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El lenguaje no verbal

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El lenguaje no verbal

La comunicación no verbal o entender el lenguaje del cuerpo

Cuando inicié mis estudios de psicología recuerdo que todo lo relacionado con el lenguaje no verbal y el lenguaje corporal me llamaba muchísimo la atención, de hecho, una de mis primeras lecturas externas que empecé a leer fuera de las obligatorias, tenía mucho que ver con las claves de la comunicación no verbal.

La comunicación no verbal es capaz de transmitir mensajes completos sin necesidad de palabras. Incluso puede superponerse a un mensaje emitido verbalmente.

A la hora de transmitir un mensaje a nuestro interlocutor no solo es relevante el contenido, también lo es la forma.

El lenguaje no verbal se encarga, no de lo que decimos, sino de cómo lo hacemos.

Aspectos tan relevantes que pueden comunicar valiosa información por sí mismos, y complementar, aclarar o contradecir la información verbal.

En efecto, existen gestos con el valor suficiente para hacernos entender sin emitir una palabra.

Por ejemplo, cuando pedimos la cuenta al camarero moviendo la mano en el aire, o cuando envías un beso en la distancia. En ambos casos el mensaje se recibe claro y directo.

En otras situaciones la comunicación no verbal enfatiza o corrobora las palabras que se emiten.

Como ocurre cuando expresamos “no tengo nada que ocultar”, mientras mostramos las palmas de las manos.

Pero los hechos más conflictivos ocurren cuando la información transmitida por ambas vías es contradictoria.

Por ejemplo, cuando afirmamos “no me pasa nada”, mientras mantenemos el ceño fruncido y la mirada alejada del otro.

Es tal la importancia del lenguaje no verbal que, en estas circunstancias, se impone y es la información recibida por este canal la que nos resulta más fiable.

Esto se debe a que constituye una reacción más natural, espontánea y menos controlada que las palabras.

Por tanto, se interpreta como un reflejo más fiel de lo que verdaderamente piensa y siente la persona.

Conocer el lenguaje no verbal nos proporciona una ventaja social, pues nos ayuda a interpretar con precisión el estado interno del otro.

Pero, además, saber emplearlo con sabiduría puede ayudarnos a transmitir la información de forma que sea mejor recibida por nuestro interlocutor. Por tanto, explorémoslo más en profundidad.

Kinesia

La kinesia recoge los movimientos corporales, postura, gestos y expresiones con los que transmitimos información.

Dentro de ella encontramos elementos tan interesantes como la sonrisa, la mirada o el rapport.

Rapport es una palabra de origen francés (rapporter), que significa «traer de vuelta» o «crear una relación».

El concepto de Rapport proviene de la psicología y es utilizado para referirse a la técnica de crear una conexión de empatía con otra persona, para que se comunique con menos resistencia.

Rapport hace referencia al hecho de que cuando dos personas se encuentran en sintonía, se está produciendo entre ambas un interés y una escucha activa, ellas comienzan a adoptar las mismas posturas o movimientos corporales.

Esto se produce de forma involuntaria, pero podemos prestar atención y utilizar esta técnica en espejo para mostrarnos interesados en el otro.

Por otra parte, encontramos la postura corporal, de la que podemos deducir si la persona se encuentra relajada (cuerpo erguido y espalda recta), ansiosa (cuerpo rígido) o triste (encogido hacia delante).

Igualmente podemos inferir si se encuentra receptiva (brazos abiertos) o a la defensiva (brazos y piernas cruzados).                     Sin embargo, estas apreciaciones han de estar siempre interpretadas bajo el contexto correspondiente.

Proxémica

La proxémica versa sobre el grado de proximidad o distancia física que se establece entre varias personas durante una interacción.

Así, en función de la confianza estableceremos un mayor o menor cercanía física.

Hay que tener en cuenta que, dependiendo de las circunstancias particulares, acercar posturas puede interpretarse como una invasión o como una invitación a establecer una mayor intimidad.

Distancia íntima: no supera los 45 centímetros, por lo que permite hablar en susurros con el interlocutor.

Está reservada a personas con quienes se tiene una gran confianza e incluso un vínculo emocional, como amistades, familiares o pareja.

Personal: hasta 1,20 cm, es la utilizada en reuniones amistosas o de trabajo.

