Blog

Creencias limitantes

Creencias limitantes

Creencias limitantes , también llamadas nucleares: qué son y cómo influyen en nuestra percepción del mundo

Los seres humanos no siempre somos objetivos.

La percepción de la realidad siempre está condicionada por nuestros propios sesgos y distorsiones, así como por nuestra historia de vida y árbol genealógico.

Esto explica por qué ante una misma circunstancia dos personas pueden desarrollar interpretaciones y comportamientos muy diferentes.

En este sentido, existen un conjunto de creencias, las llamadas creencias nucleares, que se definen como ideas profundas y arraigadas que nos aportan información sobre nosotros mismos, los demás y el mundo.

Estas creencias son de gran relevancia, pues condicionan nuestra forma de ser.

Podríamos imaginar que estas creencias son para las personas algo así como las raíces de un árbol, que casi siempre árbol genealógico pues de ellas depende la forma en la que este va a crecer y desarrollarse, así como su capacidad para permanecer firme y seguro en el suelo a pesar de la adversidad.

4 secretos familiares que no te permiten avanzar

¿Sigues intentando avanzar y tienes la sensación de que algo te  bloquea?

¿Sientes que cualquier avance te cuesta un mundo? ¿Vives  situaciones que se van repitiendo?

El 80 % de tu vida viene condicionada por tu genealogía,  y si has contestado que sí a alguna de estas preguntas es muy probable  que sea a causa de las cargas heredadas de tu genealogía,

así que si  quieres dejar atrás estas cargas antes deberás comprender los patrones que llevan asociadas y de los que eres víctima.

Sólo entendiendo y descubriendo estos patrones podrás actuar de forma consciente y tomar las decisiones que te permitirán liberarte de ellas, y para eso necesitas comprender tu árbol genealógico y lo que te cuenta.

Cuando uno comprende de quien hereda estas situaciones y qué es lo que estas nos están indicando, puede poner solución para soltar este lastre y mejorar su vida, y eso aporta una sensación de libertad enorme.

Heredamos estos patrones para honrar el clan familiar, le debemos fidelidad, y la única forma que el clan obtenga esta liberación  es pasándola de generación en generación, hasta que alguno de los miembros pueda romper estas cadenas.

ESTE DOLOR NO ES MÍO

Lo que no se expresó en la familia, como por ejemplo, secretos, injusticias y exclusiones, quedan latentes en el sistema familiar, sin descansar, esperando ser vistos, reconocidos y reconciliados por sus descendientes, por las nuevas generaciones.

Y así hemos escuchado frases de los grandes “maestros”:

“Aquellos que amamos y que hemos perdido ya no están donde estaban; ahora están donde estamos nosotros”.                      San Agustín

“Lo no resuelto regresa en forma de destino”. Carl Jung

“El que no conoce su historia tiende a repetirla”. Bert Hellinger

“Somos menos libres de lo que creemos”.

Anne Ancelin Schutzenberger Pionera en la psicogenealógía

“Todo el mundo debería conocer su árbol genealógico. La familia es nuestro cofre del tesoro o nuestra trampa mortal”. Alejandro Jodorowsky

“Lo que se calla la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”. Francoise Doltó Pediatra y psicoanalista francesa

“Este dolor no es mío”. Mark Wolynn

Y así de manera inconsciente vivimos por ellos o como ellos, por nuestros padres y ancestros, por amor ciego, repitiendo historias de sufrimiento hasta que alguien de la familia despierte y con amor y honra, reconcilie esta historia en el gran Alma familiar, dando paz al pasado, conectando el presente y liberando el “futuro”.

La evidencia científica muestra que los traumas pueden ser heredados.

Existen pruebas fiables de que muchos problemas crónicos o de largo plazo pueden no tener su origen en nuestras vivencias inmediatas o en desequilibrios químicos de nuestro cerebro, sino en las vidas de nuestros padres, abuelos o bisabuelos.

Este dolor no es mío explica cómo nuestra historia familiar, puede ser la fuente de nuestros problemas emocionales o mentales.

¿Nos sentíamos incómodos cuando íbamos a ver a los abuelos u otros parientes?

O tal vez teníamos una relación tensa con nuestros padres. Los traumas ocultos de nuestra familia son probablemente los culpables.

Los eventos traumáticos pueden tener un impacto en cómo nos sentimos y nos comportamos, y cuando son graves, pueden seguir afectándonos años después.

