SOBRE LA FORMA DE HABLAR
Cuenta una historia tibetana, que un día un
viejo sabio preguntó a sus seguidores lo siguiente: ¿Por qué la gente se grita
cuando están enojados?
Los hombres pensaron unos momentos:
-Porque perdemos la calma –dijo uno– por eso gritamos.
-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona
está a tu lado?
–Preguntó el sabio– ¿No es posible hablarle en voz
baja?
¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero
ninguna de ellas satisfacía al sabio.
Finalmente él explicó:
-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones
se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.
Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno
a otro a través de esa gran distancia.
Luego el sabio preguntó:
-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos
no se gritan, sino que se hablan suavemente ¿Porqué? Sus corazones están muy
cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
El sabio continuó –Cuando se enamoran más aún, ¿qué
sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor.
Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es
cuan cerca están dos personas cuando se aman.
Luego dijo:
-Cuando discutan no dejen que sus corazones se
alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la
distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.
( Reflexión tibetana )