Blog

SUPERSTICIONES

Supersticiones

Todos, en mayor o menor medida, presentamos en ciertas ocasiones un pensamiento mágico o creemos en cosas que no pueden ser demostradas científicamente (o racionalmente).

Con esto tienen mucho que ver las supersticiones, que son, según la RAE, ‘creencias extrañas a la fe religiosa y contrarias a la razón’ o ‘una fe desmedida o valoración excesiva respecto a algo’.

En el lenguaje coloquial, entendemos por supersticiones todas aquellas historias o creencias que no han sido demostradas, pero que explicarían el porqué de algunas costumbres o acciones.

Suelen ser acciones o rituales que realizamos para eludir la mala suerte, para evitar algún daño o para obtener alguna especie de beneficio.

La psicología de la superstición lleva acompañando a la humanidad desde que tenemos conciencia.

Ya hace más de un siglo, en el año de 1907, Jung nos habla acerca de la superstición en su libro. Una aproximación a la historia de la esquizofrenia

 Su esposa Emma  Jung nos dice  que lo  natural primitivo entiende al alma, no  como una unidad, sino más bien en un encuadramiento plurifacético.

Esta manera de ver se da en los diferentes pueblos primitivos.  

Ellos creen en lo sobrenatural. Estos hombres primitivos, creen que espíritus viven dentro de ellos, creen también que en la naturaleza existen hadas, duendes, magos, gigantes de las montañas, que los objetos y fenómenos de la naturaleza tienen alma, como las piedras, montes, nevados, ríos, etc.

Siempre han existido conductas supersticiosas. De hecho, cada cultura tiene las suyas propias.

Por ejemplo, en algunas zonas de Rusia romper una pieza de vajilla es un buen augurio.

Es como si cada superstición tuviera algún tipo de utilidad en el día a día.

En nuestra cultura tenemos varias supersticiones latentes que actúan de manera sigilosa.

¿Por qué el martes 13 tiene tan mala fama?

Bíblia, Tarot o mitología griega, los orígenes de este mito tan consagrado son múltiples

En España, Grecia y muchos países sobre todo de América Latina, siempre ha habido una creencia general de que el martes 13 es el día de la mala suerte.

Sin embargo, son tantos los países que tienen esta creencia desde hace tantos siglos que sus orígenes son difusos y múltiples.

Sin duda, el martes 13 es la peor combinación para los supersticiosos, ya que el martes es considerado el día de la semana de los malos augurios, mientras que el número 13 es el número de la mala suerte en muchas culturas.

A día de hoy, la creencia de que el 13 es el número de la mala suerte es un mito tan consagrado que muchos hoteles no tienen habitación 13, ni filas de avión 13, incluso hay edificios que pasan directamente de la planta 12 a la 14. Sin embargo, para dar con el origen de esta creencia hay que remontarse a la antigüedad.

En el cristianismo, hay la creencia de que el 13 es el número de la mala suerte porque en la última cena de Jesucristo eran 13, los doce apóstoles más el propio Jesús, aunque Judas es considerado el número 13 por traicionarlo.

Además, en el capítulo 13 del apocalipsis es cuando llega el anticristo.

Carta XIII del Tarot, la muerte aunque su significado tarotista

representa literalmente la muerte física y no necesariamente es un vaticinio negativo.

La Muerte presenta el cambio, el fin de un ciclo y el resurgimiento de otro. Por ende, la muerte no debe ser temida.

Las culturas que coinciden en que el número 13 es el de la mala suerte son múltiples. Según la Kabbalah judía… los espíritus malignos eran 13.

Este mito llega incluso a las leyendas escandinavas, donde se creía que Loki, el espíritu del mal, era el invitado número 13 en una cena de dioses.

Por lo que respecta al día de la semana martes, también se vincula a un día de la mala suerte, ya lo dice el refrán: “En martes, ni te cases ni te embarques”, y al igual que el número 13, los orígenes son difusos y múltiples.

En la antigua Grecia se creía que Tifón, un monstruo terrorífico, considerado el dios de los vientos huracanados, nació un martes. También un martes fue el día de la semana que se llevó a cabo la caída de Constantinopla y el día que, según la Biblia, sucedió la confusión de la Torre de Babel.

Aunque la creencia de que martes 13 es un día de mala suerte está muy arraigada en nuestra cultura, son muchos los que le han dado la vuelta asegurando que es más bien todo lo contrario.