Social: hasta 3,65 cm de separación, requiere emplear un tono de voz más alto para comunicarse, por lo que está indicada para relaciones más impersonales, como pudiera ser el camarero de un bar.

Distancia pública: de 3,65 cm en adelante, es la utilizada en charlas o discursos para dirigirse a un grupo amplio de personas.

Paralingüística

Recoge aspectos como la entonación, la fluidez o el volumen de voz que utilizamos.

Estos elementos nos proporcionan valiosa información sobre el estado emocional (enfado si el volumen es alto o timidez si es bajo) y sobre la disposición o no a interactuar socialmente (ritmo modulado y fluido, o lento y entrecortado).

En definitiva, una gran parte de lo que transmitimos viene proyectado a través del lenguaje no verbal, por lo que hemos de estar conscientes de su importancia en ambas direcciones.

Si deseamos saber lo que verdaderamente siente otra persona, atendamos a sus gestos, expresiones o tono de voz.

Pero, también, aprendamos a regular nuestra propia comunicación no verbal para que nuestro mensaje sea recibido del modo que deseamos.

Recuerda en todo momento que tu cuerpo y tu actitud dicen mucho sobre ti.

Un buen entendedor puede interpretar tus gestos para saber qué es en realidad lo que estás pensando.

Conócete a ti mismo

Una práctica clave para dominar el lenguaje no verbal es conocerse a uno mismo.

Esta es la mejor forma de obtener información propia que sirva para saber cómo somos en realidad.

Es decir, que si nos fijamos bien, podemos observar cómo somos en realidad.

En un curso de comercial de banca que realicé hace años, en una de las pruebas que nos hacían, nos grababan en video, para que viéramos como utilizábamos el lenguaje no verbal.

Se trataba de un símil de convencer a alguien, para que abriera una cuenta en nuestro banco exponiendo todas las ventajas que ofrecíamos.

No os podéis imaginar cuanto aprendí al verme después en el monitor de TV. En aquella época hice más hincapié en lo que consideraba mis fallos , aún así, superé la prueba y me hicieron un contrato.

Puede parecer un ejercicio sencillo, pero no lo es en absoluto. Aunque sí que te resultará muy útil en todos los ámbitos de la vida, pues cuanto más te conozcas, más posibilidades tendrás de convertir tu vida en lo que realmente quieres que sea.

La cara refleja el alma

Dicen que la cara es el espejo del alma y su verdadero reflejo.

Es obvio que hay gente capaz de dominar el lenguaje no verbal para que otros no vean qué pasa en realidad por su mente y cuál es su estado de ánimo.

Pero, en general, por el rostro y la expresión de las personas se puede saber mucho sobre ellas.

La cara posee una enorme cantidad de músculos faciales con cometidos muy particulares.

Ellos serán los que muestren nuestro verdadero estado de ánimo.

De hecho, incluso hay una ciencia cuyas teorías se basan en los rasgos faciales.

Es la Morfopsicología. Por tanto, es evidente que se puede saber mucho de una persona por su rostro.

Ahora bien, ¿cómo se pueden ejercitar los gestos de la cara para evitar demostrar emociones y dominar el lenguaje no verbal?

Nuestro rostro y su musculación están creados para mostrar emociones básicas como la ira, la tristeza, la sorpresa o la alegría.

 Y en cada una de ellas hay implicados diferentes mecanismos

Mirar a los ojos

Una buena técnica para dominar el lenguaje no verbal es mirar directamente a los ojos. No olvidemos que esquivar constantemente la mirada de los demás demuestra una terrible inseguridad en uno mismo y una falta de confianza terrible.

Mientras tanto, el hecho de mirar directamente a los ojos a tu interlocutor te hace sentirte en una conversación de igual a igual, mostrando mucho menos de ti mismo, clave importante para dominar el lenguaje no verbal, pues solo enseñarás lo que de verdad quieres que la otra persona vea.

Sé natural

Para dominar el lenguaje no verbal, nada como ser natural y uno mismo.

Cuanto más te conozcas, menos preocupaciones tendrás de enseñar nada que no desees.

En este sentido, la forma de entablar relaciones con los demás será más sencilla y no tendrás preocupación alguna sobre lo que muestras o no a través de tus gestos.

Aprende a ser tú mismo y enfatizar los gestos que son propios de ti y obviar los manierismos y elementos que no pertenecen a tu verdadera naturaleza. Esos vicios adquiridos son fácilmente interpretables por los demás.

Mantén la calma

Mostrarse relajado y en calma es una forma sencilla de dominar el lenguaje no verbal.

La ansiedad y los nervios o el enfado hacen que mostremos en exceso nuestra forma de ser a través de los gestos y el rostro.

No olvides en todo momento ser tú mismo, natural, calmado y tratando de conocer cada parte de tu ser y tu forma de actuar.

Una vez tengas esa parte controlada, no te será difícil dominar el lenguaje no verbal.

Lenguaje no verbal y lenguaje corporal: Ejemplos y Técnicas

El lenguaje corporal hace referencia a la forma que tenemos de expresarnos y de comunicarnos con los demás a través del cuerpo y es que antes que la palabra existió el gesto, así que por algo será, ¿no crees?

De esta forma el lenguaje corporal es una manera de comunicación no verbal, basada en los gestos, las posturas, los movimientos del cuerpo y del rostro para trasmitir información.

Porque cuando hablamos, acompañamos esas palabras con movimientos corporales y de manera gestual.

A diferencia de lo que pasa con el lenguaje verbal, el no verbal, aparece y se realiza de manera inconsciente, sin que prácticamente nos demos cuenta de él, pero siendo el responsable del 93% de lo que trasmitimos según los resultados de diferentes estudios muy conocidos en este campo.

Ejemplos de lenguaje no verbal

Vamos a ver diversos ejemplos, fijándonos en las diferentes partes del cuerpo, que están presentes inconscientemente en la comunicación no verbal, para poder entender así un poquito mejor su significado.

Empezamos con los de la cabeza

Mantener el contacto visual

¿Cuántas veces has escuchado que la persona que no mira directamente a los ojos y que desvía la mirada no es de fiar?                    Ahí  lo tienes.

Aunque aquí también puede darse el efecto contrario y es que cuando te miran durante mucho rato y muy fijamente a los ojos, casi sin pestañear, y además se trata de una persona poco conocida, a veces puede provocar incomodidad, la duda y la falta de veracidad y mucho más en ciertas culturas como la inglesa. Así que cuidado aquí.

Pupila dilatada

El ser humano es psicosomático, esto quiere decir que el cuerpo influye en la mente y a la inversa. El deseo, el gusto, la atracción hace que nuestras pupilas se dilaten, así que cuando lo que vemos es agradable para nosotros y nos gusta mucho, la pupila se dilata de manera automática e inconsciente sin que podamos hacer nada para evitarlo.

Desviar la mirada hacia los lados

Es una acción que puede significar aburrimiento o distracción.

Guiñar un ojo

Complicidad y necesidad de acercamiento.

Levantar las cejas Es un indicador muy claro de sorpresa.

Abrir la boca Como en el caso anterior, sorpresa.

Levantar sólo una ceja Curiosidad.

Fruncir el ceño Se trata de un síntoma muy evidente de enfado.

Tocarse la nariz Cuando de manera inconsciente nos tocamos la nariz sin que nos pique o sin que la causa sean unas ganas tremendas de estornudar ,  puede significar que la persona está mintiendo, o también que la persona está enfadada y/o molesta por algo. Acordaros de Pinocho , le crecía la nariz cuando mentía

Morderse las uñas Símbolo muy específico y muy claro de nerviosismo.

Ocuparse la boca

Este gesto inconsciente significa inseguridad o la necesidad de tranquilizarme porque la persona esté nerviosa. En niños muy pequeños nos puede indicar la necesidad de volver a la seguridad de la madre.

Morderse el labio inferior Si se hace de manera suave, delicada y sutil es un gesto que indica atracción. Si, por el contrario se realiza de forma brusca, fuerte y contundente, llegando incluso a quedarse marcados los dientes, denota nerviosismo.

Mover los labios cerrados hacia los lados, de derecha a izquierda

Es un gesto característico de la toma de decisiones. Evaluación.

Falsa sonrisa

Si la sonrisa en de verdad, es natural y espontánea toda la cara reacciona y en la zona de alrededor de los ojos habrá arrugas, de lo contrario, sabemos cuándo una sonrisa es forzada e impostada si únicamente es la boca la que se mueve, quedando los ojos sin achinar.

Apoyar la barbilla sobre las manos

Su significado dependerá de cómo coloquemos la mano:

Si la palma de la mano está abierta: aburrimiento o falta de interés.

Si la palma de la mano está cerrada: puede significar que la persona está observando con atención y evaluando.

Rascarse el cuello Que una persona realice este gesto mientras te habla significa que no está seguro de lo que te está diciendo. Inseguridad.

Tocarse la oreja En ciertas ocasiones este gesto puede indicar las ganas de no querer escuchar las palabras que se están oyendo. Aunque también​ puede ser, si ocurre en una conversación entre dos personas, que una persona piense que la otra le oculta algo.

Cabeza alta y barbilla hacia adelante Cuando una persona realiza este gesto, nos puede indicar que la persona expresa agresividad y poder.

Asentir con la cabeza Si la persona con la que hablo, asiente con su cabeza, nos indica interés y que está de acuerdo con el mensaje que está recibiendo.

Pero cuidado aquí porque si el gesto se realiza varias veces seguidas y de manera muy rápida, a gran velocidad y algo brusca nos está insinuando que ya no quiere escuchar más y será el momento de callar o cambiar de tema.

Ladear la cabeza Es una señal de sumisión al dejar expuesta la garganta.

Dedos, manos y brazos

Tamborilear los dedos de la mano. Nerviosismo, impaciencia y/o preocupación.

Alzar el puño cerrado Victoria, muestra un extra de energía.

Puño cerrado con el dedo gordo hacia arriba o hacia abajo o “la señal del César”

Si el dedo señala hacia arriba nos indica clemencia, OK, visto bueno, lo contrario, cuando el dedo está señalando hacia el suelo, es un indicador de sacrificio, de derrota, de que las cosas no han ido como esperábamos, de falta de éxito.

Encogerse de hombros Hace referencia a no entender lo que está ocurriendo. No saber.

Cruzar los brazos Puede mostrar rechazo, desinterés o dar la sensación de que la persona está a la defensiva o poco abierta a la interacción. “Cerrado al mundo.”

Tocar el brazo del otro

Es un indicador de cercanía, de proximidad, de acompañamiento.

Cruzar un solo brazo por delante para sujetar el otro brazo

Falta de confianza en uno mismo, ya que con esta postura estás reflejando la necesidad de sentirte abrazado.

Juntar las yemas de los dedos

Significa confianza en uno mismo y seguridad. Si te fijas bien, es un gesto que vemos continuamente en los discursos políticos.

Meter o esconder las manos en los bolsillos

Pasotismo, falta de interés, desgana en la conversación o en esa situación concreta.

Unir las manos por detrás de la espalda

Indicador de confianza y de ausencia de miedo al dejar expuestos puntos débiles como el estómago, garganta y la entrepierna.

PIERNAS Y PIES

Cruzar las piernas

Cuando nos sentamos y cruzamos las piernas puede indicar una actitud cerrada, lo habitual es que a medida que la persona se sienta más a gusto con la presencia de la otra persona, su lenguaje corporal pasará a ser más abierto y las piernas estarán más separadas y la distancia entre sus pies será más amplia.

Temblor y movimiento repetitivo de piernas y/o pies

Nerviosismo, denota  ansiedad.

Pierna cruzada por encima de la otra en forma de letra “L” invertida.

Postura competitiva.

Posturas Clave

Posturas de poder

Cuerpo erguido, cabeza al frente, los brazos hacia delante.

Manos en jarras

Denota presencia y autoridad. Se produce cuando tienes los pies a la altura de los hombros y las manos sobre la cadera. En esta postura también interviene la posición del pecho, cuanto más fuera esté más agresividad comunicará.

Postura expansiva

La podemos observar si al hablar tenemos los pies ligeramente separados (a la altura de los hombros) y los brazos se encuentran  abiertos enseñando las palmas de las manos.

Con esta postura se trasmite honestidad y la sensación de transparencia y de no ocultar nada.

No dejes de sonreír

Ya sabemos que la sonrisa es contagiosa, nos hace sentirnos bien, acorta distancias y si es sincera, natural, espontánea y relajada muchísimo más.

Y es que cuando se sonríe se produce un “efecto espejo” en el interlocutor que provoca y genera, gracias a la sensación de causa-efecto, sentimientos positivos que harán que se relajen y que todo fluya mucho mejor.

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