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¿Qué es lo que te mantiene ahí anclado?

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¿Qué es lo que te mantiene ahí anclado?

Entre tú y yo… ¿qué es lo que te mantiene ahí anclado?

Seguro que has deseado dar un paso al frente, ser valiente y comerte el mundo, pero no lo has hecho.

Puedes estar sufriendo pero no mueves un dedo porque estás en tu zona de confort.

¿Cuántas veces tenemos algo importante que hacer y lo postergamos hasta tal punto que finalmente no lo llevamos a cabo?

¿Piensas que tu dejadez está justificada?

Procrastinación: “ya lo haré mañana”

La procrastinación es un hábito del comportamiento relacionado con el querer y la voluntad de actuar. Se refiere a la acción de retrasar o posponer situaciones o actividades que tenemos pendientes y que deben ser atendidas. Profundicemos.

Ya lo haré mañana… O el mes que viene

Retrasar el deber no se traduce en una reducción de la angustia, el enfado o la preocupación que podamos sentir.                                 Más bien todo lo contrario.

Estos malestares irán aumentando a medida que pase el tiempo y no se solucione el conflicto.

La persona sabe que tiene pendiente algo importante y que, si no lo afronta, va a perjudicarle.

Además, si este comportamiento se produce de manera continuada, puede convertirse en un hábito muy difícil de cambiar y verdaderamente dañino.

Los procrastinadores viven durante largo tiempo en una especie de aletargamiento.

Si te da miedo y te produce ansiedad abandonar el pasado para luchar por lo que siempre has soñado, no seas tan duro contigo mismo y sal de la zona de confort.                                                                                        ¡Verás que un mundo nuevo e ilusionante te espera!

¿Cómo salir de tu zona de confort?

Si estás estancado en una vida gris, es posible que vivas en una burbuja llamada “zona de confort”.

A grandes rasgos, la zona de confort es un estado mental que no permite el crecimiento personal y todos aquellos fenómenos vinculados con el aprendizaje de conductas que nos hacen lograr un alto grado de satisfacción con el modo en el que se vive la vida.

Aunque esta zona de confort pueda parecer agradable (ya que nos permite seguir siempre con el “piloto automático” puesto), no es un lugar suficientemente estimulante y a la larga no salir de ella puede hacer que nos sintamos vacíos y se caiga en la apatía o en ciertas dinámicas de comportamiento relacionadas con la depresión.

Motivos por los que debes salir de tu zona de confort

¿Quieres más motivos para abandonar la rutina gris y salir ahí fuera a perseguir tus sueños?

Te propongo seis motivos por los que deberías plantearte salir de la zona de confort.

1. Te hará más fuerte como persona

Es posible que salir de la zona de confort te asuste o te produzca ansiedad, pero plántale cara al miedo y verás que no era para tanto.

Sentir inseguridad es algo natural e incluso nos advierte de que no será fácil el camino.

Pero cuando el miedo te inmoviliza, entonces se convierte en un problema que no te va a dejar desarrollar tu verdadero potencial.

Empieza reconociendo que te asusta el futuro incierto, pero adopta una mentalidad positiva al respecto.

Permítete caer de vez en cuando y míralo como una parte más del crecimiento como persona.

Si sales de la zona de confort y disfrutarás del aprendizaje, con el tiempo podrás mirar atrás y sentirte orgulloso de ti mismo.

Tu desarrollo personal empieza aquí, así que piensa en eso que te motiva,

¿realmente no merece la pena dar un pasito al frente y luchar por tus sueños?

2. Te hará ser más creativo

Salir de la zona de confort estimula la creatividad al conocer nuevas posibilidades y romper con lo que es rutinario.

Un estudio reveló que el rasgo de personalidad de “apertura de a la experiencia”, es el mejor predictor de logro creativo.

Este rasgo de personalidad es característico de los individuos que suelen asumir riesgos, que se desafían a sí mismos o que prueban cosas nuevas constantemente.

3. Te permitirá ganar autoconfianza

Salir de la zona de confort y dar los pasos necesarios para conseguir tus objetivos va a tener efectos positivos en tus creencias de autoeficacia (o autoconfianza), es decir, en la percepción que tienes sobre si serás capaz de alcanzar tus metas.

Este concepto lo introdujo el canadiense Albert Bandura, uno de los psicólogos más reconocidos y que elaboró la Teoría del Aprendizaje Social: que explica la regulación de la motivación y la acción humana.

Por tanto, salir de la zona de confort y ponerte a prueba te hará ver con tus propios ojos que dominas ciertas habilidades que te van a permitir salir airoso de situaciones que pueden parecer complicadas a priori.

Una percepción de autoeficacia positiva está asociada a pensamientos y aspiraciones positivas acerca de una conducta exitosa, menor estrés, ansiedad y percepción de amenaza, junto con una adecuada planificación del curso de acción y anticipación de buenos resultados.

4. Te ayudará a seguir con tu desarrollo personal

De jóvenes somos más propensos a arriesgarnos, pero a medida que nos hacemos mayores aprendemos a temer al fracaso, pudiendo llegar a la indefensión aprendida y a la paralización (¿conoces la “parálisis del análisis”?).

Esto puede suponer un coste emocional serio si no cambiamos la manera de pensar, pues puede ser un impedimento para seguir con nuestra transformación hacia un mayor bienestar.

No hay aprendizaje sin algo de dificultad. Si quieres seguir creciendo, debes superar el miedo al fracaso”.

5. Conocerás a gente nueva y vivirás nuevas experiencias gratificantes

Salir de la zona de confort te permite tener nuevas experiencias, hacer actividades que no estaban dentro de tu agenda y conocer a gente nueva.

Esto te va a permitir tener una vida más placentera y te va a permitir hacer nuevas amistades. Incluso puede que conozcas al amor de tu vida por salir de la zona de confort.

6. Los nuevos retos pueden hacerte envejecer mejor

Un estudio llevado a cabo en 2013 encontró que aprender nuevas habilidades mientras se mantiene una red social fuerte nos ayuda a conservar una buena agudeza mental a medida que envejecemos.

La directora del estudio Denise Park, investigadora de la Universidad de Texas en Estados Unidos concluyó: “Parece ser que salir a realizar actividades no es suficiente.

Es importante salir y realizar actividades que no sean familiares y que sean mentalmente desafiantes, pues proporcionan una gran estimulación tanto a nivel mental como social.

Cuando estas dentro de la zona de confort es posible que estés fuera de la zona de mejora”.

Algunas recomendaciones para lograrlo

Desde luego, es muy fácil decirlo pero bastante más complicado hacerlo. Sin embargo, y aunque salir de la zona de confort sea complicado por la propia definición de este concepto, no es misión imposible.

Si necesitas algo de ayuda o claves para salir de la zona de confort, puedes seguir estas pautas de comportamiento.

1. Desafíate y rinde al máximo

Salir de la zona de confort es un aspecto importante en el crecimiento personal, pues es no es posible pensar que llegaremos al lugar que queremos llegar haciendo lo justo y necesario y estando inmersos en la misma rutina de siempre.

Alcanzar nuevas cimas supone el riesgo de hacer cosas que no se nos dan tan bien o que nos provocan cierto miedo o inseguridad (al menos al principio).

Según un estudio llevado a cabo por un grupo de psicólogos, un poco de ansiedad puede ser positivo para mejorar nuestro rendimiento y nos permite seguir creciendo profesionalmente.

Por tanto, convierte esas situaciones que te provocan ansiedad en situaciones estimulantes y que nadie te pare los pies.

No le llames nervios o inseguridad, llámale “emoción”.

2. Piensa en tu estilo de hacer las cosas… y actúa en el sentido opuesto

Busca las situaciones que puedan obligarte a salir de tu zona de confort.

Experimenta con estilos de vida que nunca asociarías con tu manera de ser, involúcrate en proyectos creativos que te fuercen a pensar de manera diferente, para experimentar contextos desafiantes a los que adaptarte.

Si te propones gestionar estos cambios, y estos no son excesivamente extremos, esto hará que te vuelvas más flexible y asumas mejor la variabilidad y los cambios.

3. Busca cambios materiales en las cosas que te rodean

Para hacer cosas nuevas a las que no se está acostumbrado, nada como exponerse a ambientes nuevos.

La clave está en proponerte el objetivo de exponerte a situaciones novedosas haciendo que los espacios en los que te encuentras sean otros.

Anímate a cambiar tu manera de vestir o la decoración de tu casa, muévete por entornos distintos y, por supuesto, viaja todo lo que puedas.

Esto conseguirá en ti un efecto similar al del consejo anterior, sólo que en este caso, en vez de variar las situaciones cuyo significado no asociarías con tu persona, harás lo mismo con espacios físicos.

4. Anticipa todas las excusas que te vas a poner

Sé consciente de que, cuando te fijes metas que te resulten incómodas dentro de tu zona de confort, inconscientemente vas a estar buscando un montón de excusas para no hacerlo.

Juzga estas excusas como lo que son: invenciones cuyo único objetivo es racionalizar la aceptación de la comodidad y no caigas en la Procrastinación: “ya lo haré mañana” o el mes que viene.

5. Exponte más a conocer gente nueva

¿No te gusta hablar con la gente? Oblígate a hacerlo, aunque el cuerpo no te lo pida.

No hace falta que el diálogo sea perfecto, ni que las personas se lleven la mejor imagen de ti.

Actuando con naturalidad todo fluirá como debe, y será divertido comprobar con qué facilidad pueden funcionar las interacciones con los demás si no se piensa muy bien lo que es está diciendo.

6. Haz que tus amigos y familia cooperen

Si las personas de tu entorno cercano saben que quieres salir de tu zona de confort, te ayudarán a lograrlo y quizás te preparan alguna “sorpresa”.

Del mismo modo, cuando tomes la iniciativa y emprendas proyectos nuevos y excitantes, te apoyarán y, probablemente, te mostrarán signos de apoyo o admiración, lo cual te servirá como refuerzo.

7. Dale una oportunidad a tu faceta espiritual

¿Conoces los beneficios de la meditación o de la filosofía Mindfulness?

Hay hábitos que consiguen mejorar nuestro estado de ánimo y nos liberan de muchas creencias que nos anclan en nuestra zona de confort.

Desarrollar un yo espiritual es una de las maneras más prácticas de conseguir un bienestar emocional capaz de acabar con la vida rutinaria.

Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora

El presente es el único momento que podemos vivir. Es decir, el aquí y el ahora, no ayer ni mañana.

Todos nuestros esfuerzos deben ir hacia el momento presente para que los siguientes momentos presentes sean igual de buenos que éste.

Así que hay que alegrarse por poder vivirlo y otorgarle el valor que se merece, que no es poco.

Tu propósito en la vida es encontrar un propósito, y entregar a él todo tu corazón

No vivas del pasado, no imagines el futuro, concéntrate en el momento presente

Otra frase que resume perfectamente la base intelectual y filosófica del Mindfulness.

Vivir pendiente del pasado o del futuro solo nos vuelve esclavos de recuerdos o anhelos.

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