Pero si eres supersticioso y piensas que este día puede llevar con él mala suerte siempre puedes ‘tocar madera’.

Un gato negro que camina hacia ti o que se cruza en tu camino

MALA SUERTE: Aunque en Egipto se creía que el gato era la reencarnación de los dioses, siglos después, la Iglesia Católica lo consideró como la reencarnación del diablo, por lo que eran quemados.

El negro se identificaba con el diablo por ser el color de la noche.

En casi toda Europa y en Norteamérica se cree que un gato negro trae mala suerte si se aleja de ti, pero buena suerte si camina hacia ti.

Colgar una herradura detrás de la puerta

BUENA SUERTE: Según los griegos, el hierro -en forma de media luna- protegía de los hechizos, así que la herradura colocada en la puerta impedía la entrada de las brujas y del mal.

Tradicionalmente se creía que las herraduras otorgaban más suerte eran las de los borricos, porque tienen siete agujeros, un número mágico por excelencia.

Un cuadro torcido o que cae de la pared donde está colgado

MALA SUERTE: Esta idea tiene su origen en la Grecia clásica, donde se creía que si el retrato de un monarca o una celebridad caía al suelo sufriendo serios daños significaba que iba a morir en poco tiempo.

Escupir

BUENA SUERTE: Se cree que escupir evita males. Plinio dejó escrito en su historia natural: “es sorprendente, aunque fácilmente comprobable, que si alguien ha sido golpeado y se escupe enseguida en la palma de la mano del agresor, el dolor de la víctima se alivia al momento. Algunos incrementan la fuerza de sus golpes escupiendo en sus manos antes de realizar cualquier esfuerzo”. Se dice también que con esa fuerza se podía golpear mejor al Diablo.

Encender tres cigarrillos con la misma cerilla

MALA SUERTE: Se cree que en una guerra -no se sabe con precisión cual, y en ocasiones se habla de la Primera Guerra Mundial, en otras de la Guerra Civil Española…- tres soldados encendieron sus cigarrillos con la misma cerilla y el enemigo vio la llama del primero, apuntó en la del segundo y disparó sobre el tercero.

 Poner un sombrero sobre la cama

MALA SUERTE: Poner un sombrero encima de la cama es presagio, en España e Italia, de que algo malo va a ocurrir.

Esta superstición tiene otro significado: que se te quedará la mente en blanco. Esta creencia viene probablemente del simbolismo del sombrero, que representa la cabeza y los pensamientos y es símbolo de identificación personal.

Derramar la sal

MALA SUERTE: Su origen data del año 3.500 a.C. Ya entonces se creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal derramada sobre el hombro izquierdo.

Romper un espejo

MALA SUERTE: Se dice que ocasiona siete años de maldición. El espejo era un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente, tardaba en renovarse un cuerpo.

 Apagar las velas de un soplido

BUENA SUERTE: Fue en la Baja Edad Media alemana donde surgió la idea de colocar en las tartas de cumpleaños tantas velas como años cumplían los niños más una. Para dejar atrás los años cumplidos y pasar a los siguientes, se debían apagar todas las velas de un solo soplido.

 Decir “Jesús” o “Salud” cuando alguien estornuda

BUENA SUERTE: Se debe a que el estornudo era el principio de muy diversas enfermedades y por eso se pedía a Dios que apartase el peligro de cualquier infección.

También se dice que era para evitar que entrara el demonio a través de la boca.

12.   Llevar una pata de conejo

BUENA SUERTE: Su origen está en la antigua creencia de que cada pueblo descendía de un animal, que no podía ser cazado ni comido. Seguramente, los celtas nos trajeron la creencia de que el nuestro era el conejo. Seis siglos antes de Cristo ya era utilizada como amuleto para alejar el mal. Además, la pata de conejo era también un símbolo fálico capaz de hacer fértiles a las mujeres.

 13.   Pasar debajo de una escalera

MALA SUERTE: Es por el triángulo que forma ésta con la pared. Antiguamente se pensaba que todos los triángulos eran un símbolo sagrado, tanto las pirámides como la trilogía de la Santísima Trinidad y, por lo tanto, era un sacrilegio pasar bajo ese arco.

Se cree que, una vez que se había pasado, el mal se conjuraba cruzando los dedos, escupiendo una vez bajo la escalera o tres veces después de cruzarla.