Los traumas, como los genes, pueden transmitirse de generación en generación si no se resuelven.

En este libro descubriremos cómo se transmite el trauma de generación en generación y qué podemos hacer para romper el ciclo.

Si tenemos problemas de depresión, ansiedad o fobias este libro puede resultarnos útil.

Vamos a ver patrones los patrones heredados más comunes que bloquean tu camino en distintas facetas de la vida:

Los secretos familiares de tu profesión

En muchas ocasiones la profesión que uno ejerce esconde un secreto familiar. Profesiones que reparan el clan.

Sí, sé que estarás pensando que tu profesión la elegiste tú, pero eso es lo que tienen los patrones cuando uno no es consciente de ellos.

No es casualidad que seas albañil, arquitecto, carpintero o médico,  o psicólogo y si estudiaras a fondo tu árbol encontrarías qué estas reparando,  respecto a quién y para qué.

Te recuerdo que el 80% de tu vida viene condicionada, así que el margen de decisión se reduce bastante a menos que entiendas estos condicionamientos.

En una profesión uno pasa, al menos, 8 horas diarias… ¿Sigues  creyendo que en lo que pasas un tercio del día no estará afectado por  tus condiciones?

A veces lo que sucede es que la profesión no es tan significativa para los secretos del clan, pero puedes estar seguro de que el trabajo específico que haces te da pistas de lo qué reparas…

Los secretos familiares de tu relación de pareja

Por supuesto que las relaciones de pareja también vienen regidas por los patrones del clan, y en este caso tanto los tuyos como los de tu pareja o posible pareja.

Puede que repitas siempre el mismo tipo de parejas, o que tu vida de pareja se haya vuelto monótona, y que tu pareja sea más un compañero que una pareja, o incluso que tu pareja sea la persona que te saca más de tus casillas…

Todo el mundo debería conocer su árbol genealógico. La familia es nuestro cofre del tesoro o nuestra trampa mortal Alejandro Jodorowsky

En muchas ocasiones la pareja es como un padre o una madre, y si analizáramos esto desde el punto de vista del transgeneracional veríamos que existe un complejo de Edipo o  de Electra y que debido a situaciones vividas en el clan, el  inconsciente nos empuja a buscar a alguien que haga la función de madre o  de padre.

Tener estos conocimientos permite elegir la pareja sin condicionantes inconscientes, y sólo conocer a una persona puedes saber de quien es doble dentro de la familia y qué debes reparar con la relación…

Los secretos familiares de tu salud

Como ya puedes imaginar, otro factor que no se escapa del 80% del condicionamiento del clan es la salud.

Sabemos que la salud está relacionada con lo que uno vive, y más concretamente con las emociones. Por supuesto que hay un factor genético, y lo dicho no lo contradice, la epigenética ha demostrado cómo las vivencias afectan al código genético.

Uno puede heredar un gen que lo predispone a sufrir una enfermedad, pero siempre habrá un factor que la active.

Una persona adquiere el conocimiento del porqué. Comprende el para qué y cuida del bienestar de todas las cosas.

Lo hace aceptando la responsabilidad de la energía que manifiesta, tanto activamente como en el reino sutil.

Cuando mira un árbol, no ve un fenómeno aislado, sino raíces, tronco, agua, tierra y sol: cada fenómeno relacionado con los demás, y el árbol, surgiendo de este estado de relación.

Mirándose a sí mismo, ve la misma cosa. Árboles, animales, humanos o pájaros: insectos, flores y pájaros:

Estas son imágenes activas de las energías sutiles que fluyen desde las estrellas a través del universo. Encontrándose y combinándose entre sí y con los elementos de la tierra, hacen surgir todas las cosas vivas.

La persona que ha aprendido, comprende esto y entiende que sus propias energías desempeñan un papel en ello

Comprendiendo estas cosas, respeta a la tierra como a su madre, al cielo como a su padre, y a todas las cosas vivas como a sus hermanos y hermanas.

Cuidándolos, sabe que se cuida a sí mismo. Dándoles a ellos, sabe que se da a sí mismo. En paz con ellos, está siempre en paz consigo mismo.

¿Cómo puede ser que las heridas emocionales pasen de una generación a otra llegando, por ejemplo, a la repetición de destinos?

Entiendo que este tema puede resultar algo abstracto.

Por eso quiero compartir una breve explicación para dar respuesta a esta duda que me consultan a menudo.

Han sido muchos los psicólogos y científicos que se han interesado en estudiar este campo y, si bien las primeras investigaciones se basaban en la observación, en la actualidad, disciplinas como la epigenética y la psicogenealogía, empiezan a dar respuestas.

Aquí te dejo tres ideas clave para comprender “el por qué”:

El inconsciente familiar transgeneracional.

El psicólogo Carl Jung es uno de los muchos que han estudiado el inconsciente familiar transgeneracional.

Es donde se almacena la información sobre sucesos, experiencias o impactos emocionales que se transmiten a través del recuerdo,

de forma consciente o inconsciente, de unas personas a otras aunque no viviesen ese acontecimiento.

La transmisión genética.

La epigenética está avanzando en este campo y aportando respuestas que ayudan a comprender por qué sucede esto.

Por ejemplo, el biólogo molecular Bruce Lipton demostró que los pensamientos, creencias y emociones afectan al ADN, de modo que las emociones crónicas o repetitivas pueden afectar a la expresión genética de la descendencia.

Las leyes sistémicas.

Además, están las leyes que rigen los sistemas como la pertenencia, los vínculos o las lealtades ciegas.

Hay dinámicas que actúan dentro de los sistemas y que contribuyen a que las situaciones, emociones o conflictos no resueltos en una generación se repitan en las posteriores hasta que se trabaja de forma consciente para salir de ese patrón.

¿Y en la práctica?

Hacer consciente esa información que, desde el inconsciente, influye en el presente y en la vida cotidiana, es el camino para conocer la historia familiar, comprender, poder sanar y seguir con una vida libre de cargas que no nos corresponden y enriquecida con los aprendizajes que nos deja la herencia emocional.

Las Constelaciones Familiares (Configuraciones Familiares) y el Genograma son unas herramientas que permiten hacer este proceso para sanar desde el amor, reconciliarnos con nuestras raíces y seguir nuestro camino.

¿CÓMO DEJAR DE REPETIR LA HISTORIA FAMILIAR?

Según Bert Hellinger-

Las lealtades invisibles hacen que una persona se mantenga dentro de su sistema familiar, repitiendo la misma historia, generación tras generación.

Algunas personas se preguntan; ¿cómo solucionar esta situación en su vida?. 

¿Cómo hacer para no terminar sola como el resto de las mujeres de mi familia?. 

¿Cómo hacer para no terminar divorciándome?, ¿cómo escapar de las enfermedades familiares?, ¿cómo escapar de la historia familiar?. ¿Cómo parar la repetición de la historia familiar?.

Existe en cada ser humano “la buena conciencia“, es la que hace que cada miembro de la familia gane méritos para pertenecer a la familia, perpetuando el rol que se ha ocupado en la familia (abandono, soledad, divorcio, desamor,etc).

Esto lo hace una persona por seguir al “amor ciego”, ese que en su inocencia infantil cree que para ser buen miembro de la familia requiere seguir el mismo destino que sus antecesores.

La mayoría de las personas están anclado en este tipo de amor.

Por otra parte se encuentra “la mala conciencia”, es aquella que hace que una persona transcienda los límites de su conciencia familiar atreviéndose a hacerlo diferente que los otros y que es producto de un proceso profundo de “individuación”, y que en oportunidades requiere un camino de soledad, pero de comunión con una consciencia más grande que es producto del “amor esclarecido”.

A continuación pequeños pasos que se pueden dar para conectarnos con ese amor esclarecido que nos ayuda a reconocer nuestras propias alas y emprender el vuelo de nuestro ser.

Dejar de estar en contra de tu sistema familiar: cuando críticas o haces juicios de tu familia estás condenándote a repetir su propia historia.

Acepta a todos tal como son: El asentir te otorga la paz del amor, cuando aceptas abres la puerta a la transformación.

Honrar a tus ancestros: Los que vivieron antes que tu hicieron lo mejor que sabían hacer, darte la vida.

Agradece cada día a todos los miembros de tu sistema: No es necesario que corras hacia a ellos a darles un abrazo, el agradecer sincero surge cuando le das un lugar en tu corazón y los reverencias desde el alma.

Camina hacia la Vida con humildad: vive con alegría, ríndete en sus manos, acepta tu destino con amor y valentía.

En las constelaciones Familiares se superarán los límites de las distintas conciencias, pues el espíritu creativo que activa los movimientos de los representantes nos lleva por sobre nuestra conciencia personal a un plano superior, al plano del amor, que no conoce la negativa.

“Quedamos enredados en los destinos de personas que en nuestra familia se perdieron porque fueron olvidadas o excluidas de ella”

Desde la psicología las creencias limitantes o nucleares se configuran al margen de nuestra consciencia en los primeros años de vida, siendo por ello las más enquistadas en nuestro cerebro.

En cierta forma, las creencias nucleares son la verdad que cada uno de nosotros conocemos, nuestra propia realidad.

Es tal la importancia de estas creencias que son integradas en un área específica de nuestro cerebro: el sistema de activación reticular.

Este sistema es el encargado de decidir de forma inconsciente qué estímulos son merecedores de nuestra atención.

Actúa como una suerte de filtro que determina qué información es relevante.

La manera de cribar esta información viene dada por las experiencias de cada uno.

En otras palabras, nuestras experiencias tempranas son las que dan forma a esas creencias básicas sobre el mundo y sobre nuestra persona, permitiendo así al organismo ser más eficiente a la hora de funcionar y adaptarse a un entorno particular.

Por ejemplo, si una persona ha crecido en un entorno altamente crítico, es posible que desde la niñez una creencia nuclear que interiorice sea la de “no soy suficiente”.

Esta creencia va a determinar no sólo su comportamiento, sino que también llevará a dar especial valor a toda la información relacionada con los errores o fracasos, ya que es algo en consonancia con dicha creencia.

Las creencias nucleares poseen un claro sentido práctico. Nos sirven como punto de partida o guía de funcionamiento, lo que permite economizar recursos cognitivos.

Sin embargo, este piloto automático puede ser problemático cuando hemos integrado creencias limitantes negativas acerca de nuestra persona o de las relaciones.

Esto puede verse fácilmente en personas que, debido a su historia de vida, poseen la ya mencionada creencia de que no son suficiente.

A pesar de conseguir logros en su vida, a menudo son personas incapaces de sentir lo que racionalmente saben.

No pueden interiorizar esa sensación de éxito, no se identifican ni sienten como propias esas metas conquistadas.

Esto puede conducir a patrones problemáticos de comportamiento (por ejemplo, exigirse de manera desmedida) y generar grandes problemas emocionales, como un sentimiento enorme de vacío al sentir que nada les lleva a experimentar plenitud.

Las creencias nucleares son un elemento clave a la hora de realizar psicoterapia.

Es fundamental que los profesionales de la salud mental conozcan su función y sepan no sólo modificarlas sino partir de un enfoque que les da sentido.

Es decir, todas las creencias nucleares existen y se configuran porque en un momento dado era lo más adaptativo que fuera así.

Si, por ejemplo, alguien crece en un entorno maltratante y peligroso, es natural que interiorice la creencia de que el mundo no es un lugar seguro, ya que esto es útil para asegurar la supervivencia.

Sin embargo, también es importante ayudar a las personas con este tipo de creencias a comprender que estas pueden ser modificadas una vez que el entorno ha cambiado y dejan de ser útiles.

La influencia de las figuras de apego en el desarrollo de estas creencias

Como podrás imaginar, las figuras de apego poseen una relevancia especial en el desarrollo de estas creencias nucleares en la infancia.

Las experiencias tempranas en nuestro desarrollo son las que más las determinan, pero hay matices importantes.

Lo que nos hace tener creencias de tipo negativo sobre nosotros o el mundo no es tanto la existencia de eventos dolorosos en nuestro histórico de vida, sino la forma en la que nuestras figuras de apego nos consolaron y apoyaron en estos momentos.

Lo que verdaderamente nos condiciona es la forma en la que nuestros cuidadores responden a nuestras necesidades físicas y emocionales.

Si los progenitores acompañan con calidez, dan espacio a los sentimientos del hijo y le nutren física y emocionalmente, esto constituye un potente bálsamo ante la adversidad.

Es por este mismo motivo que las personas con las creencias nucleares más negativas son las que han experimentado violencia directa de aquellos que en teoría deberían haberles amado o protegido.

Tu historia es perfecta, tu vida es perfecta y aunque no lo parezca, todo ocurre para enseñarte algo, para crecer.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *