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HOY CUENTA “Vive AHORA, no lo dejes para “cuando esto acabe”. FLUYE

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HOY CUENTA “Vive AHORA, no lo dejes para “cuando esto acabe”.

FLUYE

No desperdiciemos o dejemos de valorar el tiempo presente simplemente porque no nos guste esta situación o por enfocarnos en lo que no podemos hacer. 

Vive AHORA, no lo dejes para “cuando esto acabe”. Porque hoy cuenta

No dejes tu vida entre paréntesis durante estos días.

Céntrate  en el presente, haz cosas hoy, piensa en cuantas veces has dicho, me falta tiempo y ¿ ahora que? No quejabamos cuando nos teníamos tiempo y ahora esperas  a “cuando esto acabe”.

Siempre o pensando en el pasado o en el futuro y nos olvidamos que hay que VIVIR AHORA  Y HOY CUENTA

Muchas personas “dan por perdidos” estos días, porque no pueden hacer lo que tenía previsto o lo que le gustaría, y solamente se concentran en el “cuando esto pase”.. ¿y hoy que? 

No desperdiciemos o dejemos de valorar el tiempo presente simplemente porque no nos guste esta situación o por enfocarnos en lo que no podemos hacer. 

Está bien pensar en cuando esto acabe, pero que esto no te impida vivir el hoy.

 Vive AHORA, no lo dejes para “cuando esto acabe”. FLUYE

Uno de los psicólogos más influyentes en la psicología positiva, por sus investigaciones acerca de la felicidad, la creatividad, el bienestar subjetivo y la diversión, Mihály Csíkszentmihályi, desarrolló lo que llamó el “estado de flujo”. Flow

En su obra “Fluir” editorial Kairos, define cuáles son las características de ese estado:

En ella afirma que las actividades que exigen nuestro esfuerzo y concentración son las que nos garantizan la felicidad.

Habla de “flujo” porque las personas que participaban en sus experimentos utilizaban la metáfora de una corriente que les llevaba hacia delante, que les impulsaba a seguir sin importar nada más.

Resulta interesante, por consiguiente, que nos detengamos a conocer en qué consiste este fluir y sobre todo qué podemos hacer para sacarle el máximo provecho, en pro de nuestro bienestar emocional,

¿no crees?

¿Qué es el estado de flow?

¿Alguna vez has experimentado la sensación de que el tiempo se te ha pasado volando?

¿Has estado tan inmerso en una tarea o actividad que has perdido la noción del tiempo?

¿Te has concentrado tanto en lo que estabas haciendo que el resto de cosas dejaban de ser prioritarias?

Si tus respuestas son afirmativas, ¡Enhorabuena! Ya sabes lo que es sentir el flow.

Csíkszentmihályi describe el estado de flow como el hecho de «sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela.

Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz.

Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo».

Por tanto, el fluir o estado de flow es un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto de la actividad en sí misma.

Es decir, se trata de un estado emocional positivo donde mantenemos la máxima concentración en lo que estamos haciendo y el disfrute es tal que perdemos la noción del tiempo.

Podemos experimentar este estado emocional en cualquier actividad que nos produzca placer, disfrute y felicidad, pero para alcanzarlo debe darse un equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza.

Si la tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, el fluir no se dará.

Aprender a identificar que tipo de actividades nos pueden proporcionar este FLUIR nos ayudará enormemente a desviar la atención hacia un estado emocional más satisfactorio.

¿Qué caraterísticas encontramos en este tipo de experiencias?

¿Cómo se logra el estado de flow?

 1. Desafío que requiere habilidades

Realmente el disfrute llega a su punto álgido cuando los desafíos están en justo equilibrio con las habilidades personales, encontrándose en el punto medio entre el aburrimiento y la inquietud.

Esto favorece al crecimiento y descubrimiento personal, ya que nos obliga a mantenernos activos, adaptarnos al cambio y por tanto sobrevivir. Nadie puede disfrutar mucho tiempo haciendo siempre lo mismo.

Este tipo de actividades deben tener unos objetivos que sean alcanzables, gracias al conjunto de habilidades y destrezas que la persona posee.

Pueden ser actividades tanto físicas, por ejemplo el deporte, como mentales, como por ejemplo leer un buen libro.

Se trata de una competición con uno mismo, ésta es agradable cuando se la percibe como un medio para perfeccionar las propias habilidades, pero no cuando se asume como un fin en sí misma donde lo importante sea vencer al adversario.

2. Concentración y enfoque

Cuando la atención está completamente absorta en una actividad, lo que la persona está haciendo llega a producirse casi de manera automática, espontánea, deja de ser consciente de sí misma como si otra persona actuase por ella.

Las personas que lo experimentan lo describen como una experiencia donde la mente discurre libre y armónicamente.

En la medida en que la atención está completamente dirigida a la acción que se realiza, la persona alcanza un alto grado de concentración.

Es por ello que actividades como la meditación o el yoga, favorecen enormemente la aparición del estado de flow.

3. Metas claras

Independientemente del tiempo que dure la actividad placentera, la persona que la realiza es consciente en todo momento de las metas y propósitos finales que se ha propuesto.

Éstas deben ser objetivas reales, específicas y alcanzables.

4. Directa e inmediata retroalimentación

Se debe tener la sensación de que se está haciendo algo bien, da igual el tipo de retroalimentación que se reciba, lo importante es poder tener la sensación de que la tarea o actividad se está haciendo bien, porque sentir que se ha tenido éxito en alcanzar la meta crea orden en la conciencia y fortalece la estructura de la personalidad.

5. No hay espacio para otras informaciones

En los momentos de flujo la atención excluye toda la información que ocupa la cabeza y que no resulta de utilidad para lo que está realizando en ese instante; las preocupaciones, miedos y otros aspectos de la vida cotidiana quedan excluidos.

Es como si la persona hiciese un alto en el camino, desechase todo aquello que le desvía de lo que está haciendo, y su mente se volviese más resolutiva al no dar cabida a cualquier “ruido” que le pueda hacer perder la atención y conciencia plena sobre la tarea que está llevando a cabo.

6. Un sentimiento de control personal sobre la situación o actividad

Toda experiencia de flujo involucra la sensación de tener el control o la falta de preocupación por perderlo. Esto explicaría por qué nos enganchamos con facilidad a estos estados, acaban siendo adictivos por las sensaciones placenteras que proporcionan. Sería algo parecido a lo que sucede cuando nos enamoramos, que nos dejamos llevar, nos desconectamos del pensamiento y solo nos disponemos a sentir.

7. Pérdida del sentimiento de autoconciencia

Cuando experimentamos la sensación de flujo desaparece la conciencia sobre la propia personalidad. Csíkszentmihályi explica como muchas personas describen estos episodios diciendo que es como si no tuviesen ego.

Como las demandas del “yo” consumen continuamente una elevada cantidad de energía, el liberarse de ellas deja el camino libre para que la atención se dedique a otros fines. Esto suele venir asociado a la sensación de estar fusionados con el entorno.

8. Distorsión del sentido del tiempo

Se tiene la sensación de que el tiempo pasa rápido, te pierdes en la temporalidad dado el alto grado de concentración, satisfacción y disfrute que estás experimentando en ese momento.

El ‘Estado de Flujo’, en palabras del autor, es “el hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela.

Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz.

Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo”.

Esta definición es fruto de un trabajo de investigación que duró 12 años en el que se entrevistaron miles de personas en todo el mundo y que dio como fruto la descripción anterior de las también llamadas ‘experiencias óptimas’, sin importar edad, raza, sexo o nacionalidad de quien la describiera.

Hace más de veintitrés siglos, Aristóteles llegó a la conclusión de que lo que más buscan los hombres y las mujeres es la felicidad.

Pero los incontables avances tecnológicos y científicos que hemos logrado desde entonces no parecen haber arrojado mayor luz sobre qué es la felicidad, ni nos han ofrecido las herramientas adecuadas para ayudarnos a alcanzarla.

 Y esto es lo que movió a Csikszentmihalyi a su investigación

El efecto de entrar en este estado es un disfrute máximo con lo que haces, siendo capaz de invertir en el empeño energías que desconocías que poseías, sin importante el tiempo que le dediques, desarrollando una súper-creatividad.

Si no hay flujo, el trabajo se convierte en algo pesado y el trabajador pierde su iniciativa creativa” afirma el autor. “El dinero, la seguridad y la comodidad pueden ser necesarios para hacernos felices, pero definitivamente no son suficientes.

Una persona también debe sentir que sus talentos están plenamente empleados, que es capaz de desarrollar sus potencialidades y que su vida cotidiana no es estresante ni aburrida, sino que tiene experiencias muy placenteras “.

La experiencia autotélica

En su raíz etimológica, la palabra autotélica viene de los vocablos griegos auto y telos que significan, respectivamente, “en sí mismo” y “finalidad”.

Una experiencia autotélica es aquella en la que la recompensa obtenida se deriva del mismo acto de realizar la actividad.

Es decir, la atención de quien la experimenta se centra en la actividad en sí misma y no en sus posibles consecuencias.

En una situación así, la energía psíquica trabaja para reforzar la personalidad en lugar de perderse en unas metas extrínsecas y el resultado inmediato es una sensación de disfrute y realización.

Para conseguir este estado, o propiciarlo,  debes encontrar una actividad coherente con los talentos, gustos y nivel de dificultad que la persona requiera, y crear un ambiente exento de interrupciones, que facilite alcanzar una concentración máxima, siendo consciente de lo que se hace y a dónde te diriges,                                                    olvidando el mito del multitasking.

Que desde mediados de la década de 1990, una serie de experimentos demostraron que, en lugar de hacer varias cosas a la vez, el cerebro humano lo único que puede hacer es cambiar entre tareas.

Cuando traspases el umbral del estado Flow no serás consciente de ello, sólo cuando se interrumpa y salgas de él.

Hace ya muchos siglos,

Marco Aurelio sentenció: “Si te sientes dolido por las cosas externas, no son éstas las que te molestan, sino tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar este juicio ahora mismo”.

De igual manera, la experiencia óptima, es aquella que disfrutamos por ser un fin en sí misma, es un proceso que ocurre en cada persona y que no depende de lo que sucede en el mundo, sino de la forma en que ese individuo lo asimila.

Por tanto,

¿qué consejos seguir para tratar de llegar al estado de flow?

Haz algo que te resulte interesante

Disfruta lo que haces

Aumenta la productividad y la creatividad en lo que estás haciendo

Márcate objetivos claros y alcanzables. Hazlo de manera específica para que la mente entienda la acción que debe llevar a cabo

Busca tareas que estén en sintonía con tus capacidades y habilidades

Elige actividades que supongan un desafío asumible, que no te resulten ni demasiado fáciles ni tampoco que te lleven un sobreesfuerzo que acabe por estresarte

Busca un momento de paz y tranquilidad, evitar las distracciones ayudará a que la atención y concentración en lo que estás haciendo se mantenga

Céntrate en el proceso, no en el resultado

 Al final no es tan difícil, ¿no?

Se trata de FLUIR, de dejarse llevar, disfrutar el camino y poner a trabajar nuestras capacidades hasta donde podamos.

¿Dispuestos a encontrar esas actividades y tareas que nos lleven al Estado de Flow?

Seguro que encuentras más de las que crees, no dejes de intentarlo.

Realmente yo soy optimista, y espero que de aquí salgamos reconectados con nuestros valores esenciales,

Conociéndonos mejor, más empáticos, generosos, más conscientes, con más sentido común y más humanos.

¿Qué opináis?

¿No creéis que es este RETIRO es un buen momento para un cambio de valores en la sociedad?

No desperdiciemos o dejemos de valorar el tiempo presente simplemente porque no nos guste esta situación o por enfocarnos en lo que no podemos hacer. 

HOY CUENTA “Vive AHORA, no lo dejes para “cuando esto acabe”.

FLUYE

Un abrazo y seguimos en contacto!

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