También se relaciona esta superstición con el patíbulo: siempre había que usar una escalera de mano para colocar la soga y también para retirar el cadáver: la muerte y la escalera iban siempre muy unidas.

Otra creencia proviene de los cuadros de la crucifixión, en los cuales figuraba una escalera bajo la cual Lucifer veía con furia cómo Jesús moría para salvar a la humanidad. De ahí la costumbre de santiguarse para preservarse de las furias del Diablo o ahuyentar el peligro.

 14.   Colocar el pan boca abajo en la mesa o dejarlo caer al suelo

MALA SUERTE: El pan es un alimento básico. Por ello han sido varias las supersticiones que ha generado en su forma de hacerlo, cortarlo, comerlo y ofrecérselo a los demás.

Ponerlo boca abajo se supone que traerá mala suerte por tratarse en realidad de una ofensa al cuerpo de Cristo; asimismo, cuando se caiga al suelo es costumbre besarlo y hacer tres cruces para alejar las desgracias.

 15.   Derramar el vino

MALA SUERTE: Cuando viertes el vino en la mesa debes aplicarte en seguida un poco del mismo sobre la frente para atraer la buena suerte; si se trata de champán tienes que tocarlo entonces con la punta de los dedos y dártelo sobre el lóbulo de la oreja para conseguir una felicidad eterna. La causa de esta creencia puede ser que el inicio del feto es el lóbulo de la oreja. Por ese motivo, al empaparlo en champán estás deseando que tu vida se vea rodeada de toda clase de felicidad y dicha. Esta bebida espumosa también se suele romper contra los barcos en su botadura para desearles con este gesto buena suerte en su travesía.

16.   Dejar las tijeras abiertas

MALA SUERTE: Este instrumento debe permanecer cerrado mientras no se usa porque atrae la mala suerte. Si se cae al suelo y queda con las puntas abiertas apuntando hacia ti, recógelo y echa sal por encima del hombro izquierdo para ahuyentar los malos espíritus. En Grecia se creía que la moira Atropos cortaba con las tijeras el hilo de la vida, así que de alguna forma los objetos cortantes dirigen el destino y son símbolo de muerte repentina.

17.   Tocar madera

BUENA SUERTE: Un posible origen tiene que ver con los trozos que se conservaron de la Santa Cruz. Otro, proviene de Estados Unidos, donde hace 4.000 años los indios veneraban al roble como la morada de los dioses. Este material simboliza también la protección maternal y aleja el peligro.

 18.   Poner la cama con los pies hacia la puerta

MALA SUERTE: Viene del dicho popular: “los muertos salen siempre de la casa con los pies por delante”.

 19.   Empezar el día con el pie izquierdo

MALA SUERTE: Ya Petronio aludía en el “Satiricón” a la mala suerte de entrar en un lugar con el pie izquierdo. En España puede tener su origen en la tradición celta y en el movimiento solar, siempre hacia la derecha. El efecto negativo se elimina al santiguarse tres veces.

 El día de la boda, llevar algo prestado, algo nuevo, algo azul y algo viejo

BUENA SUERTE: No se sabe cuándo comenzó la costumbre de que la novia, el día de su boda, llevara “algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul”. Algo prestado representa el presente, algo viejo el pasado, algo nuevo el futuro y algo azul simboliza la pureza.

 Que el novio vea a la novia antes de la ceremonia o que esta se mire al espejo

MALA SUERTE: Antiguamente se consideraba que hacer cualquiera de estas dos cosas era sinónimo de adelantar acontecimientos positivos que quedarían así “gafados”.

Otra explicación es que la novia no podía mirarse en el espejo antes de celebrarse el matrimonio si estaba completamente ataviada, porque se proyecta su imagen de ésta antes de estar casada y esto podía hacer que los dioses pusieran en duda su derecho a contraer matrimonio. Si desea ver su aspecto, deberá dejar sin ponerse los guantes o alguna otra prenda.

Besarse los novios al final de la ceremonia

BUENA SUERTE: El beso era el símbolo de la consumación del matrimonio. En la Antigüedad, los contrayentes hacían el amor públicamente para consumarlo.

 Arrojar arroz en una boda

BUENA SUERTE: Antiguamente se tiraban trocitos de dulce a la novia, como símbolo de felicidad y de fertilidad. Pero en la época de vacas flacas se les tiraba trigo o arroz, ya que era bastante más barato.

