisiones participan emociones. Las positivas reducen cansancio, mejoran aptitudes, creatividad y rendimiento.

Se comprobó que los optimistas rinden entre el 65% y el 100 % más. Parece claro; trabajar emociones es algo clave en momentos de cambio.

La motivación aumenta enormemente con palabras de ánimo y reconocimiento o gestos: abrazar, saludar o sonreír.

El optimismo también puede mejorar. conviene asignar responsabilidades e insistir en que lo que hacemos tiene un objetivo.

Si no se viesen cambios es importante cambiar metas y acciones sin mucha demora.

Así que si trata de reinventarte, vela por tus emociones y tu estado de ánimo.

Pero recuerda también que hoy sabemos de la importancia de contrarrestar momentos de cansancio y desaliento con experiencias positivas.

Para ello, queda con amigos, programa experiencias que sirvan de refuerzo y satisfacción. Busca momentos de disfrute común.

Está demostrado sobradamente el poder energizante de este tipo de actividades.

Dedica también tiempo a la actividad física, ayuda a liberar tensión y aumenta el aporte de oxigeno al cerebro. Además potencia las capacidades y el rendimiento global.

En períodos difíciles, pasea suelen venir ideas.

Y recuerda: en todo este proceso, no te olvides de reforzar y dar aliento constante.

Cualquier persona puede transformarse, siempre que cuente con el aliento adecuado.

Es importante saber que el Universo nos ha dotado de un poder que nos capacita para llevar a cabo cierres y nuevos comienzos en nuestra vida.

Hoy quizás lo que necesitas es resurgir en tus sueños, en tus metas y en los objetivos que un día te propusiste y que por una razón u otra hoy están dormidos.

Recordemos siempre que «EL UNIVERSO NOS BRINDA SIEMPRE NUEVAS OPORTUNIDADES Y NUEVOS COMIENZOS”.

Aunque no estemos en el mejor momento de nuestra vida:

Nuestro nuevo comienzo se inicia cuando decidimos creer que todo es posible, cuando decidimos cambiar nuestra manera de ver las circunstancias.

Lo importante es no estancarnos en las estaciones del camino, sino más bien mantenernos enfocados en la victoria del Universo.

1. Céntrate en ti

Cuando la vida nos empuja a empezar de cero, y además no partimos de cero porque ya tenemos una experiencia, es el momento perfecto para ponernos en primer lugar, algo que muchas veces no hacemos.

Priorizarte no es un acto egoísta, sino de amor propio que te permite recuperar fuerzas y claridad para avanzar.

Tómate un momento para reflexionar sobre lo que sientes y lo que en realidad quieres.

No es fácil, pero reconocer tus emociones y tus deseos es el primer paso para encontrar un camino más alineado con tus necesidades.

Un ejercicio que útil es hacerte preguntas para conocerte mejor, interrogarte sobre tus valores, deseos y aspiraciones. Por ejemplo, «¿qué cosas en mi vida me hacen sentir vivo/a?» o «¿qué me detiene de lograr lo que quiero?».

Piensa en lo que ha cambiado en tu vida y te ha llevado a este punto, no para estancarte en el pasado, sino para entender tu realidad actual.

Desde allí es posible dar con soluciones y tomar decisiones más conscientes.

Ponerte como prioridad no es ignorar a los demás; es cuidar de ti para estar mejor preparado/a de cara a todo lo que venga.

2. Afronta tu duelo y despídete de tu anterior etapa

Recomenzar no significa ignorar lo que dejamos atrás, sino aprender a despedirnos de una etapa con gratitud y conciencia.

Esto implica pasar por un proceso de duelo que contribuye a liberar las emociones acumuladas y dar entrada a lo nuevo.

Mientras sigues adelante, es normal sentir nostalgia, dolor o miedo.

Para hacerlo de manera saludable, vívelo a tu ritmo. Medita sobre cómo esa fase te transformó y lo que aprendiste de ella.

Busca apoyo social: compartir lo que sientes con amigos, familiares o un terapeuta es bueno para aliviar la carga emocional y ayudarte a encontrar claridad.

Asimismo, considera pequeños actos que marquen la gran diferencia: escribe para liberar tus emociones, crea un ritual simbólico que cierre ese capítulo o simplemente agradece lo aprendido.

Estas acciones sirven para transformar el dolor en fuerza y proseguir con mayor ligereza.

3. Acepta tus emociones

En su libro Life is in the Transitions, Bruce Feiler, escritor y conferencista estadounidense, recopiló cientos de historias de personas que enfrentaron grandes cambios en la vida. Descubrió algo que nos une a todos: las transiciones son inevitables y, con ellas, llega una carga emocional intensa que debemos aprender a gestionar.

Es común el miedo, la tristeza o la vergüenza en estos momentos. Tal vez temes no saber cómo avanzar, lamentas lo que quedó atrás o te incomoda pedir ayuda. Pero el autor concluyó que experimentarlo no es debilidad, sino humanidad.

Además, reconocer esto y aceptarlo es crucial para convertir el caos en oportunidad.

Permítete vivir tus sentimientos. Nómbralos, déjalos fluir y reflexiona sobre ellos. Si te abruman, pruebas técnicas como la respiración consciente o el journaling para liberar lo que llevas dentro.

El journaling es la práctica de escribir de forma regular en un diario o cuaderno para reflexionar sobre pensamientos, emociones, experiencias y objetivos personales, sirviendo como herramienta de autoconocimiento, organización mental, creatividad y crecimiento personal.

A diferencia de un diario tradicional, el journaling se centra en la introspección y puede incluir dibujos, esquemas y otros elementos visuales para facilitar la comprensión y conexión con el mundo interior de una persona.

¿Qué implica el journaling?

Autoconocimiento:

Ayuda a entender tus pensamientos, identificar patrones mentales y creencias arraigadas.

Gestión emocional:

Permite expresar y procesar emociones, miedos y preocupaciones, lo que puede reducir el estrés.

Organización mental:

Sirve para ordenar ideas, aclarar pensamientos y fijar metas, simplificando la mente.

Creatividad:

Fomenta la expresión creativa a través de la escritura, dibujos y otros elementos visuales.

Planificación:

Permite analizar el pasado, organizar el presente y planificar el futuro de manera más efectiva.

Cómo practicar el journaling

Establece una rutina:

Dedica un momento específico del día para escribir, aunque sean solo unos minutos.

No hay reglas estrictas:

Escribe lo que sea que pase por tu mente, ya sean pensamientos, sueños o lo que te ocurrió durante el día.

Sé creativo:

No te limites solo a la escritura; puedes usar dibujos, mapas mentales, collages o incluso fotos.

Reflexiona sobre lo escrito:

Releer tus entradas te ayuda a ver tu progreso y a entenderte mejor.

Encuentra tu método: Adapta la práctica a tus necesidades y objetivos, ya sea en papel o en una aplicación digital, personalmente me gusta más el papel, porque cuando pasa un tiempo y veo que ya lo he superado, lo arranco del cuaderno. Lo arrugo y me dogo “esto ya fuera de mi vida” y lo lanzo a la papelera como un acto psicomágico .

4. Examina tu sistema de valores

Nuestros valores son como mapas que guían decisiones y nos conectan con lo que en verdad importa.

Para identificar tus valores, escribe una lista de los que consideras fundamentales y ordénalos según su importancia actual. Pregúntate lo siguiente:

«¿Estoy viviendo de acuerdo con mis valores?».

«¿Hay algún valor que estoy descuidando pero que es esencial para mi bienestar?».

«¿Qué momentos en mi vida reflejan mejor estos valores?».

Tomarte el tiempo para responder estas preguntas te da claridad; no se trata de juzgarte ni de hacer cambios radicales de inmediato. Más bien, es una oportunidad para reajustar el rumbo y asegurarte de que edificas una vida coherente con quién eres.

 Derriba creencias limitantes

A menudo, cuando nos enfrentamos a la posibilidad de empezar de cero en la vida, no es el mundo exterior el que nos detiene, sino esas voces internas que nos dicen «no puedes hacerlo», «es demasiado tarde» o «no eres suficiente».

Estas son creencias limitantes, ideas que adoptamos en algún punto de nuestra vida y que actúan como barreras invisibles.

El primer paso para derribarlas es identificarlas y preguntarte lo siguiente:

«¿Qué excusas me doy para no dar el primer paso?».

«¿Qué pensamientos recurrentes tengo cuando pienso en cambiar mi vida?».

«¿Son estas creencias ciertas, o podrían ser solo historias que me cuento a mí mismo/a?».

Una vez que identifiques estas creencias, desafíalas y transfórmalas en afirmaciones empoderadoras:

Creencia: «Soy demasiado mayor para aprender algo nuevo».

Reformulación: «La edad no define mi capacidad de aprender. Hoy tengo más experiencia y herramientas para lograrlo».

Cambiar la forma en que te hablas modifica tu perspectiva y abre nuevas posibilidades.

Atrévete a dar el paso, incluso si no estás seguro/a del resultado. Derribar esas barreras mentales te permitirá ver el potencial que está en ti.

Y para terminar este texto de Louise L Hay.

EL CAMBIO EMPIEZA EN TI…NO TE CRITIQUES.

Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te aceptas, tus cambios son positivos. Las críticas nunca cambian nada. Acéptate exactamente como eres ahora.

NO TE DES MIEDO A TI MISM@. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Esa es una manera terrible de vivir. Busca una imagen mental que te guste y sustituye tu pensamiento aterrador por una imagen de placer.

SÉ AMABLE Y PACIENTE CONTIGO MISM@.

Sé delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres.

SÉ AMABLE CON TU MENTE.

El odio hacia uno mismo es sólo odio a los propios pensamientos. No te odies ni te hagas daño por tener esos pensamientos, ámate a ti mismo cambiándolos suavemente.

ELÓGIATE.

La crítica destruye el espíritu y la energía interna. El elogio y la valoración lo construyen. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa.

DATE APOYO.

Encuentra formas de apoyarte a ti mismo. Busca amigos y permite que te ayuden. Ser fuerte es saber pedir ayuda cuando se necesita. Aprende a pedir para que los demás puedan aprender.

AMA TU NEGATIVIDAD. Reconoce que la has creado para cubrir una necesidad. Ahora estás encontrando nuevas y positivas manera de cubrir estas necesidades. Por lo tanto, puedes dejar marchar, con amor, tus viejos patrones negativos.

CUIDA TU CUERPO.

Aprende sobre nutrición. ¿Qué clase de alimentos necesita tu cuerpo para tener el máximo de energía y vitalidad? Aprende sobre ejercicio. ¿Qué clase de ejercicio puedes disfrutar? Ofrécete tiempo para descansar, aprende a relajarte física y mentalmente. Ama el templo en el que vives.

UTILIZA EL ESPEJO.

Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacía ti mismo mirándote en el espejo. Habla a tus padres mirándote en el espejo. Perdónales también. Al menos una vez al día dí: «Te quiero, te quiero tal como eres».

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