Entrar en el nuevo hogar alzando a la novia

BUENA SUERTE: Se cree que con este gesto se protegía a la novia de los hechizos, además de evitarle que fortuitamente tropezara al pasar la barrera del mundo exterior al interior e íntimo del hogar, símbolo de mal agüero; y por otro, para que no perdiese la virginidad por obra de la tierra en vez de por su marido.

 Ir de luna de miel

BUENA SUERTE: El viaje postnupcial proviene de la huida que en tiempos de Atila, rey de los hunos, seguía al rapto y matrimonio de la hija, y se llama así por la costumbre de que los novios bebieran un brebaje durante el viaje que contenía vino y miel.

Abrir el paraguas bajo techo

MALA SUERTE: La primera noticia que se tiene de esta creencia data del siglo XVIII en inglaterra, donde creían que daba mala suerte por la negatividad que existía entre el paraguas y la casa, ya que ésta protege a sus habitantes y no tolera ninguna protección adicional. Si alguien lo abría sobre su cabeza, supuestamente esa persona moría antes de que acabase el año.

 El perejil

BUENA SUERTE: En la Antigua Grecia el perejil estaba considerado como una planta sagrada que simbolizaba el triunfo y la resurrección. Llevados por esta creencia, los griegos adornaban las tumbas con coronas de perejil.

Taparse la boca al bostezar

BUENA SUERTE: Proviene de la costumbre de hacer la señal de la cruz sobre la boca abierta, para evitar que se metiera el demonio, debido al dicho popular: “por puerta abierta, el Diablo se cuela”. También se pensaba que en una de esas exhalaciones se podía escapar el alma.”

 Cruzar los dedos

BUENA SUERTE: Antes de la era cristiana, existía la costumbre que dos personas enlazaran sus dedos índices formando una cruz para expresar un deseo; una apoyaba a la otra mentalmente para que éste se cumpliera.

La cruz, en la era precristiana, siempre ha sido el símbolo de la perfección y en su unión residían los espíritus benéficos. La costumbre se ha ido simplificando hasta nuestros días, donde se da por valido con cruzar dos dedos de una mano.

 Poner la escoba al revés detrás de la puerta

BUENA SUERTE: En realidad, en relación a esta superstición, no podemos hablar realmente de buena o mala suerte. A las brujas siempre se las ha descrito subidas en una escoba para acudir a los aquelarres; de ahí que antiguamente se creyera que colocando una escoba a las puertas de una casa donde se sospechaba que había entrado una, ésta no resistiría la tentación de cogerla y salir volando. Así, si llega una visita molesta, hay que colocar una escoba invertida detrás de una puerta y el inoportuno abandonará tu casa.

 Llevar una escoba usada al cambiarse de casa

MALA SUERTE:No se deberá llevar una escoba usada al cambiarse de casa, ya que el hacerlo atraerá la mala suerte y traerás con ella las desgracias del hogar anterior.

 Barrer los pies de una soltera o una viuda

MALA SUERTE: Esto quería decir que no se casarían. Tiene también que ver con las brujas y sus vehículos preferidos para asistir a los aquerrales: las escobas.

 Poner cactus en las ventanas

BUENA SUERTE: Una creencia popular afirma que esta planta aleja el mal de la casa.

Su gran capacidad para absorber la humedad del ambiente lo convierte en un poderoso protector contra los espíritus malignos, que necesitan la humedad para desarrollarse.

La costumbre de colocar cáctus en las puertas y ventanas, observada en toda la cuenca mediterránea europea y asiática, proviene de la creencia que si  los espíritus encuentran agua a su paso, pueden ahogarse al cruzarla y quedar así retenidos en ese sitio.

 Tocar la joroba de un jorobado

BUENA SUERTE: Asegura un éxito en breve plazo.

 Ver una rata

MALA SUERTE: A este animal siempre se le han atribuido malos augurios. Sin embargo, esta idea sólo tiene que ver con la coincidencia de la aparición de plagas de estos roedores con desastres históricos como la peste bubónica.

 Una pestaña caída

BUENA SUERTE: El Diablo colecciona pestañas y, según la tradición, perder una significa correr toda clase de peligros. Así que si se te cae, colócala en el dorso de la mano y lánzala por encima del hombro o sitúala en la punta de la nariz, sopla para que salte y pide un deseo.

 Sentir un zumbido de oídos

BUENA SUERTE: Cuando te silban los oídos pide a alguien que te diga un número. La letra del alfabeto correspondiente a dicho número será la primera del nombre de la persona con la que esperas casarte. “El izquierdo para el amor y el derecho para el rencor”. Si te pellizcas inmediatamente el oído derecho cuando éste te silba, la persona que te está criticando se morderá la lengua.

 Tirar monedas a un pozo o una fuente

BUENA SUERTE: Viene del antiguo rito adivinatorio de arrojar alfileres o piedras a un pozo, con el fin de saber si un hecho se iba a cumplir o no. Si al caer salían burbujas, significaba que lo que se había solicitado se llegaría a cumplir.

 Que alguien te eche el mal de ojo

MALA SUERTE: Tradicionalmente se ha creído que al reflejarse en la pupila de un ojo, podíamos quedar atrapados por ella.

Por esto, desde la antigua roma hasta la edad media, aquellas personas que tenían cataratas u otro defecto visual, a menudo eran sacrificadas en la hoguera.

Grecia, Turquía y Egipto tiene muy extendida la creencia de que existen personas con poderes maléficos en la mirada; incluso, aunque sea de forma inconsciente pueden hacer daño si clavan sus ojos en algo.

Antiguamente se atribuía al mal de ojo enfermedades de origen desconocido. Lo echaban las brujas, los gitanos, los gafes y los bizcos y afectaba a los niños. Para protegerse hay que llevar ajos, oro y plata, ojos de cristal azul y herraduras.

Pedir un deseo al presenciar una estrella fugaz.

BUENA SUERTE

Encontrar un trébol de cuatro hojas

BUENA SUERTE: Es un símbolo sagrado para los druidas de las Islas Británicas, que ya en el año 200 a.C. pensaban que con él se podía ver a los demonios.

Según la leyenda, cuando Eva fue expulsada del Paraíso se llevó un trébol de cuatro hojas; por eso, desde entonces, se cree que da suerte.

 En el libro “La Buena suerte” de Fernando Trias y Alex Rovira, describe un cuento en el que los personajes tienen que encontrar un trébol de cuatro hojas que está a punto de nacer en el bosque.

para explicarle las diferencias entre la Suerte y la Buena Suerte. Y es que la Suerte (como que te toque la lotería) es aquella que no depende de uno mismo, mientras que la Buena Suerte si depende de uno mismo. El cuento se llama: La Leyenda del Trébol Mágico.

Primera Regla de la Buena Suerte: La Suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

Lo paradójico es que, a pesar de que no hay argumento lógico ni científico que las sostenga, aquellas personas que realmente tienen estas creencias tienden a condicionar su vida en base a ellas.

En algunos casos pueden ser pequeños gestos de escasa importancia, pero en otros pueden llegar a ser verdaderos rituales encadenados.

También existen otros fenómenos que favorecen la superstición, como la profecía autocumplida o el sesgo de confirmación.

La profecía autocumplida, o que se autorrealiza, Llamada también el efecto Pigmalion, es una expectativa o forma de ver a una situación o persona que hace que esta visión, inicialmente falsa, se vuelva realidad.

El sesgo de confirmación es la tendencia de la mente de las personas a buscar información que respalde los puntos de vista que ya tienen. También lleva a las personas a interpretar evidencia de manera que apoye sus creencias, expectativas o hipótesis preexistentes.

El sesgo de confirmación juega un papel importante en uno de los fenómenos psicológicos más interesantes del ser humano, la disonancia cognitiva. Esta disonancia se presenta cuando una persona tiene ideas, principios y valores contradictorios entre sí, y para solucionar el conflicto, intenta ajustarlos psicológicamente

El principio que subyace a la psicología de la superstición es el llamado condicionamiento operante identificado por B. F. Skinner.

Una persona puede asociar una consecuencia positiva o negativa con una conducta en concreto. Si, por ejemplo, acudimos a un examen con una camiseta concreta y obtenemos un buen resultado, es posible que a los siguientes exámenes vayamos con la misma prenda.

A modo de conclusión, es probable que la superstición -y por lo tanto la psicología de la superstición- nos acompañe, como especie, para siempre. Sus beneficios pueden ser varios: como reducir la incertidumbre o aumentar la sensación de control. Por contra, la parte negativa aparece cuando nos limita o nos genera ansiedad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *